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El BSCH ultima los planes para unificar las redes comerciales del Santander y BCH

El banco estudia convocar al Consejo de Administración para esta misma semana

Íñigo de Barrón

La unficación de las actuales marcas BCH y Santander -Banesto quedaría al margen- será el banderazo de salida para solucionar una crisis de identidad y de disputas por el poder en el banco. Precisamente, la unificación de las marcas permitirá abordar la reordenación de la cúpula directiva. Con esta decisión, la intención del banco es crear un aire de concordia que permita culminar la fusión, hasta ahora prevista para marzo del prómixo año, cuando toca la retirada de José María Amusátegui de la presidencia. Asimismo, tratan de establecer una plataforma estratégica en la que primaría el tándem Botín-Corcóstegui.

El proceso es inminente, según reconocen en el banco, aunque prefieren no poner fechas concretas. Se trata, en cualquier caso, de alcanzar una solución en pocos días y que lo consagre el consejo extraordinario del banco, previo al ordinario del día 23 de julio.

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Las negociaciones para llegar hasta esta situación han tenido una evolución frenética, desde el encuentro que tuvieron en Puerto Rico Botín y Corcóstegui el fin de semana del 16 y 17 de junio. Después viajaron juntos a Fráncfort y este fin de semana los contactos, esta vez con la presencia de Amusátegui y Rodríguez Inciarte, han sido intensísimos.

Reuniones canceladas

Ayer lunes, día de reuniones de agenda (por la mañana el G-4, por la tarde el G-14), continuó el trajín. De tal forma, que a las dos de la tarde los directivos que forman el G-14 recibieron la notificación de que se postergaba la reunión hasta hoy, martes. Una de las razones que han retrasado el cierre de una propuesta definitiva es la diversidad de marcas que se están estudiando, siempre con los nombres de origen de los bancos que están fusionados. La opción que parece contar con más posibilidades es la del BSCH (Banco Santander Central Hispano), aunque la del Santander Hispano también ha contado con apoyos. Es probable, que en esta reunión, prevista en principio para medio día, se ofrezca información sobre los avances obtenidos hasta el momento respecto a la marca comercial, aunque ésta no recibirá su bendición definitiva hasta que no se reúna el consejo de administración. Fuentes consultadas, afirman que la convocatoria podría ser esta misma semana si los trámites legales exigidos lo permiten.

El objetivo final es presentar ante la propia entidad, el mercado y el Banco de España, un proyecto de nueva estructura de poder y de unificación de marcas, 'que acabe con la sensación de incertidumbre que se vive ahora', dicen en la entidad.

La unificación de las redes de oficinas del BCH y el Santander supondrá escoger un director comercial, cuyo origen será inevitablemente de un banco u otro, circunstancia muy sensible en el BSCH, por lo que la expectación es grande.

Esta operación también exige acelerar la fusión de sistemas informáticos. Se estima que todavía quedan, como mínimo, más de seis meses de trabajo hasta que todas las oficinas puedan funcionar como una sóla red comercial. Según un informe de MacKinsey, los ahorros diferidos en varios ejercicios, será de 30.000 a 40.000 millones de pesetas. La suma de las redes del Santander y BSCH es de 3.476 sucursales, una cifra inferior a las 3.864 del BBVA en la actualidad.

El banco también comtempla la posibilidad de reformar el comité ejecutivo, en la actualdiad representado en el denominado G-14. Algunas fuentes sostienen que se barajan varias opciones, que van desde reducir ese comité hasta ampliarlo, pasando incluso por adoptar la fórmula del BBVA. Es decir, un escalón intermedio con un comité ejecutivo de cinco o seis miembros y otro más nutrido con más representantes que los 14 actuales.

Por otro lado, ayer se presentaron las cinco grandes auditoras al concurso establecido por el banco: Arthur Andersen, KPMG Peat Marwick, Ernst & Young, PricewaterhouseCoopers y Deloitte & Touche.

Las auditoras tenían hasta la tarde de ayer para presentar sus presupuestos para analizar las cuentas anuales del grupo BSCH, tanto en España como en América Latina. La entidad ha decidido realizar una subasta tras considerar que la factura que abona a estas empresas de servicios era muy elevada. 'Es posible rebajarla', recalcó Emilio Botín en la convención de directivos de la entidad el pasado marzo.

Ángel Corcóstegui, Emilio Botín, José María Amusátegui y Matías Rodríguez Inciarte, en la convención de 2000.
Ángel Corcóstegui, Emilio Botín, José María Amusátegui y Matías Rodríguez Inciarte, en la convención de 2000.BERNARDO PÉREZ

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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