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Unos meses de vértigo

El conflicto que vive el banco se abrió en septiembre de 2000 y desde entonces el ambiente se ha enrarecido

Todo parecía transcurrir por un camino de rosas en la fusión del BSCH. Hasta que el verano de 2000 se produjeron una serie de movimientos que trastocaron esa aparente paz. Una serie de factores de incertidumbre se fueron acumulando y explican el conflicto interno que vive la entidad.

- Foncillas se mueve. En agosto, los ejecutivos del BSCH se fueron a veranear convencidos de estar en el mejor de los mundos, con una situación más desahogada que la del BBVA. A la vuelta, se produce el primer movimiento: Santiago Foncillas, presidente de Dragados, plantea la fusión con Sacyr, con el visto bueno de Emilio Botín, pero sin conocimiento de Amusátegui ni de Corcóstegui. La operación se paraliza in extremis, pero el mal ambiente está sembrado. Foncillas, que tiene que dejar el Consejo del banco al cumplir 72 años, pretendía crear una superempresa, que podría ser accionista y consejero institucional del BSCH. Así, Foncillas seguiría siendo consejero del BSCH, aunque superara los 72 años. Según fuentes del banco, lo más probable es que la vacante de Foncillas se amortice, es decir, no se nombre sustituto.

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- Crisis de Patagon. En noviembre llega la crisis de Internet y con ella la del banco en on line Patagon, adquirido por el BSCH en marzo de 2000 por 90.000 millones de pesetas. La compra se realizó siguiendo las recomendaciones de Corcóstegui y en tan sólo unos meses se convirtió, aparentemente, en la peor inversión del banco. Esta situación aumenta la incertidumbre en el BSCH.

- Compra de Banespa.Ese mismo mes se compra Banespa en Brasil por un billón de pesetas, la mayor adquisición en la historia de la banca española. Francisco Luzón lidera la operación. Cuando se conoce que el segundo mejor postor ofrecía menos de la mitad que el BSCH, se produce una división de opiniones entre los máximos ejecutivos sobre la rentabilidad de la operación, pero queda claro que el grupo de América Latina -Luzón y Marcial Portela, principalmente- tienen autorización de Botín para 'ir por libre'. La rentabilidad depende de tres factores: el agujero de 1.000 millones de dólares en el fondo de pensiones, el éxito de la OPA que se lanza sobre el 100% del capital y la reducción de personal. Los dos primeros problemas se resuelven, pero la tercera supone recortar un 80% la plantilla. Mientras se están abordando estos problemas, Financial Times publica un artículo crítico con el futuro de Banespa. Luzón acude a Botín y atribuye el artículo a ejecutivos procedentes del BCH. Se enrarece más el clima interno.

- Caída de resultados. En febrero pasado se presentan los resultados de 2000. Botín anuncia que el BSCH ganará en 2001 'un 5% menos de lo previsto' para consolidar las posiciones de América Latina. Entre los ejecutivos del BCH se interpreta que las abultadas compras de Latinoamérica, y sobre todo, Banespa, están pasando factura al banco.

- Mensajes de Botín. El pasado marzo se convoca la convención de directivos y Botín, un hombre al que le gusta arengar a las masas, lanza tres mensajes que luego se convierten en lanzas para el banco: el banco debe reducir sus costes; no ha aprovechado las ventajas de la fusión y sus ejecutivos deben trabajar más ('si hay que echar más horas, se echan'). Dos días después se celebra la junta de accionistas en Santander y Botín introduce en su discurso oficial una morcilla inesperada al destacar los logros de Luzón y Portela en América Latina en un intento de respaldar, él personalmente, la criticada compra de Banespa. Para algunos ejecutivos, sobre todo los procedentes del BCH, cuya presencia en América Latina es mínima, sus palabras son un segundo mazazo.

- El BBVA se mueve rápido. Al principal rival del BSCH, el BBVA, le faltó tiempo para reaccionar y anunciar a bombo y platillo que todo lo que le faltaba al BSCH -control de costes, aprovechamiento de la fusión y trabajo- ya lo habían hecho. El 6 de abril, la entidad presidida por Francisco González y Emilio Ybarra presenta su nuevo organigrama de poder, 'que no es un triunfo ni del BBV ni de Argentaria, sino un esquema de nuevo banco fusionado con el que afrontrar el futuro. Fue un golpe más para nosotros. En ese momento tuvimos la sensación de que si unos meses antes ganábamos el partido con el BBVA por 3-0 ahora ya perdíamos por 3-4', comentan en el BSCH.

- Los sindicatos abren la crisis. En la primera quincena de abril se presenta la oferta de Banespa para reducir el 80% de plantilla. Los sindicatos brasileños y españoles se levantan contra la medida. María Jesús Paredes, máxima responsable de banca en CC OO, pide hablar con Botín, pero no es recibida por el copresidente, que sigue los consejos de Luzón. Acto seguido, Paredes convoca una rueda de prensa y explica que hay tensiones internas 'en el delfinario de ejecutivos de Botín'. Puso el dedo en la llaga e hizo pública una crisis que era un secreto a voces.

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