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Ryanair se ‘civiliza’ para plantar cara a sus rivales

“Durante 25 años el modelo basado en la puntualidad y en tarifas baratas ha funcionado, pero hay que evolucionar", dice el presidente de la compañía irlandesa, Michael O’Leary

Cristina Galindo
El presidente de Ryanair, Michael O'Leary, en la presentación de la nueva estrategia de la compañía
El presidente de Ryanair, Michael O'Leary, en la presentación de la nueva estrategia de la compañíaKirsty Wigglesworth (AP)

Son las ocho de la mañana en Londres y el avión de Ryanair procedente de Madrid aterriza en silencio. Durante el vuelo solo se ha escuchado una llamada publicitaria por megafonía, con lo que los pasajeros han podido dormir; también han podido elegir asiento y llevar un segundo bulto a bordo. Son algunas de las novedades de la estrategia lanzada por la mayor aerolínea de bajo coste de Europa hace unos meses para civilizarse y mejorar el trato al pasajero ante el temor de quedarse atrás frente a otras rivales low cost, como Easyjet y Vueling.

“Las cosas están cambiando en Ryanair”, ha asegurado este miércoles el presidente de la compañía irlandesa, Michael O’Leary, durante una presentación de las novedades en Londres, a la que han sido invitados varios medios europeos, incluido EL PAÍS. “Durante 25 años el modelo basado en la puntualidad y en tarifas baratas ha funcionado, pero hay que evolucionar. Este año vamos a abrir ocho nuevas bases y nos vamos a trasladar a más aeropuertos principales, entre ellos algunos a los que no volamos todavía en España e Italia, entre otros países”, ha explicado.

Hemos sido criticados por todos, por nuestra política con los pasajeros, los trabajadores… y aún así 81 millones de personas vuelan con nosotros” Michael O'Leary, presidente de Ryanair

Facilitar la vida al cliente tiene un objetivo: incrementar el beneficio. En el tercer trimestre fiscal, finalizado en diciembre pasado, el tráfico total subió un 6%. Eso sí, después de bajar un 9% los precios. En España las cosas fueron más difíciles y el tráfico cayó un 8,8% en 2013, mientras el de Vueling avanzó un 13%. En el último trimestre, las pérdidas alcanzaron 35 millones de euros, en línea con lo esperado y teniendo en cuenta que es la temporada más floja para el sector. Para el conjunto del ejercicio ha prometido ganar 510 millones –sería la primera caída del beneficio en cinco años-- y de aquí a 2019 se ha propuesto llegar a los 110 millones de pasajeros anuales.

“En los últimos años hemos sido criticados por todos, por nuestra política con los pasajeros, los trabajadores… y aún así 81 millones de personas vuelan con nosotros al año”, ha dicho O’Leary. Para cumplir con su objetivo de crecimiento, la aerolínea empezará a recibir este año un pedido de 175 nuevos Boeing.

Para intentar perder la fama de la aerolínea preferida por los masoquistas, desde febrero se puede seleccionar el asiento a cambio de pagar entre cinco y diez euros. Hasta ahora los asientos asignados estaban muy limitados. Otra novedad es que los pasajeros pueden llevar dos bultos en lugar de uno, con lo que ya no tienen que intentar embutir la bolsa del duty-free o el bolso en la maleta.

También se han rebajado los importes que se cobraban por no llevar la tarjeta de embarque impresa, por facturar maleta sin haberlo seleccionado en la reserva y por exceso de equipaje. Y los pasajeros tienen un periodo de gracia de 24 horas para corregir errores producidos durante la compra del billete. Estos cambios le están saliendo rentables a la compañía: los ingresos por reservas de asientos han crecido tanto desde que se pusieron en marcha que han compensado con creces la caída de ingresos por la reducción de otras tasas.

Otra novedad son los vuelos en silencio: en los vuelos anteriores a las ocho de la mañana y posteriores a las nueve de la noche se han reducido los anuncios que bombardean al pasaje a través de la megafonía, aunque se mantiene la trompeta que anuncia con estrépito tras aterrizar que el vuelvo ha llegado puntual.

Para animar la ocupación, Ryanair ha puesto en su web un sistema para reservas de grupos y viajes corporativos, destinado a colegios, clubes deportivos y otras organizaciones. Para captar a pasajeros de negocios, va a lanzar algunos servicios de pago destinados a clientes business, como billetes flexibles, asientos reservados y un servicio de acceso rápido en algunos aeropuertos. La aerolínea concretará más en mayo. “Nuestra razón de ser no va a cambiar y es ofrecer los precios más baratos”, ha insistido O’Leary. “Pero hemos aprendido de nuestros errores”.

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Sobre la firma

Cristina Galindo
Es periodista de la sección de Economía. Ha trabajado anteriormente en Internacional y los suplementos Domingo e Ideas.

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