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Los riesgos de las reformas agrícolas

La UE desliga las ayudas de la producción, lo que provocará abandonos, cambio de cultivos y desempleo, según el sector

Abandono o cambio de cultivos y posibilidad de pérdida de empleo en el campo y en la industria asociada constituyen los principales riesgos para el sector agrario de las reformas de las Organizaciones Comunes de Mercado (OCM) para algodón, tabaco y aceite de oliva aprobadas el pasado miércoles en Bruselas, según coinciden todas las organizaciones agrarias. Estos riesgos serían consecuencia de la implantación de la política de ayudas desacopladas o pago de las mismas sin necesidad de cultivar. Sin embargo, las reformas, según el contenido de esos acuerdos aprobados en Bruselas, no suponen ninguna reducción de la ayuda actual que reciben los sectores de tabaco y aceite de oliva. Solamente en el caso del algodón se podrían reducir los apoyos actuales si se producen abandonos de siembras y hay menos superficie para el cobro de ayudas ligadas a la producción. En ese caso, esos fondos que actualmente llegan a España se quedarían en Bruselas.

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- Aceite de oliva. La reforma aprobada supone mantener el nivel actual de ayudas globales por un montante de 1.015 millones de euros. En materia de pagos, el principal fracaso en Bruselas, señalan fuentes de UPA, ha sido no lograr, hasta la fecha, una cifra complementaria que el ministro anterior Miguel Arias Cañete decía haber pactado ya con el comisario Franz Fischler y que curiosamente no se ofertó al nuevo Gobierno socialista. La oferta inicial de 20 millones de euros con apoyo de Alemania y su posterior retirada por el comisario, es una acción poco frecuente en el consejo, señalan fuentes cercanas a la negociación.

El sector coincide en la necesidad de que Bruselas ajuste el reparto de fondos a las producciones reales de cada país, algo a lo que se comprometió a hacer en 2001 y que no se ha llevado a cabo supuestamente bajo las presiones de Italia.

En consecuencia, el sector olivarero seguirá percibiendo globalmente las mismas ayudas,lo que supone estabilidad en el sector. Para la Asociación de Envasadores de Aceite no hay razones para que se reduzca la producción o que se habla que la reforma vaya a provocar una subida de precios o mucho menos que se arranquen olivos.

La reforma cambia la distribución de los fondos. Con el nuevo acuerdo, el 60% como mínimo de los apoyos actuales, esos 1.000 millones de euros, se pagarán como ayuda fija por las producciones medias reales de los últimos cuatro años. Eso no cubre las expectativas de quienes pedían en Andalucía que el 90% de las ayudas fuera para la producción real. El pago del otro 40% por superficie tampoco cubrirá las elevadas peticiones de los olivareros de baja producción en ocho comunidades autónomas que reclamaban, a través de una plataforma por el futuro del olivar marginal, 300 euros por hectárea. Pero, con esos fondos, 400 millones de euros, en medios de la Administración se estima que se puede lograr un mayor apoyo a ese olivar de baja producción, mientras los de alta producción ya tienen su rentabilidad en sus mayores rendimientos.

- Tabaco. La reforma aprobada para el tabaco supone mejorar la posición inicial comunitaria que planteaba una media del 70% como ayuda desacoplada y el 30% restante para programas de reconversión.

La ayuda al tabaco lleva una década en el punto de mira de los países comunitarios del norte para su eliminación por razones de salud. Esta reforma supone un nuevo balón de oxígeno para su continuidad, aunque cada día con mayores dificultades.

Para la Federación de Cultivadores es positivo el hecho de que su aplicación se atrase hasta 2006 y que la segunda fase de la misma no sea hasta 2010. Es positivo también que el lugar del 70% de la ayuda desacoplada o no ligada a la producción se haya rebajado entre 2006 y 2010 al 40% y del 50% a partir de 2010. Con la nueva reforma pierden los pequeños productores a quienes se les aseguraba inicialmente el cobro de la ayuda desacoplada al 100%.

Al igual que el olivar, la reforma supone asegurar al sector aproximadamente 200 millones de euros que llegan cada año como ayuda al precio. La reforma, con el progresivo desacoplamiento de ayudas, es previsible suponga una fuerte reducción de la superficie, lo que obligará a buscar producciones alternativas en zonas donde hoy es un monocultivo generador de empleo en el campo y en industrias derivadas en Extremadura. Las producciones hortícolas se presentan como altenativa.

Para la Federación Agroalimentaria de UGT, la reforma plantea serios interrogantes sobre la destrucción de empleo en el cultivo que es el mayor generador de mano de obra por hectárea y las dificultades para la búsqueda de cultivos alternativos de las mismas características. Es la parte negativa. La positiva, dentro de lo malo de la reforma, es que se aplicará a medio plazo y que las ayudas que no se paguen al tabaco seguirán llegando a la zona para procesos de reconversión de parte de sus actuales 14.000 hectáreas.

- Algodón. La reforma del algodón ha sido la más negativa por lo que puede suponer la misma como recorte de superficies de cultivo, mano de obra y también de ayudas. España se asegura la llegada de la ayuda desacoplada del 65% de 200 millones de euros, pero el 35% restante sólo llegará si se mantiene la superficie de cultivo. En caso contrario, esos fondos se quedarían en Bruselas.

La aplicación de un pago desacoplado del 65% se teme en Asaja que pueda suponer la total desaparición del cultivo. El problema para España, señalan fuentes de las industrias, es que muchos agricultores abandonarán la actividad ante el montante elevado de ese pago desacoplado, mientras es imposible la incorporación de otros con la ayuda directa por producir, lo que se traducirá en abandonos de cultivos y pérdida de mano de obra en origen y en las empresas auxiliares. Para el sindicato Coag todo ello dará lugar a más paro o deterioro de esas amplias zonas andaluzas.

Frente a estas perspectivas,habrá miles de hectáreas que se deberán utilizar para otros cultivos en regadío menos generadores de mano de obra. En teoría, se podrían cultivar producciones como maíz y otros cereales. El sector señala, sin embargo, la imposibilidad de hacerlo ante la falta de cuotas.

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