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Guindos da por hecho que España crecerá más de lo que prevé Bruselas

Economía no se atreve a asegurar el cumplimiento del déficit y el ministro asegura que "convergerá" hacia el objetivo

Claudi Pérez
El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos
El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de GuindosChema Moya (EFE)

Optimismo a raudales. El ministro de Economía, Luis de Guindos, da por hecho que la economía española crecerá más del 2,3% que prevé Bruselas, por lo que el objetivo de déficit público estará mucho más cerca de lo que pronosticó la Comisión Europea la semana pasada.

Tanto la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) como el servicio de estudios de BBVA apuntan a un avance del PIB del 0,8% en el primer trimestre de 2017: con esos datos en la mano, Guindos espera que el crecimiento esté más cerca del 2,5% que augura el Gobierno que del 2,3% previsto por Bruselas. Ese es un dato fundamental: en función del empuje de la recuperación, España estará más cerca o más lejos de cumplir con los objetivos de Bruselas. España no da por hecho que pueda alcanzarse el objetivo: Guindos, extremadamente cauteloso, ha apuntado a su entrada en el Eurogrupo que el agujero fiscal "convergerá hacia el 3,1%", la meta pactada. Bruselas, sin embargo, cree que España peca de optimista y prevé un déficit del 3,5%. Si la Comisión está en lo cierto, España tendría que acometer otra oleada de recortes por importe de más de 4.000 millones de euros, tal como avanzó EL PAÍS la semana pasada.

"Hay que ver cómo cierra 2016, y cómo evolucionan los ingresos este año", ha señalado un prudente Guindos, que se agarra a las buenas noticias por el lado macroeconómico: las exportaciones lograron un nuevo récord en 2016. "El superávit por cuenta corriente va a irse en torno al 2% del PIB, una cifra que España nunca ha alcanzado. Es el cuarto año consecutivo con superávit", ha señalado el ministro, que a su llegada al Gobierno apostaba, al igual que la Comisión, por una salida de la crisis vía exportaciones. Al final ha sido la demanda interna la que explica la parte del león de la recuperación. Ahora, la confianza del Gobierno en sus previsiones se topa con un entorno internacional plagado de riesgos (Brexit, Trump y posible subida de los tipos de interés) y por un agotamiento paulatino de los vientos de cola, en forma de abaratamiento del petróleo y del euro, que han beneficiado a la economía española en los últimos tiempos.

Pero el optimismo relacionado con la evolución de la economía no termina de plasmarse en las cuentas públicas. Guindos se ha limitado a augurar que el déficit "convergerá" hacia el objetivo del 3,1%, pero Economía no las tiene todas consigo, tras varios años de incumplimiento y haber flirteado con una multa al respecto. "Aún no hay presupuesto", ha recordado Guindos, lo que deja en el aire ese compromiso a la espera de que la prórroga de las cuentas públicas de 2016 y el endurecimiento de Sociedades basten. En 2016 no bastó: Bruselas cree que el presupuesto de ingresos está algo hinchado, y piensa que la banca aún puede pasar factura a España. Guindos ha explicado que "es pronto" para ver si harán falta nuevas medidas. "La evolución de los ingresos es positiva, pero vamos a esperar".

En 2016, con un crecimiento superior al 3%, España apenas recortó su déficit medio punto de PIB: Bruselas cree que se cerró en el 4,7% del PIB, frente al 4,6% previsto por Madrid. "Eso fue por la caída de recaudación del impuesto de Sociedades", ha recordado Guindos. Ahora, el recorte debería ser mucho más pronunciado para llegar al 3,1% fijado. "Vamos a esperar", ha recomendado.

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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