El Tesoro emite más deuda de lo previsto gracias al buen momento de los mercados

El Tesoro ha realizado este jueves su primera subasta del año superando los objetivos máximos y con un importante descenso de los intereses gracias a la tregua con la que ha abierto 2013 el mercado de deuda, tanto si es pública como privada. Según datos del mercado, el instituto emisor ha colocado 5.800 millones, 800 más que la previsión más alta fijada para la operación, en bonos a dos y cinco años y obligaciones con vencimiento en 2026. La rentabilidad comprometida para los títulos que caducan en 2015 y 2018 se ha situado en su mejor nivel desde el arranque del pasado ejercicio. La demanda, por su parte, ha sido alta ya que ha más que duplicado la oferta (2,3 veces más) animada por la menor aversión al riesgo que hay en estos momentos entre los inversores.

En concreto, el organismo dependiente del Ministerio de Economía ha emitido 3.396 millones a dos años con una referencia nueva. Los inversores se han dado por satisfechos con una rentabilidad del 2,587% para hacerse con estos títulos. Este interés está bastante por debajo del 3,28% que reclamaron en la última operación a los mismos plazos, realizada en octubre. Echando la vista atrás, es la rentabilidad más baja para este tipo de títulos desde febrero de 2012.

El lanzamiento del nuevo bono a dos años, explican desde el departamento que dirige Luis de Guindos, busca complementar los habituales a tres, cinco, 10 y 30 años. A este respecto, añaden que no modifica la curva de la vida media de la deuda española porque se produce a la vez que se suprimen las Letras a 18 meses y se crean otras a nueve meses.

Junto a la nueva referencia a dos años, el Tesoro ha colocado 1.949 millones con vencimiento en 2018. En este caso, la rentabilidad ha pasado del 4,769% al 4,033%, la menor desde marzo. Los 469,73 millones restantes se han emitido en obligaciones con vencimiento en 2016. Su interés se ha ido al 5,569%, por debajo del 6,218 % anterior de la subasta de julio.

Esta ha sido, además, la primera colocación que incorpora la Cláusula de Acción Colectiva (CAC), lo que permitiría cambiar las condiciones de la deuda emitida sin necesidad de lograr la unanimidad de los acreedores. "Se trata de un cambio en el régimen de mayorías entre los tenedores de bonos para evitar hipotéticos bloqueos de decisiones de una mayoría", afirma el Ministerio. Esta medida viene impuesta desde Bruselas.

El instituto emisor, según sus planes para este 2013 que presentó a principios de semana, debe captar unos 600 millones al día para alcanzar sus objetivos y mantener la financiación del Estado. Esta estrategia, además, no tiene en cuenta que España pida el rescate europeo, algo que si se mantienen los resultados de la subasta de este jueves podría esquivarse. No obstante, en la tregua que viven los mercados se cotiza, precisamente, la ayuda y que el país cuenta con la red de seguridad virtual del BCE.

Para Economía, "los resultados de esta subasta indican que España arranca el año en una posición relativamente confortable en los mercados financieros". Según añaden, esto es un "reflejo de una mejora de la confianza y la credibilidad de las reformas llevadas a cabo por el Gobierno". "A ello responde también la evolución en los mercados secundarios durante las últimas semanas", añaden.