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La Bolsa cae un 3,67% al cierre por las dudas sobre el rescate bancario

El Ibex termina en 6.624 puntos tras anotarse su segunda mayor caída del año La prima de riesgo llega a 517 puntos a la espera de una nueva rebaja del 'rating' de los bancos El tipo de interés de los bonos a 10 años avanza hasta el 6,6%

Demasiadas dudas pesan sobre los mercados, tanto de renta fija como de renta variable, para apuntalar una mejoría duradera. Hoy, los inversores se han vuelto a refugiar en la barrera y la jornada se ha cerrado con la segunda mayor caída del año del Ibex y una escalada de la prima de riesgo por encima de los 500 puntos básicos.

El principal indicador de la Bolsa española ha iniciado el día con un retroceso del 0,49% que por la tarde se ha ido ampliando, sobre todo tras conocerse que esta noche la agencia de calificación crediticia Moody's anunciará una rebaja de la calificación de la banca española. Esta decisión es consecuencia de la degradación de tres escalones que aplicó a la deuda pública española el pasado 13 de junio, cuando la firma dejó la solvencia de España al borde del bono basura: de A3 a Baa3.

El Ibex ha llegado a caer un 3,99%, al tocar un mínimo diario de 6.612,3 puntos, aunque al cierre la pérdida se recortaba hasta el 3,67% y el índice se colocaba en 6.624 puntos.

La prima de riesgo (exceso de rentabilidad que los inversores exigen a la deuda española a 10 años en el mercado secundario respecto a la alemana), que la semana pasada se anotó la mayor caída del año y terminó el viernes en 479 puntos básicos, hoy ha vuelto a transitar por encima de los 500 puntos hasta situarse al cierre de la sesión en 517 puntos (5,17 puntos porcentuales). El tipo del bono a 10 años, que ha empezado la jornada en el 6,38%, ha escalado hasta un máximo del 6,64% durante la final de la sesión europea.

Todas las Bolsas europeas han caído hoy. Ante la ausencia de otras referencias, las cotizaciones europeas se han dejado llevar hoy por las dudas de que la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de dos días que comienza el jueves se clausure con medidas eficaces para la resolución de la crisis de la deuda europea. Londres ha cerrado con una caída del 1,14%,  París ha perdido un 2,24%, Fráncfort ha cedido un 2,09% y Milán un 4,02%.

El euro también ha encajado la incertidumbre general con una caída desde los 1,257 dólares hasta los 1,2483 en que se situaba al final de la negociación en Europa.

España se medirá de nuevo en el mercado de deuda con la subasta de letras a tres y seis meses programada para mañana. Italia también saldrá en busca de financiación con la emisión de títulos vinculados a la inflación con vencimientos en 2016 y 2026 y 3.000 millones de euros en bonos con cupón cero (se emiten por debajo de su valor nominal y se cobra este el día del vencimiento con la correspondiente ganancia).

Con la jornada de hoy, ha quedado en el olvido el empujón que le mercado español el pasado viernes, tras conocerse las conclusiones de la primera evaluación al sistema financiero español y que cifra en 62.000 millones de euros las necesidades de recursos propios del sector en un escenario adverso, según se desprende de la prueba de resistencia realizada por las consultoras Roland Berger y Oliver Wyman.

Superada la euforia del viernes, explicada en parte porque el importe anunciado por las consultoras es inferior a los 100.000 millones de euros que Europa está dispuesta a prestar a España para sanear sus bancos, se mantiene la incógnita de los detalles de esa operación. La falta de concreción vuelve a poner en evidencia la carrera de obstáculos que aún debe salvarse y esa incertidumbre no ha quedado despejada hoy con la carta que ha dirigido el ministro de Economía, Luis de Guindos, a sus colegas del Eurogrupo (ministros de Finanzas y Economía de los países de la eurozona). La misiva, en la que se oficializa la petición del préstamo, es el primer trámite de una negociación que presumiblemente se cerrará el 9 de julio, día en que se prevé esté listo el memorándum del rescate para su aprobación en la reunión del Eurogrupo de ese día.

En ese documento se recogerá el importe del préstamo, el plazo de amortización —se esperan unos 156 años—, el tipo de interés —se anticipa entre el 3% y el 4%— y qué fondo europeo  canalizará la ayuda. Si lo hace el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), creado con carácter temporal en 2010 y que expirará el año que viene, no tendría prioridad a la hora de la devolución ante otros acreedores con deuda del Estado. Pero si el prestamista es el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), el fondo para respaldar países con problemas financieros que se pondrá en marcha a principios de julio, este sí que sería un acreedor privilegiado. Cabría la posibilidad, si no se establecen las garantías adecuadas, de que el mercado acentuase su huida de la deuda pública ya en circulación, que se vería en una situación de desventaja.

Otros observadores quitan importancia a este último punto y recuerdan que en el último rescate a Grecia se canalizó a través del FEEF y, aunque este no tenía carácter de acreedor preferente, ello no fue obstáculo para forzar una quita del 50% en la deuda soberana en manos privadas.

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