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GM necesita 2.700 millones más de lo que afirma para sanear Opel

La agencia Moody's revisa al alza las cifras de la matriz y adelanta que buscará más ayudas estatales, aunque Merkel rechaza dar más dinero

El fabricante automovilístico estadounidense General Motors necesita unos 5.700 millones de euros (8.500 millones de dólares) para el sanear su filial europea Opel, según cálculos de la agencia de calificación Moody's. Esta cantidad supera notablemente la cifra de 3.000 millones de euros que había barajado la casa matriz la semana pasada.

Moody's señala en su análisis que la liquidez de General Motors y las ayudas financieras públicas disponibles hasta la fecha para el consorcio serán insuficientes para cubrir las necesidades de liquidez y los gastos del saneamiento y funcionamiento de Opel. Por ello, la agencia prevé que General Motors se asegure ayudas estatales para sanear Opel y mantener su control.

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No obstante, la canciller alemana, Angela Merkel, ha advertido de que el grupo estadounidense deberá pagar con su propio dinero el coste principal del saneamiento. No obstante, durante su primera declaración ante el Bundestag, el Parlamento alemán, desde su reelección, la primera ministra ha mostrado su disposición a ayudar para la reestructuración de la marca Opel, aunque ha instado a la matriz a mostrar cuanto antes su plan de futuro, proyecto que espera que sea "sólido".

Las autoridades alemanas esperan, además, que General Motors devuelva además antes de finalizar este mes el crédito puente de entre 800 y 900 millones de euros que Opel ha recibido del Gobierno alemán para asegurar su superviencia mientras se decidía su futuro.

La agencia de calificación de riesgo destaca el valor estratégico de Opel/Vauxhall para General Motors ya que el consorcio estadounidense puede satisfacer la creciente demanda de vehículos pequeños en EE UU con los modelos de la marca Opel, repartir los costes de desarrollo a más automóviles, así como mantener poder de compra frente a otros suministradores.

Por su parte, Rusia no descarta la posibilidad de querellarse contra General Motors por haber cancelado la venta de Opel al consorcio integrado por la empresa canadiense Magna y el banco estatal ruso Sberbank. "Actualmente, estamos celebrando consultas con GM, por cuanto habíamos entablado unas relaciones jurídicas que ahora tenemos que rescindir", ha afirmado el presidente del Sberbank, Herman Gref.

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