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El futuro de Europa

Van Rompuy quiere imprimir una fuerte dosis de pragmatismo y simplificación a la UE

El presidente permanente del Consejo Europeo se reúne con Zapatero para preparar la presidencia española de la UE

Andreu Missé
EL PAÍS

El flamante presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha sorprendido hoy a los líderes europeos con un mensaje dominado por el pragmatismo y la simplificación para agilizar el funcionamiento de la Unión. Aunque el dirigente cristiano demócrata belga no asumirá plenamente sus funciones hasta el próximo 1 de enero, esta noche se ha estrenado en sus tareas europeas presentando en la cena de los jefes de de Estado o de Gobierno, las líneas maestras de su modelo de funcionamiento político.

Van Rompuy ha empezado por anunciar una drástica reducción de los miembros que asisten a los Consejos Europeos. El político flamenco ha asegurado que la experiencia iniciada hoy, con una cumbre a la que por primera vez no asisten los ministros de Asuntos Exteriores, será la regla futura, según el espíritu del Tratado de Lisboa, que entró en vigor el pasado día 1.

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Rompuy quiere debates políticos al más alto nivel, sin derivaciones generadas por la habitual acumulación de asuntos coyunturales que dispersan y devalúan las discusiones. Así, en los Consejos Europeos sólo participarán, además de su presidente, los líderes de los Veintisiete estados miembros, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y la Alta Representante, Catherine Ashton. En total 30 personas, la mitad de las que se reunían hasta ahora. La decisión de excluir a los titulares de Exteriores causó reacciones de malestar en medios diplomáticos de varias cancillerías.

El nuevo presidente del Consejo Europeo quiere acabar con el modelo habitual de conclusiones de las cumbres, que hasta ahora han sido "largas, burocráticas e ilegibles". En su lugar, propone un nuevo modelo de sólo tres o cuatro páginas y que pueda ser entendido por todo el mundo. Hoy mismo Van Rompuy ya ha predicado con el ejemplo con su intervención inaugural de un folio y medio.

Con un lenguaje muy ajustado y medido, el presidente europeo ha subrayado su voluntad de elevar el debate político, buscando siempre el consenso del Consejo. Van Rompuy, que ha sido capaz de pacificar las profundas y complejas querellas políticas y lingüísticas belgas, expuso su propósito de buscar la cohesión y hacer avanzar el proyecto europeo. Con el objetivo de profundizar el debate político, ha planteado la conveniencia de realizar Consejos Europeos sobre temas específicos (energía, emigración, globalización) como el realizado en 2005 en Hampton Court (Reino Unido) durante la presidencia británica.

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Reunión con Zapatero

Antes de la cena, Van Rompuy se ha reunido durante casi media hora con el jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, para preparar la presidencia española de la UE, en el primer semestre del próximo año. Los detalles se ultimarán durante la visita que Van Rompuy hará a Madrid el próximo día 15.

España será el primer país que ponga en marcha el Tratado de Lisboa, que prevé que los Consejos y las cumbres no sean presididos por el primer ministro de la presidencia rotatoria, sino por el presidente permanente del Consejo, al igual que ya no Moratinos sino Ashton quien lidere las reuniones de ministros de Exteriores. En este sentido, las 14 cumbres previstas en la ambiciosa agenda española serán presididas todas por Van Rompuy. Una alta fuente de la diplomacia española ha dejado patente que España desea "el máximo protagonismo, tanto para el presidente del Consejo Europeo como para la Alta Representante, tal como dispone el Tratado de Lisboa".

La presidencia española tendrá características especiales, debido a que Rompuy no dispone aún de un equipo propio y la nueva Comisión Europea no entrará en funciones hasta finales de enero o principios de febrero. España espera que los acuerdos políticos para la aplicación del tratado se alcancen durante su semestre, pero aún así considera que, al tratarse de una etapa de transición, el protagonismo de Zapatero será mayor al de sus sucesores al frente de la presidencia rotatoria de la Unión.

Está previsto que el Consejo dé luz verde mañana a la primera reforma, aunque limitada, del tratado de Lisboa, para permitir que se incorporen al Parlamento Europeo los eurodiputados que no pudieron ser elegidos en las anteriores elecciones, en junio pasado, celebradas de acuerdo con el tratado de Niza. España, que ganará cuatro eurodiputados (dos del PSOE, uno del PP y uno de CiU), será el país más beneficiado.

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero (d) saluda al presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy hoy en Bruselas
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero (d) saluda al presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy hoy en BruselasEFE

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