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Repsol logra más de 6.000 millones de dólares por los bonos y acciones de YPF

La compañía liquida casi toda la cartera de deuda argentina de la indemnización

Miguel Jiménez
Antonio Brufau, presidente de Repsol.
Antonio Brufau, presidente de Repsol.Bernardo PÉREZ

Repsol ya tiene prácticamente en su poder en metálico casi toda la indemnización por la expropiación del 51% de la petrolera argentina YPF por parte del Gobierno argentino. La compañía española vendió la noche del martes a J.P.Morgan casi todos los bonos entregados como compensación que le quedaban. Tras esta operación, sin impacto en los resultados, Repsol ha logrado más de 4.800 millones de dólares con la venta de bonos, a los que se suman otros 1.255,3 millones de dólares (900 millones de euros) por deshacerse de la participación del 11,86% que conservaba en la petrolera argentina.

El objetivo declarado por el presidente de Repsol, Antonio Brufau, era obtener un mínimo de 6.000 millones de dólares (unos 4.380 millones de euros) entre la venta de los bonos argentinos y acciones de YPF. La compañía ha superado ese umbral cuando aún tiene bonos argentinos por 117 millones de dólares de valor nominal y acciones por algo menos de un 0,5% de YPF en cartera, y sin contar los intereses devengados en los días en que ha mantenido los títulos en su poder (59,3 millones de dólares). Brufau ha demostrado que los temores a que la indemnización no se pudiera hacer efectiva en metálico por pagarse en bonos argentinos eran infundados. A ello le han ayudado tanto las cláusulas que blindaban el acuerdo como el buen momento de los mercados.

La compañía se ha quedado solo con títulos por unos 117 millones de dólares

La compañía vendió este martes la totalidad de los bonos Bonar X (de 500 millones de dólares de nominal) y Discount 33 (de 1.250 millones de dólares de nominal) más una parte del Boden 2015. El precio logrado fue de 2.010 millones de dólares (unos 1.465 millones de euros) y el comprador fue J.P.Morgan, el mismo banco de inversión que le compró el pasado viernes el Bonar 24, el bono de 3.250 millones de dólares de valor nominal emitido expresamente para pagar la indemnización. Pese a que Repsol se había comprometido a no colocar más bonos en siete días, J.P.Morgan le ha eximido de esa obligación. Solo una cláusula incluida en el acuerdo indemnizatorio por la que se debía dar al Gobierno argentino la posibilidad de amortizar los últimos títulos ha impedido que la liquidación fuese total.

Repsol señaló la semana pasada que “no tenía prisa” por vender los bonos argentinos, pero que si encontraba oportunidades lo haría “cuanto antes, mejor”. Así ha sido.

El reto de Repsol ahora es encontrar oportunidades de inversión a las que destinar esa gran inyección de liquidez. La compañía explicó a los analistas la semana pasada que buscaba activos en países industrializados (pertenecientes a la OCDE) donde lograr una rentabilidad de al menos el 8%, según señaló su director financiero, Miguel Martínez. La compañía ha estado analizando posibilidades de inversión en Noruega y en Norteamérica, incluyendo en su punto de mira reservas no convencionales de hidrocarburos.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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