Las declaraciones de más de 600.000 euros se doblaron en 2007
La declaración sobre la renta ofrece una de las mejores radiografías del reparto de ingresos de la economía española, aunque sea con cierto retraso. La Agencia Tributaria acaba de publicar en su página web los primeros resultados de la campaña de 2007. El número de liquidaciones superó los 18,7 millones (un 5% más que en 2006). Y destaca sobremanera el estirón que da el grupo de los que declararon más ingresos: 10.580 contribuyentes franquearon el listón de los 600.000 euros (cien millones de pesetas), más del doble que en 2006.
El aumento de contribuyente en los niveles más altos de la escala de ingresos fue generalizado en 2007, cúspide de la década de bonanza económica que terminó de forma abrupta a mediados del año pasado. El número de contribuyentes que declaró entre 60.000 y 600.000 euros de ingresos anuales (más de 740.000 personas), se incrementó un 30% respecto a 2006.
Aún así, la porción de personas que declara ingresos más altos no es muy significativa, apenas un 4% de las 18,7 millones de declaraciones (un 3% en 2006). Una circunstancia que se explica, en parte, porque muchos contribuyentes optan por crear empresas para gestionar sus ingresos, dado su mejor tratamiento fiscal (30% frente al 43% que se aplica en el IRPF a los que ingresan más de 54.000 euros).
Lo que sí es más significativo es la cantidad que ingresan las arcas públicas por la tributación de las rentas más altas. En el IRPF, el 4% de los contribuyentes aporta más del 35% de lo que recaudan el Estado y las comunidades autónomas. En el otro extremo, un 65% de los contribuyentes declaran ingresos inferiores a 21.000 euros, por los que pagaron el 15% de los 56.000 millones recaudados.
Deducción por vivienda
La estadística de la Agencia Tributaria muestra también que el grueso de los contribuyentes del IRPF perciben rentas del trabajo (un 87% de las declaraciones). En cuanto a las dos deducciones más importantes en el IRPF, 4,4 millones de contribuyentes se aplicaron reducciones por aportaciones a planes de pensiones por un importe medio de 1.572 euros anuales; mientras que la deducción por vivienda habitual benefició a 6,6 millones de declarantes, con un importe medio de 524 euros.
