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LAS CUENTAS DEL ESTADO PARA 2005

Presupuestos para una nueva etapa

Las cuentas públicas para 2005 persiguen el superávit, y mejorar la productividad y la transparencia

El vicepresidente segundo y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, volvió ayer al Congreso para hacer entrega de los Presuestos de 2005. Ha pasado casi una década y un Gobierno del PP entre medias desde que el mismo Solbes llevara las cuentas del Estado de 2003 a la sede de las Cortes. "Era otra cosa", dijo ayer el ministro; "esto no tiene afortunadamente nada que ver". Entonces la economía española estaba en plena crisis, con destrucción de empleo y un déficit público galopante. Ayer Solbes presentó unos Presupuestos para 2005 con un superávit del 0,1% del PIB, un crecimiento económico del 3% y la creación de 332.000 empleos.

Los objetivos también son muy distintos. "El crecimiento de la productividad, la estabilidad presupuestaria y la transparencia en las cuentas públicas" son las metas que se ha marcado Solbes en esta nueva etapa para conseguir "un nuevo modelo económico". Con un margen de maniobra estrecho, como reconoció el ministro, el Estado debería cerrar 2005 con un déficit del 0,5% del PIB, compensado de sobra con un superávit del 0,7% en la Seguridad Social, y un saldo negativo del 0,1% para las comunidades autónomas y equilibrio en el caso de los ayuntamientos. En total, un excedente del 0,1% del PIB para el conjunto de las administraciones públicas.

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Las cuentas de 2005 se presentan así saneadas, como consecuencia de que se espera un crecimiento de los ingresos superior al de los gastos. Sumadas las cuentas del Estado y de la Seguridad Social, Solbes espera recaudar este año un 6,4% más (233.526 millones de euros), con un crecimiento superior en cotizaciones sociales (9,2%) que en ingresos tributarios (8,7%) y una caída (13,4%) en el resto de ingresos. "No son previsiones optimistas, son prudentes", se adelantó el ministro a las críticas.

Presión fiscal

Habrá, por tanto, un aumento de la presión fiscal, ya que tanto los ingresos por impuestos como las cotizaciones sociales aumentarán por encima del PIB nominal (6,3% incluida la inflación). El vicepresidente no lo negó expresamente, pero explicó que si "por subida de la presión fiscal entendemos un aumento de los impuestos, éstos no suben". Únicamente suben o se actualizan los impuestos especiales sobre tabaco y alcohol (2%) y la mayoría de las tasas (2%). Baja o se actualiza en el mismo porcentaje la tarifa del IRPF, con un ahorro de 175 millones de euros para los contribuyentes, por primera vez desde el año 2000.

Frente a ese crecimiento del 6,4% en los ingresos, las cuentas entregadas ayer en el Congreso estiman un incremento del 6,5% en los gastos del Estado y la Seguridad Social (234.915 millones), más de la mitad (50,1%) destinado a gasto social, que aumenta un 9,5%. No se han facilitado las cifras con que se espera cerrar 2004, tras el saneamiento de los Presupuestos heredados del PP. El secretario de Estado de Hacienda, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, explicó que, tras asumir deudas de Renfe y Andalucía, el crecimiento del gasto para 2005 sería sólo algo superior al 3%.

Este último dato ilustra el escaso margen de maniobra con que ha contado Solbes. "En aeropuertos y carreteras", explicó, "todo el gasto está prácticamente comprometido". Admitió que no son los Presupuestos que más le hubiera gustado hacer. "No son la primera piedra que nos hubiera gustado poner" para impulsar un nuevo modelo económico, porque "la zanja ya estaba hecha". "Intentaremos corregir el año que viene las cosas que menos nos gustan", indicó.

Ese nuevo modelo tiene el crecimiento de la productividad (ahora el 0,7%) como eje central. Se concreta en crecimientos del 9,1% para infraestructuras (11.317 millones de euros), un 25% más para investigación sin incluir defensa (3.641 millones) o un 10,4% para becas (894 millones). Otras medidas en esta dirección, no detalladas ayer, persiguen aumentar la competencia en sectores como distribución comercial, transporte, servicios profesionales, mercados energéticos; mejoras de funcionamiento en mercados como el de trabajo o el sector financiero; y el aumento de la competencia y de la "calidad" del marco regulatorio.

Tipos de interés

El objetivo final es lograr un crecimiento económico real (descontada la inflación) del 3%, frente al 2,8% esperado en 2004, sobre bases más "sanas y duraderas". Solbes admitió que el principal riesgo es la escalada de los precios del petróleo. Los Presupuestos de 2005 están elaborados con un precio del petróleo en 33,5 dólares el barril y estos días ha superado los 46 dólares. Pese a ello, Solbes mantiene que la inflación se reconduzca hacia el 2% -"no es un objetivo, es una previsión", matizó-, cuando ahora supera el 3%. Y espera también que el Banco Central Europeo (BCE) mantenga los tipos de interés por un plazo "relativamente duradero" en el 2%.

La tercera característica que, según el ministro, define estos Presupuestos es la transparencia. La principal novedad aquí es que se suprime la Ley de Acompañamiento para evitar que se cuelen de rondón reformas que nada tienen que ver con los Presupuestos. Solbes recordó que él había creado esa ley por mandato del Constitucional, pero que con los años había pasado de tener 43 artículos a 136. El objetivo es "sanear democráticamente el debate presupuestario".

Pedro Solbes, a la entrada del Congreso de los Diputados.
Pedro Solbes, a la entrada del Congreso de los Diputados.ULY MARTÍN

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