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La nueva Renfe comenzará a competir en el mercado ferroviario liberalizado con una deuda de 1.379 millones

El futuro de Renfe comienza a aclararse. La nueva compañía, que competirá en un mercado ferroviario liberalizado a partir del 1 de enero de 2005, arrancará con una deuda de 1.379 millones de euros, frente a los 7.255 millones de euros que tiene actualmente. El saneamiento se llevará a cabo en dos fases. La primera se anunció la semana pasada con la decisión del Consejo de Ministros de la asunción por parte del Estado de 5.459 millones de euros de la deuda de la compañía ferroviaria. Esta medida ha supuesto un aumento del déficit del 0,69% del PIB.

A pesar de esta decisión, que supone un saneamiento de las cuentas de Renfe, la empresa seguirá con una deuda de 2.466 millones de euros, que corresponde a inversiones en nuevos trenes e infraestructuras. En la segunda fase, que comenzará con la entrada en vigor de la liberalización del mercado ferroviario, esta cifra se dividirá entre las dos nuevas entidades en las que se separará la compañía. Renfe Operadora, que será una empresa transportista más, aunque seguirá siendo pública, comenzará su nueva andadura con una deuda de 1.379 millones de euros. La otra entidad que verá la luz el primer día de 2005, cuando entre en vigor la nueva Ley del Sector Ferroviario, será el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), que asumirá una deuda de 1.087 millones de euros. Este organismo será el responsable de gestionar la red ferroviaria y cobrará por su uso tanto a las nuevas empresas privadas como a la pública, Renfe Operadora.

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"Estas empresas podrán comenzar a competir en igualdad de condiciones", aseguró ayer Álvarez. La ministra afirmó que la decisión del Gobierno de asumir la deuda histórica de la compañía, que asciende a 3.659 millones de euros, más otros 1.800 millones de euros relacionados con gastos en infraestructuras, permitirá que las dos nuevas entidades respondan con éxito al "pistoletazo de salida" que escuchará el sector el 1 de enero de 2005. En 2004, la empresa calcula que el endeudamiento se incremente en 670 millones de euros para cerrar así el año un 9,2% por encima del cierre de 2003.

La asunción de la deuda, dijo Álvarez, "garantiza"la solvencia financiera de la compañía. Los gastos financieros de la entidad, que se dedican al pago de la deuda, se reducirán en 204 millones de euros anuales. Álvarez también aseguró que estas medidas pasan el examen de Bruselas, ya que no suponen una ayuda ilegal por parte del Estado ni quiebran ninguna norma comunitaria de competencia. La ministra también afirmó que la liberalización del sector no desembocará en una privatización de la entidad y que "jamás se ha barajado la posibilidad de privatizar el sector". Según la ministra, lo que el proceso de liberalización pretende es que eventuales nuevos operadores privados puedan competir con el operador público en la explotación de la red ferroviaria.

Por otra parte, la ministra anunció que los teléfonos móviles funcionarán en la línea de AVE Madrid-Lleida antes de que acabe el año gracias a un acuerdo que se ha llevado a cabo con las operadoras.

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