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Industria creará distritos tecnológicos en áreas degradadas para frenar la deslocalización

Montilla defiende recuperar una política industrial que aborde los problemas por sectores

El Gobierno se propone recuperar las zonas en declive de las ciudades necesitadas de urgente reindustrialización. Para ello, creará nuevas áreas, llamadas "zonas arroba @", en las que impulsará el desarrollo de actividades con alta densidad de empleo y que utilizan de forma intensiva nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC). La iniciativa la lanzó ayer el ministro de Industria, Comercio y Turismo, José Montilla, durante la reunión del Círculo de Economía que se celebra en Sitges, donde insistió en la importancia de volver a tener una política industrial.

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Las "zonas arroba @" servirán para integrar proyectos de innovación tecnológica en empresas que se ubicarán en zonas desfavorecidas y distritos urbanos degradados. El proyecto parece inspirado en el distrito tecnológico que el Ayuntamiento de Barcelona lleva varios años intentando impulsar en el barrio del PobleNou de esta ciudad, el llamado 22@. Su desarrollo, que está siendo más lento de lo que se pensó hace poco más de cuatro años, sólo ahora empieza a notarse más allá del ámbito urbanístico, en buena medida porque su lanzamiento coincidió con el inicio de la crisis de las empresas puntocom y de las telecomunicaciones.

La innovación tecnológica debe ser "el germen de la recuperación económica y social de las regiones deprimidas y del desarrollo urbano", señaló José Montilla, para quien las "zonas arroba @ pretenden modificar la estrategia de los antiguos polos de promoción y desarrollo y de las zonas de urgente reindustrialización que se utilizaban en los ochenta y los noventa, basados en el apoyo al qué producir".

Nueva política

Este proyecto forma parte de la nueva política industrial que Montilla explicó a los tres centenares de empresarios reunidos en Sitges, y que se diseña en pleno goteo de deslocalizaciones de plantas productivas. La política industrial que regresa a la agenda del Gobierno huye del "café para todos" en materia industrial. Frente a las recetas horizontales para el conjunto de la industria, los problemas se abordarán sector a sector, con el ánimo de desarrollar clusters (grupos) empresariales, y en los que el desarrollo tecnológico, "que tiene base sectorial", será la clave.

"Las empresas de un sector comparten y utilizan con mayor facilidad los conocimientos específicos del sector que los conocimientos generados en sectores diferentes", explicó Montilla. Los sectores que se consideran particularmente estratégicos son la farmacia, la biotecnología, la aeronáutica, las telecomunicaciones y la nanotecnología.

Sector por sector, se estructurará también el Pacto Industrial que el ministerio quiere alcanzar con comunidades autónomas, sindicatos y organizaciones empresariales para mejorar la competitividad de las empresas y de la economía, en el que se pedirá moderación salarial a los trabajadores a cambio de que las empresas inviertan en formación e innovación, la "vacuna" contra las deslocalizaciones.

Otra de las ideas desgranadas por Montilla fue la necesidad de contar con "mecanismos innovadores de cotización social" y contratación que frenen la temporalidad y que permitan a los jóvenes, los mayores y las mujeres participar más en el mercado laboral. El ministro no dejó pasar la ocasión de mostrarse crítico con la herencia del Gobierno del PP en cuestiones como la demora del plan nacional de asignaciones de emisiones para cumplir con Kioto, la crisis en Izar y el "fracaso" de las políticas ligadas a las nuevas tecnologías.

Visión sindical

En las mismas jornadas, en la que directivos como Florentino Pérez (ACS), Ricard Fornesa (La Caixa) o Peter Brabek (Nestlé) abordaron la conveniencia de que las empresas asuman responsabilidad social, el secretario general de la UGT, Cándido Méndez, destacó la necesidad "urgente" de "recuperar la política industrial", y advirtió de que el principal elemento de inquietud para España derivado de la ampliación de la UE no debe ser el diferencial de salarios, sino el nivel de I+D tecnológico de los países recién incorporados y la mejora de su sistema educativo. Méndez también reclamó una Constitución europea que albergue una carta de derechos sociales de carácter vinculante para los 25 países de la UE.

Si el día anterior, el presidente del Gobierno catalán, Pasqual Maragall, reiteraba la necesidad de vertebrar una euroregión para tener peso económico en el sur de Europa, ayer, el secretario general del PP, Mariano Rajoy, rechazó el proyecto porque "no lo conozco ni sé qué tipo de competencias precisa". Sin embargo, Rajoy entró en contradicción al referirse al polo, de características similares, que existe entre el norte de Portugal y Galicia, que "funciona muy bien".

José Montilla, durante su intervención ayer en la XXI reunión del Círculo de Economía, en Sitges (Barcelona).
José Montilla, durante su intervención ayer en la XXI reunión del Círculo de Economía, en Sitges (Barcelona).EFE

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