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INVESTIGACIÓN AL BBVA

El Banco de España cuestiona la versión de Ybarra sobre los 22 fondos de pensiones

El ex presidente del BBVA informó de que se crearon para la compra de un banco mexicano

El inspector jefe Mariano Herrera y el inspector Alberto Calles, autores del informe del Banco de España sobre las cuentas ocultas del Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), no creen la versión del ex presidente Emilio Ybarra, quien afirma que en marzo de 2000, seis meses después de la fusión entre BBV y Argentaria, se crearon 22 fondos de pensiones a nombre de otros tantos consejeros del BBV, por un valor de 19,2 millones de dólares. Ybarra dice que el dinero se desvió de Jersey, Islas del Canal, a EE UU para usarlo con otro fin: comprar acciones del banco mexicano Bancomer.

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El 14 de noviembre de 2001, a requerimiento del Banco de España, el ex presidente del BBVA, Emilio Ybarra, explicó que fue él quien resolvió crear, sin asesoramiento jurídico ni intervención de otros consejeros, 22 fondos de pensiones con 19.244.187 de dólares (unos 3.400 millones de pesetas). Ese dinero, procedente de operaciones de la trama exterior oculta, estaba depositado en una cuenta secreta de la sociedad Sharington, en el paraíso fiscal de Jersey, Islas del Canal.

Fue el 27 de marzo de 2000 cuando se realizó el cargo en la cuenta corriente de Sharington para que los 22 consejeros suscribieran fondos de pensiones individuales, por cantidades diferentes, con American Life Co (Alico), la empresa aseguradora con sede en Willington, Delaware, Estados Unidos.

Según explica Ybarra en su carta, dichos fondos se crearon por si fuera necesario tomar posiciones accionariales en la entidad bancaria mexicana Bancomer, sobre la que existía una oferta de otra entidad, Banamex. La idea era que no se pudiera saber que era el BBVA quien quería hacer la compra.

Los 22 consejeros (ver gráfico) tuvieron que suscribir con Alico un contrato individual de fondo de pensión. Los 3.400 millones de pesetas servírían a lo sumo para adquirir un 0,5% del capital de Bancomer.

Los inspectores del Banco de España señalan en su informe del 11 de marzo, sobre el cual se ha basado la comisión ejecutiva para abrir expediente disciplinario, que el 27 de marzo, fecha de constitución de los fondos, 'todavía faltaba más de un mes para el anuncio de la oferta de Banamex', el rival del BBVA, que debía hacerla el 4 de mayo de 2000.

'Hasta el 4 de mayo no se observa ni en las diversas actuaciones de BBVA conocidas por el Banco de España, ni en la documentación que se nos facilitó con motivo de la tramitación de la autorización de la inversión en Bancomer, ni en las propias actas de la Comisión Delegada Permanente de BBVA, preocupación en cuanto a la posibilidad de intervención de otra entidad que pudiera frustrar el acuerdo ya firmado el 31 de marzo'. Se refiere a los pactos entre BBVA Bancomer y el grupo accionarial Monterrey, de 31 de marzo.

Los inspectores siguen: 'Sin embargo, a partir del 4 de mayo se trasluce en todas las actuaciones del BBVA una gran preocupación en relación con el buen fin de la operación'.

El hecho de que se utilizara la creación de un fondo de pensiones para la compra de acciones es muy poco frecuente, por no decir completamente inhabitual, según destacan los propios inspectores: 'Otro aspecto poco comprensible de la operación es la propia elección del instrumento para la supuesta compra de acciones de Bancomer. Así, pudiendo realizar esa compra mediante, por ejemplo, equity swaps, o permutas de acciones, o contratos de agencia con entidades de crédito a través directamente de Sharington o [la Fundación] Amelan [entidad oculta creada en Liechtenstein por el BBV], no se entiende por qué, en este caso, se elige la modalidad del fondo de pensiones para adquirir acciones de Bancomer'.

E incluso, en el caso de elegir esta vía, recuerdan los inspectores, los 22 titulares, que en realidad eran fiduciarios, tenían que dar instrucciones al gestor de los fondos para el uso de los mismos en la operación Bancomer. 'Dichas instrucciones no parece que hayan existido, ya que ni BBVA ha aportado documentación específica sobre ellas, ni en el único contrato aportado en la contestación del señor Ybarra se contemplan', dice el informe.

También destacan los inspectores el hecho de que los 19,4 millones de dólares sólo tenían capacidad para comprar el 0,5% de Bancomer. 'No parece tampoco muy lógico emplear a tantas personas y con cantidades distintas, entregadas a cada una de las 22 personas con importes que van desde 2.982.558 dólares [cantidad asignada a Ybarra] y los 116.279 dólares [cantidad suscrita por el consejero Plácido Arango]'.

Ybarra señala en su carta explicativa que la articulación de la operación se hizo según sus instrucciones, 'de manera que no pudiera ser conocida por terceros'. Los inspectores destacan estas reservas: 'Sin embargo, la operación no sólo no fue conocida por terceros, sino que tampoco lo fue por el otro presidente del BBVA, señor [Francisco] González, tal como se admite en el escrito de los [dos] presidentes en el que se señala que el señor González sólo tuvo conocimiento a finales de 2000 de las cantidades que se habían transferido a Alico'.

Los inspectores también analizan a este respecto otro hecho que consideran relevante. Uno de los consejeros, Juan Urrutia Elejalde, hizo una transferencia de 400.000 dólares a una cuenta en Suiza: 'Esa actuación parece la de una persona que dispone de un patrimonio propio y no de uno de los fondos de los que es mero fiduciario'.

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