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Las compañías negocian con el Gobierno las tarifas de 2002

La investigación y la denuncia de una supuesta manipulación del mercado por parte de las eléctricas se produce en un contexto delicado, justo cuando las compañías y el Gobierno negocian las tarifas a aplicar el próximo año. También coincide con la incorporación de los primeros actores extranjeros (la italiana Enel, la francesa EDF y la portuguesa EDP) y otros productores de pequeña escala a un mercado liberalizado, pero tradicionalmente controlado por las grandes eléctricas, que no ven de buena gana la pérdida de cuota, según fuentes del sector.

Todas las fuentes consultadas aceptan que puede haber relación entre las subidas de precios registradas los días 19, 20 y 21 de noviembre, la apertura de la investigación, y las negociaciones para fijar las tarifas.

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Las fuentes de la investigación atribuyen los movimientos de precios al deseo de las eléctricas de hacerse notar durante las negociaciones y presionar para evitar que el Gobierno apruebe nuevas rebajas de tarifas el año próximo. Teóricamente, el Gobierno podría reducirlas, ya que del compromiso que asumió en 1999 para reducir los precios 'hasta' un 9%, sólo ha apurado un 5%. Las compañías, por el contrario, demandan una subida de al menos el 2% el próximo año, porque consideran excesivas las rebajas ya aplicadas que, según afirman, ponen en riesgo su rentabilidad y su capacidad de inversión.

Relación

En el otro extremo, el de las empresas, también se apunta a la relación entre la investigación llevada a cabo por la Comisión de la Energía y la negociación de las tarifas, pero por el motivo opuesto: para macerar a las compañías durante la negociación y evitar pulsos.

La denuncia de supuestos comportamientos irregulares en el mercado por parte de las eléctricas no es nuevo. Al menos en otras dos ocasiones, según han confirmado fuentes de la Comisión de la Energía, Endesa e Iberdrola han sido objeto de expedientes informativos por presuntas manipulaciones o concertaciones. Pero en ningún caso esos expedientes acabaron en sanciones o en medidas disciplinarias.

Claro está que eran otros tiempos, con el actual presidente de la Comisión de la Energía, Pedro Meroño, recién llegado al cargo y con el complejo mercado eléctrico dando sus primeros balbuceos.

Desde entonces han pasado casi dos años, el mercado está más rodado y tiene nuevos actores. De ahí que la iniciativa de la Comisión de la Energía de trasladar los indicios de comportamiento contrario a la competencia tenga ahora un significado más profundo. En el proceso de investigación de las supuestas irregularidades, hasta el momento no ha participado la compañía encargada de operar el mercado eléctrico y casar oferta y demanda, denominada Omel.

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