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Las réplicas del terremoto europeo

La crisis económica del Viejo Continente tiene efectos dispares en el resto del mundo La UE es el principal destino de las exportaciones de más de 100 países

Una calle comercial del centro de Shanghái, en China.
Una calle comercial del centro de Shanghái, en China.Isidoro Merino

En el concesionario Ford de la madrileña calle de Conde de Peñalver hay tres empleados sentados de brazos cruzados y dos maniquíes que simulan ser clientes. Es lunes por la tarde. Uno de los trabajadores cuenta que los vehículos que vendían antes de la crisis hoy son solo el recuerdo de una época dorada. Pero la falta de compradores no es un dolor de cabeza solo para el propietario del local. Las consecuencias de la débil actividad económica en la Unión Europea (UE) se sienten también a miles de kilómetros.  

En Estados Unidos, grandes empresas como Whirpool, Ford, General Motors, Starbucks y Apple, al anunciar sus ganancias del tercer trimestre de 2012,  identificaron a Europa como la región que representaba el mayor desafío. Tres meses antes, ya habían achacado unos resultados decepcionantes a la caída de la demanda en el Viejo Continente, lo que generaba una gran preocupación en Wall Street, según el diario The Washington Post.

Que la recesión o las bajas tasas de crecimiento en la UE impactan de manera negativa en la economía mundial no es una sorpresa si se tiene en cuenta que esta región es el destino principal de las exportaciones de más de 100 países del mundo, según Eurostat, la oficina de estadísticas de la UE. En octubre de 2012, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) volvió a advertir de que la zona euro es el mayor riesgo para la economía del planeta.

Si bien es difícil pensar que algún país pueda ser inmune a la crisis europea, también es cierto que la situación del Viejo Continente afecta de forma diferente según el rincón del planeta desde el que se observe. En algunos Estados, hay analistas que incluso identifican efectos positivos.

Los resultados de las grandes empresas de Estados Unidos han sido decepcionantes en 2012 por la débil demanda europea

La UE es el principal socio comercial de Estados Unidos, por eso la desaceleración de su economía es siempre una mala noticia al otro lado del Atlántico norte, según Richard Cooper, profesor de Economía Internacional de la Universidad de Harvard. “Los resultados de las grandes empresas estadounidenses han sido decepcionantes en 2012 porque la economía del país creció algo menos de lo esperado pero, sobre todo, porque la demanda europea fue aún más decepcionante”.

El economista añade que uno de los mayores temores de la gran potencia relacionados con las turbulencias de la zona euro no se ha materializado. "El tipo de cambio se ha mantenido bastante estable. Para Estados Unidos una depreciación del euro hubiese sido grave no solo para sus exportaciones a Europa, sino también para las destinadas al resto del mundo".

El crecimiento de China en 2012, del 7,5%, es el menor de la última década, según la OCDE. Las causas estriban en el débil crecimiento de las exportaciones y los efectos que tienen sobre la demanda interna las medidas de Pekín para enfriar las presiones inflacionarias. “Muchas empresas exportadoras están operando al mínimo y la principal razón es la crisis en Europa, que es el gran socio comercial de China”, afirma Andie Xie, consultor de negocios en Hong Kong y execonomista jefe de Morgan Stanley para la región de Asia-Pacífico. “Antes de la crisis de 2008 las exportaciones chinas crecían a una tasa del 20% y ahora  alrededor del 6%”.

La expansión del PIB de China en 2012, del 7,5%, es el menor de la última década, en parte por el menor crecimiento de las exportaciones

Xie coincide con el director de Estudios Europeos del Instituto de Estudios Internacionales de China, Cui Hongjian, en que la menor tasa de crecimiento de este año responde a una desaceleración autoinducida por Pekín. “Cuando estalló la crisis internacional, el Gobierno chino anunció un plan de estímulo que se tradujo en grandes inversiones en construcción e infraestructuras. A los dos años, se vio que no fue bueno: el precio de la vivienda en Shanghái era el mismo que en Londres”, señala Cui. El analista chino explica que además de tomar medidas de control de precios, en 2011, Pekín subió las tasas de interés para enfriar la economía.

Cui añade que la debilidad de la economía europea ha hecho que el Viejo Continente pierda su puesto como principal destino de las exportaciones chinas. “Europa fue el gran socio ocho años pero en 2012 ha vuelto a ser EE UU”. Además de tener que buscar nuevos mercados, Cui afirma que China ha puesto en marcha políticas para transitar hacia una “nueva economía” con estímulos a las industrias de alta tecnología. Ese cambio de orientación es la razón por la que Ann Lee, especialista en China de la Universidad de Nueva York, cree que las turbulencias europeas han sido en parte positivas para el gigante asiático. “La crisis forzó al Gobierno chino a acelerar el cambio a un nuevo tipo de industrias que es fundamental para que China tenga un crecimiento sostenible".

Ivana Casaburi, directora del ESADE China Europe Club, un centro de cooperación integrado por multinacionales chinas como Lenovo (computadoras) y Huawei (móviles), afirma que las cifras crecientes de la inversión extranjera directa de China en la UE son una consecuencia de esa nueva orientación de la economía del gigante asiático. "Al comprar participaciones en empresas europeas no están buscando ventas sino el Know How, el conocimiento, porque se están preparando para ser líderes globales en esos sectores”, señala Casaburi, que pone como ejemplo la compra de la automotriz sueca Volvo Cars por la china Geeli en 2010.

Al igual que China, Rusia pertenece al grupo de grandes economías emergentes denominado BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y tiene a la UE como principal destino de sus ventas. Pero el tipo de productos que vende hace que la desaceleración europea no se traduzca en un duro golpe para los rusos, según Ivan Tchakarov, economista de Renaissence Capital Moscú y ex economista jefe para Rusia del Bank of America. “Rusia exporta principalmente productos primarios como petróleo, gas y metales, que no son tan sensibles ante una recesión como lo serían los electrodomésticos”. La gran crisis que comenzó con la caída del Lehman Brothers en EE UU significó un mazazo para la economía rusa. El PIB se contrajo un 7,8% en 2009, pero Tchakarov afirma que las medidas que tomó entonces el Gobierno de Moscú, como flexibilizar el tipo de cambio, explican por qué ahora la economía va bien. Si bien Rusia no ha recuperado las tasas de crecimiento previas a la crisis, Tchakarov afirma que la expansión de alrededor del 4% que tuvo la economía del país en los años que siguieron ha sido lo más conveniente. “La economía se estaba sobrecalentando".

La caída de la actividad en Europa no afectó de manera decisiva a las exportaciones brasileñas

Para el integrante sudamericano del BRIC, la caída de la actividad en Europa no es un factor que afecte de manera decisiva al sector exportador, según explica el economista brasileño y director del BRICLab de la Universidad de Columbia, Marcos Troyjo. “Las exportaciones de Brasil representan solo el 10% de su PIB y dentro de ese porcentaje, las ventas a Europa no superan el 20%”, afirma Troyjo, quien señala que esa escasa dependencia de las exportaciones no es positivo para un país pero es un factor que hace a la economía menos vulnerable ante crisis internacionales. El economista subraya que puede identificarse incluso un efecto positivo para las exportaciones brasileñas. “Las medidas de estímulo que aplicó China para contrarrestar la caída de sus exportaciones impulsaron la construcción y el desarrollo de infraestructuras, lo que a su vez hizo que aumentara la demanda de materias primas que ellos importan de países como Brasil”.

Otra de las paradojas de la crisis que destaca Troyjo se da en el campo de las inversiones. “La crisis hace que los pocos recursos que salen de Europa se inviertan en las economías emergentes que hoy son más atractivas y eso ha beneficiado a Brasil”. Los datos de Eurostat lo confirman. Según el organismo de estadísticas de la UE, la inversión de los países del bloque con destino a Brasil se triplicó entre 2008 y 2011. Durante 2010, el gigante sudamericano desplazó a EE UU como principal receptor de esas inversiones. Para un país con bajos niveles de ahorro como Brasil, explica Troyjo, la crisis de Europa más que un problema ha sido una bendición.

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