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El Estado recibe 83 millones de cuentas corrientes abandonadas

Hacienda cambia la ley para que los saldos de cuentas sin movimiento en 20 años que hasta ahora ingresa el Tesoro se destine a la formación de personas con discapacidad

Jesús Sérvulo González

El Estado ha ingresado 7,9 millones procedentes de cuentas que llevan más de 20 años sin movimientos. En los últimos diez años ha recibido 83 millones procedentes de estos saldos inertes. El Ministerio de Hacienda acaba de cambiar la norma para que estos fondos se destinen a programas de formación de discapacitados. Y el grueso de las herencias sin sucesores pasarán a completar los fondos del 0,7% de la asignación tributaria del IRPF para fines sociales. En la última década, el Estado ha recibido otros 82 millones de testamentos sin herederos.

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Hasta ahora el saldo de las cuentas corrientes sin reclamar iban a parar al Tesoro Público y se contabilizaban como un ingreso más de la Administración del Estado. Pero el Ministerio de Hacienda acaba de introducir un cambio en la normativa para que estas cuentas corrientes o depósitos bancarios abandonados “se dediquen a la financiación de programas de formación dirigidos a personas con discapacidad”.

En los últimos años ha aumentado sensiblemente el importe de las cuentas abandonadas derivados de las fusiones y conversión de las cajas de ahorros en bancos que supuso una regularización contable de cuentas que históricamente tenían pocos fondos y llevaban, al menos, 20 años sin anotaciones. La mayor parte de estos saldos bancarios inertes proceden de personas mayores que olvidaron pequeñas cantidades en otros bancos, inmigrantes que retornaron a su país y dejaron cuentas con una pequeña cantidad o fallecidos sin herederos.

El Gobierno también modifica la normativa en lo referente a las herencias sin sucesores. Hasta ahora estas se dividían en tres partes que se repartían entre las organizaciones sociales de la localidad donde residiera el fallecido; instituciones provinciales “de beneficencia, instrucción, acción social o profesional” y el otro tercio se quedaba en manos del Estado.

Reparto de herencias

A partir de ahora, los dos tercios que iban a entidades sociales pasarán a formar parte de los fondos constituidos con la asignación tributaria del 0,7% del IRPF para fines sociales.

La regulación de las herencias sin reclamar, conocidas como “herencias abintestato”, estaban reguladas por el Código Civil y había permanecido inalterada desde el siglo XIX.

En los últimos diez años, el Estado recibió 82,6 millones de euros en sucesiones sin herederos, según datos facilitados por la Dirección General de Patrimonio dependiente del Ministerio de Hacienda. Esta cantidad la repartió siguiendo la regla de los tercio, que ahora cambias.

El Estado solo recibe estos ingresos cuando los herederos legales (descendientes, ascendientes, cónyuge, hermanos y sobrinos, tíos, primos y otros parientes) no reclaman los bienes o el testamento es nulo, no aparece o se ha destruido. El Estado, además, recompensa a los que le informen de estas herencias sin reclamar con un 10% del importe. Desde 2005, ha pagado 3,5 millones a cazadores de herencias.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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