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El déficit del Estado sube en 300 millones hasta marzo

Los números rojos de la Administración central ascienden a 9.854 millones en el primer trimestre, un 3% más que el mismo periodo de 2014

J. S. G.

La Administración central gastó hasta marzo 9.854 millones de euros más de lo que ingresó, lo que supone empeorar en 284 millones el desfase presupuestario registrado en el mismo trimestre del año pasado. Esta cifra equivale a un déficit público del 0,91% del PIB, una centésima más que el año anterior, según el informe sobre los indicadores de la actividad económica y financiera del Estado difundido este martes por el Ministerio de Hacienda. Aunque el aumento del agujero presupuestario en el primer trimestre no resulta concluyente es foco de preocupación porque el Gobierno central tiene pendiente un ajuste de 7.000 millones de euros para cumplir con el objetivo marcado por Bruselas para 2015. Es decir, en lugar de reducir el desfase lo amplía.

El documento publicado por Hacienda muestra como la Administración central gastó 53.112 millones durante el primer trimestre, un 2,6% más que en el mismo periodo de 2014. Los gastos crecieron impulsados por el avance de las transferencias a las comunidades (5,2% más) y a los Ayuntamientos (6,3%), el incremento de los costes salariales (3,2%) y la subida de los gastos corrientes (4,8%). Por su parte, la Administración central ingresó 43.604 millones de euros, un 2,5% más, pese al lastre de las rebajas fiscales en el IRPF, sociedades.

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Arrecian las voces que dudan de que España pueda alcanzar ese objetivo este año. La Comisión Europea, la OCDE, o el Banco de España desconfían de que el Gobierno logre contener el déficit en ese límite. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIREF), el órgano fiscalizador de las cuentas públicas, y el panel de expertos de Funcas —que recoge los pronósticos de 18 centros de estudios— también expresaron sus dudas sobre el cumplimiento del déficit.

La tarea encargada por la Comisión Europea para el conjunto de las Administraciones Públicas españolas consiste en una rebaja del desfase presupuestario desde los 61.391 millones (5,8% del PIB) del año pasado a los 45.644 millones (4,2%) establecidos como tope para este año, lo que revela un ajuste total de 15.700 millones.

El déficit del conjunto de las administraciones, excluidos Ayuntamientos, se redujo tan solo un 4% hasta febrero, últimos datos disponibles porque las comunidades aportan sus datos con un mes de retraso. La rebaja parece escasa porque el objetivo para todo el año pasa por reducir los números rojos un 25%. Los más escépticos aluden al efecto perjudicial de las citas electorales en las cuentas públicas. Tradicionalmente las administraciones públicas tienden a aumentar el gasto y, en general, relajar el cumplimiento de los objetivos presupuestarios durante los años electorales, como el actual.

La lentitud del ajuste en las cuentas del Estado hasta marzo refleja, en parte, ese paradigma: la devolución de parte de la paga extra suprimida en 2012, la rebaja del IRPF y sociedades y el aumento de las inversiones reales tienen cierto tinte electoral y lastran el balance de la Administración central.

Además, en 2015 habrá que estar atentos a las transferencias entre las administraciones públicas a la hora de interpretar la evolución del déficit. Los traspasos de fondos entre el Estado y las autonomías son como vasos comunicantes: si el saldo de una de estas administraciones mejora suele ser porque empeora el de la otra.

Las comunidades fueron las grandes incumplidoras el año pasado —registraron un déficit del 1,66% sobrepasando el tope del 1%—. El desafío presupuestario de 2015, cuando también se celebran elecciones autonómicas y locales, aparecía cuajado de nubarrones. Por eso, el Gobierno abrió el grifo y aumentando sensiblemente los anticipos a cuenta del sistema de financiación, y facilitando unas líneas de crédito gratuitas. El informe difundido este martes por Hacienda revela que las transferencias "destinadas a las comunidades han aumentado un 5,2% debido a las mayores entregas a cuenta por IVA, por los aumentos de los anticipos del Fondo de Garantía, y, en menor medida, por el crecimiento de los anticipos a cuenta de los recursos del sistema de financiación". Algo similar ocurre con los Ayuntamientos.

Muestra de este patrón es que el déficit de las comunidades disminuyó un 54% durante los dos primeros meses del año hasta situarse en el 0,08% del PIB.

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Sobre la firma

J. S. G.
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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