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El Ejecutivo reduce la previsión de déficit en 3.000 millones para este año

El programa de estabilidad proyecta reducir el gasto público hasta el 40,1% del PIB También aboga por elevar los ingresos hasta el 39%

Jesús Sérvulo González

El Gobierno de Mariano Rajoy observa con preocupación el muro que tiene que saltar en 2016. Ese año deberá reducir el déficit público —el saldo presupuestario entre gastos e ingresos públicos— del 4,2% del PIB al 2,8%, lo que supone un ajuste de cerca de 15.000 millones en un solo año. El reto se hace más duro cuando el Ejecutivo pretende compensarlo con una reforma fiscal que lleva aparejada una rebaja de impuestos.

Para hacer más digerible este salto presupuestario, el Gobierno ha introducido una ligera modificación en la senda de consolidación fiscal —el proceso de reducción del déficit público— comprometida con Bruselas. Para 2014 reduce el objetivo máximo de desviación presupuestaria del 5,8% al 5,5% del PIB. La Administración Central absorbe la mayor parte de ese ajuste adicional y rebaja su meta de déficit hasta el 3,5%, por su parte la Seguridad Social no podrá registrar una desviación superior al 1% del PIB y las comunidades autónomas mantienen su meta del 1%.

El nuevo retoque en los objetivos de déficit representa un ajuste de unos 3.000 millones de euros adicionales, que no supondrán un gran esfuerzo para la Administración. El Ministerio de Hacienda aprobó algunas medidas fiscales durante el año pasado que desplegarán todo su efecto este año, como la limitación de la depreciación de valores en el extranjero del impuesto de sociedades valorada en unos 3.600 millones.

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Las Administraciones Públicas elaboraron sus presupuestos con el objetivo anterior y un crecimiento previsto de la economía del 0,7% pero las nuevas estimaciones del Ejecutivo pasan porque la actividad avanzará un 1,2%, lo que dará un impulso a los ingresos tributarios para lograr ese ajuste adicional.

Relación con el PIB

Un estudio elaborado por el centro de estudios de La Caixa estimaba que por cada punto de PIB que crece la economía, la recaudación crecerá un 1,1 puntos. Esta relación permitirá al Gobierno elevar la presión fiscal hasta el 38,5% en 2014 sin aprobar más subidas de impuestos de las que ya están en marcha.

El Gobierno augura que la mejora del ciclo económico le permitrá reducir los números rojos de las administraciones públicas hasta el 1,1% del PIB en 2017, un nivel que se diluye con el crecimiento económico previsto para ese año. Ese tirón de la economía, que aumentará el PIB, permitirá reducir la tasa de gasto público hasta el 40,1% del PIB, sin apenas medidas adicionales más allá de las contenidas en la reforma de la administración, bautizadas bajo el proyecto CORA.

Por otra parte, la presión fiscal de España, la tasa entre ingresos públicos y PIB, ascenderá hasta el 39% del PIB en 2017, el mayor nivel desde los tiempos de la burbuja inmoboliaria una década antes.

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Sobre la firma

Jesús Sérvulo González
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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