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El BCE condiciona su plan de ayuda a España a que el FMI supervise los ajustes

Rehn afirma que la mejor opción de rescate es un crédito preventivo Las compras del mecanismo de ayuda y del BCE garantizarían la financiación del país

Una escultura del euro ante la sede del BCE en Fráncfort.
Una escultura del euro ante la sede del BCE en Fráncfort.EFE

El Banco Central Europeo (BCE) ha respaldado este viernes la posibilidad de poner en marcha una línea de crédito preventiva para España que incluya una intervención del instituto emisor en el mercado, que es la opción que Bruselas prefiere para España y la que más se acerca a los deseos del Gobierno. Eso sí, el organismo presidido por Mario Draghi condiciona su plan de ayuda a que el Fondo Monetario Internacional supervise los ajustes y garantice que el país cumple con las condiciones asociadas al rescate.

Según ha explicado el miembro del Comité Ejecutivo del instituto emisor, Benoit Coeure, el BCE podría activar su programa de compra de bonos para ayudar a España en cuanto Madrid firme un acuerdo con el fondo de rescate de la zona euro, sin esperar a que el dinero del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) sea desembolsado efectivamente.

“Lo que el BCE buscará será un programa de asistencia de los fondos de rescate para la asistencia preventiva con una posibilidad de compras en el mercado primario", ha dicho Coeure en una entrevista concedida a Reuters en Tokio durante la reunión que celebran en Tokio el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. "Puede ser un programa preventivo y no esperaremos a que el dinero se desembolse para activar el OMT", ha continuado el directivo del BCE, quien ha explicado que para que esto suceda es necesario "un programa preventivo que sea aprobado con un memorándum de entendimiento entre el país en cuestión y el Eurogrupo".

"La condición, sin embargo, sería que el Fondo Monetario Internacional estuviera involucrado en la supervisión de si España se ciñe o no a los términos del acuerdo y cumple todas las condiciones".

También desde Tokio, el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, Olli Rehn, ha señalado que la fórmula que mejor podría ajustarse a una potencial petición de ayuda por parte de España sería la concesión de una línea de crédito preventiva del MEDE combinado una intervención del BCE. Rehn ha recordado que el Gobierno español no ha presentado hasta el momento ninguna solicitud de rescate y ha añadido que, en el caso de que esta petición se produzca, Bruselas está lista para actuar.

"El MEDE cuenta con una línea de crédito preventiva, denominada de condicionamiento reforzado, que facilitaría el tipo de intervención sobre los valores soberanos de España en el mercado primario que tendríamos pensada para el caso de que hubiera una petición, que, de manera paralela, obviamente se vería apoyada por las compras de bonos del BCE", ha explicado Rehn.

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La opción de la que habla Rehn permite eludir un rescate total, evitar shocks externos de carácter temporal y atajar el riesgo de una crisis más grave. El objetivo es asegurar la asistencia financiera del fondo de rescate durante uno o dos años antes de que dificultades más graves en los mercados de capitales, lo que implica que podría no llegar a usarse el dinero. A cambio de esta ayuda, en cualquier caso, el país debe asumir una serie de condiciones y, en caso de incumplimiento, el programa de asistencia se suspendería.

Asimismo, dentro de esta línea de rescate se abre otra posibilidad que es una protección parcial del riesgo soberano (ECCL+, en la nomenclatura europea). Esta opción incluye también una especie de aval o seguro con el que los inversores quedarían cubiertos por el fondo de rescate de una quita del 20% o el 30% del valor de la deuda emitida bajo ese paraguas.

Desde hace días, diversas fuentes europeas señalan que esa sería una fórmula mucho más eficiente que un rescate total y permitiría continuar con el acceso al mercado. También tendría ventajas frente a la línea precautoria sin más, que no protege frente a las posibles pérdidas en los bonos y, por tanto, incentiva menos la compra de nuevos títulos. La desventaja es que se puede transmitir implícitamente que hay riesgo de impago de la deuda y eso puede ahuyentar aún más a ciertos inversores.

El Gobierno, sin embargo, se mantiene a la espera y no se decanta por ninguna opción pese a que los inversores dan por hecho que no será capaz de reducir el déficit y reformar su economía sin ayuda exterior. "El instrumento es real, no virtual. Porque es real, está listo para ser usado en cualquier momento", ha dicho el ministro de Economía, Luis de Guindos, sobre el programa del BCE.

"El instrumento está aquí. Está disponible. Está disponible en octubre, noviembre, diciembre... El comunicado del BCE dice claramente que la línea de crédito está lista para ser activada", ha dicho.

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