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Acelerón en el alquiler de coches

BMW entra en el negocio de los coches compartidos Hertz trata de responder a los cambios del mercado con la compra de Dollar Thrifty

Un hombre permanece en un mostrador del servicio de alquiler de vehículos Hertz.
Un hombre permanece en un mostrador del servicio de alquiler de vehículos Hertz. EFE

Lo está haciendo de una forma bastante medida, pero es la prueba de que algo está cambiando en la manera de alquilar un coche, y rápido. BMW acaba de convertirse en el primer fabricante de automóviles que prueba fortuna en el creciente negocio del coche compartido en EE UU. Lo hace con el lanzamiento del servicio en la ciudad de San Francisco, una de las más entusiastas de esa modalidad.

Hasta ahora, el coche compartido se veía como una opción para el público más joven que busca un alquiler más barato y flexible que el de las grandes agencias como Hertz, Avis o Enterprise. Sin embargo, BMW trata con el programa DriveNow llegar a un cliente más adulto que necesite conducir uno de sus coches durante unas horas y con el bolsillo lo suficientemente grande para pagar por un vehículo de gama alta.

BMW incorpora al programa su utilitario eléctrico ActiveE, lo que puede servirle para dar más visibilidad al modelo. Zipcar, pionera del coche compartido y líder de este mercado, ya incluye en su oferta coches de lujo e híbridos. Lo que ahora está por ver es si el programa de BMW tiene el éxito suficiente para implantarse en metrópolis como Los Ángeles o Nueva York.

En principio, BMW no debería ser una amenaza para Zipcar, que busca más bien competir con las compañías tradicionales de alquiler. La sociedad empezó a cotizar en abril de 2011, con un exitoso estreno en el que las acciones llegaron a revalorizarse casi un 70%. Pero en el último año el precio de sus títulos cayó más de un 55% debido a que no genera ingresos al ritmo esperado.

Zipcar tuvo una cifra de negocio de 70,8 millones de dólares en el segundo trimestre, un 15% más que hace un año. Su número de miembros creció un 21%, hasta superar los 731.000. Pero Zipcar no es rentable, y sus cuentas seguirán en negativo durante un tiempo. En su caso, además, se enfrenta a la competencia de otras compañías que empiezan a alquilar por horas.

Los 270 millones que Zipcar espera ingresar este año no son casi nada comparados con los 10.200 millones que generará Hertz cuando culmine la compra de su rival Dollar Thrifty, anunciada esta semana. La segunda compañía del sector del alquiler de coches —solo Enterprise la supera— ya cuenta con un programa de coche compartido, On Demand, para el que no es necesaria suscripción, como en el caso de BMW.

La compra de Dollar Thrifty hará ganar a Hertz 10.200 millones 

La flota total de coches de alquiler en EE UU superaba el pasado ejercicio los 1,75 millones de vehículos. Entreprise, considerada una compañía de alquiler barato, es la primera tanto en número de coches como de localizaciones. Le siguen Hertz, AvisBudget y Dollar Thrifty. Zipcar es la novena del mercado en número de coches y la octava en cuanto a puntos de alquiler.

El negocio combinado del alquiler de coches generó el pasado ejercicio una cifra récord de 22.400 millones en EE UU. Ello equivale a unos 1.060 dólares por coche alquilado al mes.

El sector lleva más de una década en proceso de consolidación. Esta semana, tras dos años de cortejo, Hertz se ha hecho con el control de Dollar Thrifty tras ofrecerle 2.300 millones de dólares (2.900 millones de euros). Es casi el doble de lo que puso sobre la mesa cuando se interesó por primera vez por su red. Avis, que desde hace seis años es socia de Budget, otra agencia de nivel medio en los precios, también tanteó hacer una oferta de compra hace un año para ganar tamaño.

La operación que protagoniza Hertz se ve como colofón a un proceso interminable de consolidación en el sector, que empezó a marcar la automovilística Chrysler al comprar Dollar y Thrifty. Y aunque pueda verse como un paso lógico en un mercado repleto de actores, preocupa que esta integración afecte a la competencia en el segmento del negocio de bajo coste.

Para limar asperezas con los reguladores del mercado, Hertz acuerda vender su filial Advantage Rent-A-Car al consorcio integrado por Franchise Services of North America y el fondo de inversión australiano Macquarie Capital. Con este traspaso evita, además, solapamientos en algunos mercados. La idea es que las oficinas de esta unidad de negocio en Europa pasen a Thrifty.

Hertz controlará el 25% del mercado en EE UU. Eso no quiere decir que el intercambio de cartas entre las grandes marcas vaya a terminar, en un sector en constante mutación y que desde hace cuatro décadas es uno de los que mejor refleja las tendencias a la hora de estructurar las empresas en EE UU. Su rival Avis, por ejemplo, ha sido sometida a 16 reorganizaciones.

El juego ha sido intenso, como en el sector de las líneas aéreas. Enterprise es la compañía dominante y bajo su paraguas tiene desde hace cinco años a National y Alamo, que previamente ya se habían fusionado. En el caso de Dollar Thrifty, la agencia es rentable desde que Chrysler las fusionó, en 1989. Pero por su posición en el mercado era un objetivo fácil de compra.

La alianza Hertz-Dollar-Thrifty redibuja, por tanto, el negocio en torno a tres grandes jugadores, que también competirán a escala global. Y en este entorno BMW insiste en que su programa hay que verlo como algo selectivo, concentrado en las ciudades en las que el coche compartido representará una solución a los problemas de movilidad.

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