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Italia obtiene el apoyo de Finlandia para atajar la presión contra la deuda

Ambos países advierten de que los mercados "no están funcionando correctamente" Apuestan por una "combinación de medidas" para superar la crisis de la eurozona Monti afirma que el fondo de rescate tendrá licencia bancaria "a su debido tiempo"

El primer ministro italiano, Mario Monti, y su homólogo finlandés, Jyrki Katainen, comparecen tras su reunión en Helsinki.
El primer ministro italiano, Mario Monti, y su homólogo finlandés, Jyrki Katainen, comparecen tras su reunión en Helsinki.MAURI RATILAINEN (EFE)

El primer ministro italiano, Mario Monti, continúa con su minigira europea en busca de apoyos para acelerar la puesta en marcha de los acuerdos europeos de la última cumbre y obtener el respaldo de sus socios para una respuesta colectiva a la crisis. Dentro de esta ronda de contactos que le llevará el jueves a Madrid, el dirigente italiano se ha reunido este miércoles con su homólogo finlandés, Jyrki Katainen, cuyo país se ha destacado por ser un hueso duro de roer a la hora de ayudar a los Estados del sur. Sin embargo, el primer ministro de Finlandia ha coincidido con Monti en que "la economía de mercado no está funcionando correctamente en estos momentos" y, lo que es más importante, en la necesidad de tomar medidas para que los inversores empiecen a reconocer los esfuerzos que están haciendo los países. Con ello, adelanta que arrimará el hombro para poner en marcha los acuerdos europeos lo antes posible.

"Una vez los países han hecho los deberes, esas medidas debían tener un efecto inmediato sobre la prima de riesgo", ha defendido Katainen en referencia al persistente aumento que han sufrido estos indicadores, en especial en los casos de Italia y España. La prima de riesgo equivale al sobreprecio exigido a los bonos a 10 años de cualquier país frente a los alemanes, de referencia por su seguridad, y es la mejor manera de evaluar la confianza de los inversores en las finanzas de un país.

Monti, por su parte, ha recordado las reformas que está llevando a cabo en su país —como el retraso de la edad de jubilación hasta los 66 años— y ha descartado que esté preparando el terreno para pedir un rescate. "Italia no necesita ninguna ayuda financiera para equilibrar su situación financiera", pero si apoyo para que los mercados tomen en cuenta las reformas, ha matizado. En esta tarea tiene un papel clave el Banco Central Europeo hasta que no se pongan en marcha los acuerdos del último consejo europeo. En aquella cumbre, los líderes de la UE flexibilizaron las condiciones para que los países en apuros puedan recurrir a los fondos de rescate.

Sobre este punto y de forma previa a la reunión con Katainen, el primer ministro italiano aseguraba en un diario finlandés que la eurozona está estudiando "una posible intervención en varias combinaciones que impliquen al (fondo temporal de rescate) FEEF, al MEDE y al BCE" para parar los pies a los especuladores y recuperar la confianza de los inversores en el futuro del euro.

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Monti también ha recordado que el presidente del BCE, Mario Draghi, reconoció hace una semana que “en la medida en que las primas de riesgo dificulten el funcionamiento de los canales de transmisión de la política monetaria, caen bajo el mandato del BCE”. Esta frase de Draghi, que advirtió al mismo tiempo de que el instituto emisor está listo para tomar las medidas que sean necesarias para sostener al euro, abre la puerta a que pueda volver a comprar bonos de los socios con problemas de financiación. Esta medida permitiría ganar tiempo a la espera de que los Diecisiete logren materializar la unión bancaria y financiera a final de año, pero cuenta con el rechazo frontal de Alemania, que ha aumentado la presión contra el presidente del BCE en las últimas horas para que no se exceda de los limites de su mandato —controlar la inflación—.

Berlín y el Bundesbank (banco central alemán), que tiene una influencia determinante en el BCE, tampoco aceptan la posibilidad de dotar de licencia bancaria al futuro fondo de rescate permanente, que está pendiente de su aprobación definitiva en Alemania. Esto permitiría ampliar su capacidad de préstamo de forma ilimitada y disipar el temor de los inversores de que no cuenta con suficiente poder de fuego para auxiliar a España o Italia. A este respecto, Monti se ha mostrado convencido de que obtendrá su licencia para operar como un banco y apelar al crédito del BCE "a su debido tiempo".

Monti se entrevistó el martes con el presidente francés, François Hollande, y se desplazará el jueves a Madrid para analizar la situación de la eurozona con el presidente español, Mariano Rajoy, el mismo día que se celebra la reunión del BCE de la que se espera alguna novedad en el papel del instituto emisor para atajar las tensiones en los mercados.

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