Trabajo impone el arbitraje en los convenios y facilita los despidos
Las empresas podrán reducir plantilla si prevén pérdidas transitorias
El Gobierno ha endurecido la reforma laboral en su última fase. El Consejo de Ministros aprobó ayer el decreto ley que reforma la negociación colectiva con un giro que le acerca a las posturas de la patronal y le distancia de los sindicatos. La norma fija un periodo de 8 a 14 meses en que los convenios seguirán siendo efectivos una vez hayan cumplido su plazo de vigencia. Tras ese periodo para negociar la renovación, menor al que se barajaba inicialmente, la nueva norma impone en la práctica un arbitraje forzoso para el caso de bloqueo. Además, el Gobierno aprobó un reglamento que agiliza los expedientes de regulación de empleo (ERE) y permite a las empresas instar despidos colectivos en casos en que demuestre que prevé pérdidas, sean permanentes o, en algunos casos, transitorias. El borrador inicial, que supuso un acercamiento a las posiciones sindicales cuando se negociaba la reforma de las pensiones, exigía que las pérdidas fueran permanentes y no solo coyunturales. Páginas 24 y 25
Editorial en la página 30