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La salida de la crisis

Reino Unido sale a duras penas de la recesión

La economía británica ha salido ya, aunque a duras penas, de la recesión. Según los datos oficiales, pero todavía provisionales, publicados ayer por la Oficina Nacional de Estadística del Reino Unido, la economía creció un 0,1% en el último trimestre de 2009. Un dato muy por debajo del 0,4% pronosticado por la mayoría de los analistas. La debilidad de ese crecimiento refuerza el sentimiento de que la recuperación es aún muy frágil.

El dato ha sorprendido por su pobreza, sobre todo por los indicadores positivos anteriores, como un sorprendente repunte de la inflación en diciembre que dejó el IPC en el 2,9% en el conjunto del año pasado y, sobre todo, una inesperada caída de las cifras de paro también en diciembre, la primera en 18 meses.

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Los datos publicados ayer son todavía provisionales y sólo recogen el 40% de la información de la que surgen las cifras definitivas y puede aún ser corregido al alza, aunque también a la baja. Algunos analistas aventuraban ayer la posibilidad de que la subida del IVA en 2,5 puntos, que entró en vigor el 1 de enero, y la ola de frío polar que ha sufrido este mes el país podrían hacer retornar las tasas de crecimiento negativo en el primer trimestre de 2010.

En cualquier caso, el Reino Unido, la última de las cinco grandes economías occidentales en salir de la recesión después de que ya lo hicieran Alemania, Francia, Estados Unidos y Japón, ha caído un 4,8% a lo largo de 2009, la caída anual más pronunciada desde 1949, y un 6,1% desde que entró en crecimiento negativo en el segundo trimestre de 2008. La recesión ha durado seis trimestres consecutivos, el periodo más largo desde que en 1955 empezaron las estadísticas trimestrales sobre la evolución del PIB.

El dato de ayer tiene consecuencias políticas contradictorias. Por un lado, supone sólo un alivio relativo para el Gobierno laborista con vistas a las cercanas elecciones generales, que se esperan para mayo. La fragilidad del dato impide al primer ministro Gordon Brown dar por enterrada la crisis. Pero cuestiona también la estrategia de la oposición conservadora, que defiende que empiece de inmediato el recorte del gasto público para empezar a reducir los déficit presupuestarios.

"La economía británica es propensa a la doble caída en recesión y un temprano endurecimiento de la política fiscal o monetaria podría fácilmente hundir otra vez la economía del Reino Unido", advirtió ayer Azad Zangana, economista de Schroders, la compañía de gestión de activos globales.

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