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Reportaje:breakingviews.com | Laboratorio de ideas

El mapa del tesoro de Cuomo

El fiscal de Nueva York revela quiénes cobraron bonos de entidades en crisis

Los aspirantes a plutócratas de Wall Street tal vez encuentren un salvador nuevo e inesperado: Andrew Cuomo, fiscal general de Nueva York. Quizá suene a locura. Después de todo, lleva todo el año arengándoles, siguiendo los pasos de su predecesor en el cargo, Eliot Spitzer, que consiguió convertir a banqueros de inversión, analistas de investigación y agentes bursátiles en parias (antes de convertirse también él mismo en paria).

A Cuomo no le gustaría que lo considerasen alcahuete del club del enriquecimiento rápido. Pero su último aguijonazo a la cultura de las bonificaciones, un informe titulado No Rhyme or Reason publicado el jueves, podría contribuir a ello. El informe subraya argumentos ya bien ensayados sobre el papel que desempeñaron los incentivos descaminados a la hora de llevar el sistema bancario mundial al borde del hundimiento. Pero aunque valioso, no añade mucho nuevo al debate.

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Eso se debe a que el grueso de sus conclusiones consiste en información ya disponible en la esfera pública. Una excepción es un cómputo de los empleados de cada uno de los nueve grandes bancos comerciales y de inversión en Estados Unidos que ganaron un millón de dólares o más, dos millones de dólares o más, y así sucesivamente, en bonificaciones el año pasado. Esto podría espolear más a la brigada antigratificaciones: por ejemplo, Citigroup, que necesitó varias ayudas públicas, acuñó a pesar de todo 738 millonarios el año pasado.

Pero Cuomo también ha proporcionado una rara lista de consejos para encontrar el mejor camino a la riqueza en el sector financiero. Podría ser valioso para los universitarios mejores y más brillantes, y para los muchos aspirantes a encontrar trabajo en el país; y podría también ayudar a los bancos europeos y a otros bancos extranjeros que intentan retener a los agentes estrella, o quitárselos a los bancos estadounidenses.

Una lectura rápida del informe, subtitulado The Heads I Win, Tails You Lose Bank Bonus Culture

[la cultura de las bonificaciones bancarias basada en el "cara, yo gano; cruz, tú pierdes"], revela que las probabilidades de enriquecerse son mejores, pongamos, en JP Morgan que en Bank of America. El banco neoyorquino dirigido por Jamie Dimon pagó a 1.626 miembros de su plantilla un millón o más de dólares. Bank of America, que emplea en total a más personas, pagó esa cantidad sólo a 172 empleados; y el menor coste de la vida en Charlotte explica sólo parte de la diferencia.

A quienes piensan que las bonificaciones de un millón de dólares son para perdedores, les ayudará saber que las posibilidades de ganar ocho millones o más al año son el doble en JP Morgan, donde 27 profesionales se aprovecharon de ellas, que en Citi, donde sólo 13 empleados con suerte consiguieron esos ocho millones, o incluso que en Goldman Sachs, donde 21 alcanzaron ese listón. A lo mejor a Cuomo no le hace gracia la perspectiva de que las futuras promesas de Wall Street se beneficien de su investigación, pero al menos ahora sabe dónde buscar contribuciones para su campaña.

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