El drama del paro sacude Jaén

La dignidad ha podido con el rubor. Domingo Cabrero acude a su cita con Cáritas en Jaén para llenar el carro con alimentos no perecederos con los que paliar la situación crítica de su hogar, donde tienen que alimentarse ocho bocas. “Antes me daba vergüenza venir hasta aquí, pero ahora vengo con la cabeza muy alta”, admite Domingo, quien acude a Cáritas acompañado de su hija Sara, de 25 años y madre de dos niños pequeños.

A sus 51 años, Domingo simboliza muy bien el retrato de la profundidad de la crisis económica en Jaén, una provincia con una tasa de paro de casi el 40% (la media andaluza se sitúa en torno al 36%) y que llega al 70% en el caso de los jóvenes. Este vecino de la capital jiennense estuvo trabajando en la construcción durante 12 años, hasta que llegó el crack del ladrillo y se vio en la calle. De eso han pasado ya más de tres años y, desde entonces, Domingo ha agotado ya su prestación por desempleo y está a punto de concluir la ayuda familiar de 426 euros mensuales, que es el único ingreso que entra a su casa, donde vive con su esposa, cuatro hijos y dos nietos.

Junto a la caída del sector de la construcción, en Jaén, ha pesado, y mucho, el declive de sus principales industrias. Eso ha hecho mella en una provincia con una fuerte dependencia del monocultivo del olivar, que vivió el año pasado su peor cosecha en décadas. Datos que están en estrecha relación con el hecho de que Cáritas aumentara en 2013 en más de 100.000 sus ayudas a personas necesitadas, casi un 50% más que el año anterior.

“Me levanto cada día sin ninguna esperanza, los mayores de 50 años lo tenemos mucho peor que el resto”, expone Domingo. Y no le falta razón. Desde que comenzó la crisis en 2008, los parados mayores de 45 años se han incrementado en un 150% en la provincia. “Encontrar trabajo es para ellos una misión imposible, la mayoría con hijos a su cargo, con las prestaciones agotadas, luchando contra un mercado laboral en el que no se quieren a mayores y en el que desde el Gobierno no se hace nada. Es un sector cada vez más marginado”, indica Francisco Cantero, secretario de Empleo y Relaciones Laborales de CC OO en Jaén.

Cáritas prestó el último año 100.000 ayudas más a familias necesitadas

Los sindicatos han alertado de la situación de emergencia social en la provincia, donde apenas 12.000 de los más de 103.000 parados que ha arrojado la última EPA (aumentaron en 18.900 en el segundo trimestre del año) reciben una prestación contributiva. Además, cuatro de cada 10 personas que tienen empleo lo tienen de carácter precario y 98 de cada 100 contratos que se formalizan anualmente son temporales. Y tampoco los datos de este año animan al optimismo, pues en los primeros cinco meses se han perdido 21.000 afiliados a la Seguridad Social.

¿Qué está ocurriendo? Para el coordinador provincial de IU, Luis Segura, “la provincia de Jaén ha sido víctima, durante décadas, de políticas presupuestarias que, en materia de inversiones, la han olvidado y marginado, fundamentalmente desde el Estado, lo que inevitablemente se traduce en atraso económico y social”. Y en medio de este panorama, PSOE y PP han protagonizado en las últimas semanas una nueva polémica con relación a las ayudas a la industrialización.

Los socialistas culpan al Gobierno central de haber eliminado a Jaén de este programa, nacido al amparo del Plan Activa creado durante el Gobierno de Zapatero, y de haberlas mantenido, en cambio, en Soria y Teruel, provincias que compartieron con Jaén planes de industrialización por sus bajos niveles de convergencia. “No quiero pensar que esta discriminación tenga que ver con los territorios y con quienes los gobiernan”, apuntó el senador socialista Felipe López, en alusión a que Jaén cuenta con gobiernos socialistas en Andalucía y en la Diputación, mientras que en Teruel y Soria gobierna el PP. Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Jaén, Juan Lillo, sostiene que las ayudas no se concedieron porque no hubo suficientes solicitudes empresariales.

En medio de este sombrío escenario, muchos jiennenses se ven obligados a subsistir de la caridad. Cáritas Diocesanas prestó el año pasado 245.548 ayudas, casi un 50% más con respecto al año anterior. “Si antes una familia se atendía una vez al mes, este año, se atiende tres o hasta cuatro veces y eso ha supuesto un incremento enorme del número de ayudas y de intervenciones”, explica Rafael López Sidro, director de esta organización, quien alerta de la “fractura social” y del aumento de la “desigualdad” entre los habitantes de la provincia.

El número de parados mayores de 45 años ha crecido un 150%

Esta situación también se refleja en los datos de población. Las últimas cifras sobre variaciones residenciales publicadas por el Instituto Nacional de Estadística (INE) confirman que la sangría demográfica de la provincia de Jaén crece cada año. Y es que solo 10 de los 97 pueblos de la provincia no perdieron población en 2013. Son los casos de Begíjar, Cambil, Carboneros, La Guardia, Guarromán, Martos, Santa Elena, Sorihuela del Guadalimar, Torres de Albanchez y Villarrodrigo, en su mayoría pequeñas poblaciones con un acusado envejecimiento de su censo.

De igual forma, en el último año cambiaron de domicilio más de 15.000 jiennenses, de los que casi un tercio lo hicieron en la propia provincia, y el resto a otras provincias andaluzas y españolas, en especial Madrid y Barcelona. La emigración vuelve, pues, a niveles de décadas lejanas. Y no se computa el número de jiennenses que se fue al extranjero, sobre todo muchos jóvenes.

Entre los municipios que perdieron población el último año —se encuentran también la capital y ciudades como Linares, Andújar o Úbeda— hay casos especialmente graves. Un ejemplo es Jódar, donde la dependencia del olivar es absoluta, por lo que la nefasta cosecha del pasado año se cebó con los más de 5.000 perceptores de cartillas agrarias.