Una puñalada inglesa a la República
Una nueva investigación aporta datos sobre cómo el BOB, un banco británico, asfixió financieramente al Gobierno legítimo de España. Fue otra de las traiciones que le forzaron a jugar la carta soviética
Las penas del Tratado de Lisboa no han concluido
Un tiempo de sangre y fuego
Los mitos siguen impidiendo analizar por qué Stalin pactó con Hitler y se inició hace 70 años la II Guerra Mundial. Los republicanos españoles acertaron: lo que pasó aquí fue el preludio de lo que sucedió en Europa
Un político británico que no nos hace falta
El golpe de Casado y el final de la guerra
Un grupo de anarquistas y socialistas se rebeló el 5 de marzo de 1939 contra el Gobierno de Negrín. Querían negociar la inminente derrota republicana. No les sirvió de nada, Franco no tuvo piedad con los vencidos
Stalin y España
Ángel Viñas cierra su trilogía sobre la República española con el volumen 'El honor de la República' (Crítica). Se reproducen aquí extractos de los análisis soviéticos respecto a la derrota sufrida frente a las fuerzas de Franco, entre ellos un informe de Serguéi Grigorievich Marchenko, encargado de negocios de la URSS en la época del Gobierno de Negrín, y más tarde ejecutado en su país
Múnich, Negrín y Franco
Violencia estructural
El miedo al conocimiento histórico
La reacción de algunos políticos a la providencia del juez Garzón para censar a las víctimas del franquismo quiere cerrar las puertas al conocimiento histórico y les niega a los muertos la honra debida
Negrín y 35 viejos militantes socialistas
El que el congreso del PSOE haya rehabilitado a 36 militantes, entre ellos Juan Negrín, significa predicar con el ejemplo. No se puede recuperar la memoria histórica sin asumir la propia
Un agente estalinista, cerebro del asesinato de Nin
Viñas rememora los sucesos de mayo de 1937 en Barcelona que supusieron un golpe mortal para el POUM
Las razones de Stalin para intervenir en España
Ángel Viñas analiza por qué las democracias no ayudaron a la República durante la Guerra Civil
Decisivo apoyo de los fascistas para el triunfo de los sublevados
La República pidió armas a Berlín. Hitler se decantó por Franco