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La Justicia aprueba el acuerdo de Microsoft con E UU sobre las medidas antimonopolio

El estado de Massachusetts había pedido un endurecimiento de las sanciones

Un tribunal federal de apelaciones de Washington ha dado esta madrugada el visto bueno al histórico acuerdo al que llegó Microsoft, considerado culpable de prácticas monopolísticas, con el departamento de Justicia de EEUU. La decisión de los jueces constituye una victoria para el gigante del software y echa por tierra las objeciones de Massachusetts, estado que señaló que las sanciones contra la multinacional informática eran demasiado leves.

La decisión de hoy tiene grandes repercusiones para el gigante informático, cuyos productos están presentes en un 95 por ciento de los ordenadores personales de todo el mundo.

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El tribunal de apelaciones respalda y mantiene con un dictamen adoptado de forma unánime por los magistrados que lo integran, la decisión de la juez Colleen Kollar-Kotelly, que en 2002 dio el visto bueno al acuerdo alcanzado entre el Departamento de Justicia y Microsoft, que ponía fin al proceso por prácticas monopolísticas.

Un largo proceso

El punto de partida del proceso fue la denuncia por la integración del navegador Internet Explorer en el sistema operativo Windows. En junio de 2000, la denuncia presentada por los competidores de Microsoft fue resuelta con el fallo del juez Thomas Penfield Jackson, que ordenó la división del gigante del software en dos compañías como sanción por haber violado las regulaciones antimonopolio.

Un año mas tarde, un tribunal de apelaciones mantuvo como hecho probado que Microsoft había actuado como un monopolio, pero retiró algunas de las sanciones impuestas por Jackson. En noviembre de 2001 el Ejecutivo estadounidense y la compañía de Bill Gates alcanzaron un acuerdo que no todos los Estados aceptaron como válido. Algunos lo aceptaron, desistiendo de posteriores acciones legales.

El fallo conocido esta madrugada, de 83 folios, pone punto y final a la disputa legal, y determina que el acuerdo alcanzado entre Microsoft y el Departamento de Justicia en noviembre de 2002 tras una larga disputa legal, es en el mejor interés del público.

El acuerdo ya no contempla la división de la empresa, pero si la obliga a entregar a sus competidores los protocolos de servidor que utilizan sus sistemas, ofrecer a todos los fabricantes de ordenadores un método uniforme de licencias de Windows, además de prohibir los contratos exclusivos que dejaban fuera de los PCs al software de otros productores.

Massachussets siguió litigando

Massachusetts, fue el único estado que continuó presionando para que se multase más duramente a la compañía, pues entiendía que este acuerdo estaba lleno de defectos. Los abogados de este Estado argumentaron que, entre otras cosas, este acuerdo no impediría que Microsoft continúe integrando sus productos de software en el sistema operativo "Windows" para cerrar el paso a sus competidores.

Microsoft, por su parte, se defendió señalando que los requerimientos de Massachusetts eran demasiado drásticos y en la práctica supondrían diseñar "Windows" de nuevo, lo que calificaron de "tarea casi imposible".

Este no es el único caso en el que se ha condenado la manera de actuar de Microsoft. Las autoridades europeas decidieron en marzo que las tácticas de la corporación para promocionar sus productos multimedia -integrados en su sistema operativo- perjudican injustamente a sus competidores, por lo que impusieron una multa récord de 613 millones de dólares a la compañía.

Las autoridades europeas decidieron en marzo que las tácticas de la corporación para promocionar sus productos multimedia -integrados en su sistema operativo- perjudican injustamente a sus competidores, por lo que impusieron una multa récord de 613 millones de dólares a la compañía.

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