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¿Quieres evitar el gran atasco? Mira tu móvil

Las 'apps' miden cada vez con más precisión el tráfico a partir de varias fuentes de información

Jaime Villanueva

Viernes 11 de agosto. Arranca la Operación Salida del gran puente del verano y del inicio (otro) de las vacaciones. La DGT prevé más de 8,1 millones de desplazamientos hasta las doce de la noche del próximo martes, 15 de agosto. El objetivo es alcanzar el destino soñado cuanto antes, sea la playa, la montaña, las fiestas patronales o el festival de música. Para huir de la ciudad lo antes posible, muchos se encomiendan una vez más a su objeto más preciado: el móvil. En esa pequeña pantalla una app les dirá qué salidas evitar, qué peajes elegir, si hay algún accidente en el camino que les pueda complicar la ruta o si a la llegada se van a encontrar con un pelotón de veraneantes retenidos. El nivel de actualización de herramientas como Google Maps, Waze, TomTom o Here Maps parece arte de magia. Pero no lo es.

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“Hoy por hoy ninguna aplicación de navegación depende solo de una fuente”, explica Pieter Gillegot-Vergauwen, vicepresidente de producto de TomTom. “A más fuentes, más precisa será la información que daremos, y también más difícil que esta induzca a error o que pueda ser pirateada”, continúa. La cantidad importa. Por lo general, las apps de mapas se nutren de cuatro fuentes para elaborar la información sobre tráfico que ofrecen a sus clientes: los datos oficiales, los de empresas privadas (ya sean ellas mismas o terceras compañías como los servicios de transporte privado tipo Uber), las aportaciones de voluntarios activos y el fruto del uso de la propia herramienta por parte de los usuarios, que envían todo cuanto les acontece en sus trayectos de forma pasiva a las compañías. Pero cada empresa hace un uso distinto de toda esta amalgama para llegar a un resultado final.

Una comunidad activa

Waze surgió en 2008, cuando empezaban a florecer los dispositivos GPS. Entonces los mapas no avisaban del tráfico que iba a haber. Simplemente se limitaban a señalar la ruta más rápida en condiciones normales, con sus límites de velocidad, posibles localizaciones de radares, lugares de interés como gasolineras, y poco más. “Nuestros fundadores creían que la comunidad podía ayudar a crear mapas más precisos y actualizados, y así diseñaron una plataforma gratuita para hacerlo realidad”, cuenta Di-Ann Eisnor, jefa de crecimiento de Waze. La aplicación israelí creció gracias al compromiso y la colaboración de sus usuarios, los wazers. Hoy suman más de 65 millones de conductores activos cada mes. Una buena parte de ellos no solo aporta los datos que envía su móvil de manera genérica, sino que además se toma la molestia de señalar incidencias, accidentes o tráfico inusual. “También nos apoyamos en casi 400.000 voluntarios activos que editan y actualizan nuestros mapas por todo el mundo para que tengamos planos más precisos”, amplía Eisnor.

En el caso de Waze se ha logrado construir una herramienta creíble y precisa cuyo motor y factor diferencial es la aportación activa de la propia comunidad. Tan creíble y precisa que el jefe de Apple, Tim Cook, recomendó su uso en una carta de 2012 en la que se disculpaba por las deficiencias de la herramienta de mapas del gigante de Cupertino. Lo hacía sin saber que un año después Waze sería adquirida por Google a cambio de 900 millones de euros. La compra era un win-win para el buscador: sumaba a uno de los principales competidores de Google Maps, que además ganaba una importante fuente de información para seguir creciendo en paralelo a Waze, pero con un modelo distinto.

El tráfico en Barcelona, visto desde un mapa de Waze.
El tráfico en Barcelona, visto desde un mapa de Waze.

Google Maps tiene más de mil millones de descargas. Es de largo la aplicación de navegación con más presencia en dispositivos móviles, y no solo en Android, ya que tras la crisis de los mapas de Apple la compañía de la manzana también aceptó a su gran rival en su catálogo. Waze no llega ni a una décima parte de ese alcance, pero los datos de su comunidad son especialmente relevantes a la hora de presentar incidencias en tiempo real a los usuarios. Con ello Maps complementa la que es su principal fuente de información: los datos pasivos.

La importancia de ser Google

La aplicación de mapas de Google se inicia por defecto al encender el móvil, y permanece en todo momento en segundo plano. Desde allí, aunque nadie la abra para ver cómo llegar a esa playa recóndita del pueblo de al lado, envía información sobre la geolocalización del teléfono. Información tan exacta que, inteligencia artificial mediante, se puede determinar cuándo el usuario ha cogido un coche y se ha echado a la carretera. Y hoy en día en cada coche hay, como poco, un smartphone. Esto lo hacen todas las aplicaciones de mapas, pero la información recogida por Google termina siendo la más certera teniendo en cuenta que Maps está instalada prácticamente en cualquier teléfono inteligente. Si saben a qué velocidad vas tú, y el coche de al lado, y el de delante, y el de detrás, y los que acaban de empezar a aminorar porque empiezan las retenciones playeras, pueden elaborar un mapa de tráfico prácticamente perfecto. Quizás a los que ya están en marcha les coge un poco tarde, aunque siempre podrán intentar optar por vías alternativas. Pero si alguien lo ve antes de ponerse al volante tendrá la ocasión de pensárselo dos veces.

Desde hace poco Google Maps ha comenzado además a enviar alertas personalizadas a cada usuario. Hace recomendaciones para llegar efectuar mejor sus rutas habituales. Cuando ven que el camino de casa al trabajo está especialmente complicado, avisa, y ofrece una vía alternativa. Para entender los movimientos en la congestión diaria, Google hace uso del histórico de información que atesora. Sabe cuál es el tráfico habitual un lunes por la mañana, con lo cual es capaz de diferenciar si este lunes es particularmente odiable por sus atascos o porque estamos en agosto y ya somos de los pocos que nos levantamos para ir a trabajar. Es muy posible que cualquier persona que lleve un tiempo viviendo en un municipio calcule el tráfico que va a tener cada día con bastante precisión. Pero ese cálculo no está realizado con las incidencias de cada momento, y a menudo no llega a generar la solución más adecuada, algo que sí logra una app.

Fuentes públicas y privadas

La otra gran pata de la información de tráfico es la que siempre ha estado ahí: las autoridades. “Contar con información oficial es vital. Tiene que estar en el núcleo de un mapa”, subraya Edzard Overbeek, director ejecutivo de Here Maps, empresa presente en el software de más de 100 millones de automóviles. “Actualizamos nuestra base de datos más de dos millones de veces al día. Para ello es importante tener los datos de las autoridades, que además pueden hacer llegar sus recomendaciones y novedades a los ciudadanos a través de nosotros”, cuenta. En España, tanto la DGT como sus homólogas municipales y regionales mantienen actualizados, abiertos y geolocalizados los datos del estado de las vías. Eso significa que cualquiera puede cogerlos y utilizarlos para mejorar el servicio de sus aplicaciones.

Tráfico en Madrid en la tarde del jueves 10 de agosto según Here Maps.
Tráfico en Madrid en la tarde del jueves 10 de agosto según Here Maps.

Las autoridades de tráfico reconocen la utilidad de las aplicaciones a la hora de descongestionar las carreteras. La DGT tiene su propia app, pero no solo eso, también colabora con la herramienta española SocialdDrive con un intercambio de información en tiempo real entre ambos servicios. Una ayuda mutua ya que a la DGT también se le pueden escapar algunas cosas. Del mismo modo, el Servei Català de Trànsit y el Ayuntamiento de Barcelona se asociaron el año pasado con Waze para compartir sus incidencias.

Estas compañías pueden además asociarse con las de transporte privado para tomar los datos de sus conductores. “También conseguimose información de tráfico urbano gracias a nuestra herramienta Transport SDK”, revela Di-Ann Eisnor desde Waze. Transport SDK es el enlace entre Waze y plataformas como Cabify o Lyft. Las empresas de ride sharing utilizan los mapas y la información de Waze y a cambio la app se beneficia de los datos de todas sus flotas. Lo mismo que hace Uber con TomTom. O Blablacar con SocialDrive. Así consiguen un flujo diario y constante de referencias de tráfico. Gracias a ello, tal vez, evitaremos el gran atasco.

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