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El coste del crédito a las empresas españolas cae a mínimos históricos

Las sociedades pagan un tipo de interés medio del 1,83% en sus nuevos préstamos, según datos del BCE

Antonio Maqueda

El coste de financiación de las empresas españolas ha vuelto a caer a mínimos históricos. Según el Banco Central Europeo, en julio el tipo medio de financiación de las sociedades no financieras cayó en España en las nuevas operaciones hasta el 1,83%, unos niveles jamás conocidos. Y lo mismo ocurría en la zona euro: el tipo medio registraba un nuevo suelo en el 1,73%. El motivo de esta fuerte caída son las políticas del BCE. Pero hay otras: las grandes compañías han vuelto a pedir créditos y lo reciben a un precio menor, lo que baja el tipo medio. También mejora la calidad crediticia y de los activos que se ponen como garantías.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.
El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi.Valda Kalnina (EFE)

El coste de financiación de los nuevos créditos sigue cayendo. Como destacaba ayer el BCE en su boletín económico, en la zona euro el tipo correspondiente a “los préstamos concedidos a las sociedades no financieras siguió cayendo hasta registrar un nuevo mínimo histórico en julio”. Y añade: “Entre mayo de 2014 y julio de 2017, los tipos de interés sintéticos de los préstamos concedidos a sociedades no financieras y a los hogares cayeron 119 puntos básicos y 103 puntos básicos, respectivamente. En el caso de las sociedades no financieras, esta reducción fue especialmente pronunciada en los países vulnerables de la zona del euro”. Con los datos del BCE, el tipo medio de los nuevos créditos en España alcanzó el 5,96% en septiembre de 2008, justo en el pico de crisis financiera. A finales de 2013, se situó en el 3,8%. Y desde entonces ha estado bajando de manera ininterrumpida hasta estabilizarse durante el último año en una horquilla entre el 2% y el 1,9%. Sin embargo, en junio y julio de este año el tipo volvió a perforar suelos y se ha colocado en julio en el 1,83%.

Como indica el BCE, “en general las pequeñas y medianas empresas se han beneficiado en mayor medida de las caídas de los tipos de interés de los préstamos bancarios”.

Esta dinámica obedece a las políticas ultraexpansivas del BCE: después de que el banco central haya inyectado cantidades ingentes de liquidez en el sistema financiero, la banca anda sobrada de fondos. Sin embargo, mantener el dinero de forma física en una caja fuerte tiene un coste. Así que en un primer momento las entidades depositaban esos dineros en el BCE como un apunte contable. Sin embargo, al comprobar esto, Mario Draghi decidió imponer a los bancos una penalización del 0,4% por dejar su dinero ocioso en el banco central. Y en un mercado con exceso de liquidez, las entidades se han visto forzadas a prestarse entre ellas a tipos negativos con tal de evitar el 0,4% del BCE. En lugar de prestarse entre ellas, las entidades podrían dedicar el dinero a compras de bonos, pero las rentabilidades de estos también están en negativo por las compras masivas del BCE. En definitiva, tener el dinero en un lugar seguro se cobra caro, y eso traduce en tipos de referencia negativos que bajan mucho los tipos y erosionan la rentabilidad del sector bancario.

No obstante, en esas condiciones los costes de financiación de las entidades de crédito también se han desplomado hasta otro mínimo histórico, impulsados sobre todo por el comportamiento de la remuneración de los depósitos, que en julio “experimentó una ligera contracción y se anotó un nuevo mínimo histórico”, según recoge el boletín. La banca acumula tanto efectivo que apenas retribuye por los pasivos.

Más demanda de las grandes

Este nuevo descenso de los tipos exigidos a las empresas puede fundamentarse en otras razones añadidas. Según explican fuentes financieras, las empresas han vuelto a pedir crédito bancario. Con la crisis, en una primera fase tiraron de su caja para financiarse. Los grupos internacionalizados incluso se financiaron a través de sus filiales en el extranjero. Luego, cuando el BCE consiguió que bajasen los tipos de las emisiones de deuda, optaron por recabar los fondos en el mercado. Las más grandes hasta han colocado deuda al BCE. Pero según los datos más recientes del Banco de España, ahora han vuelto a pedir crédito directamente a los bancos.

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Caben dos explicaciones. Por un lado, parece que las entidades están bajando los tipos que ofrecen a las grandes empresas, que además por la regulación le suponen menos exigencias de capital.

Por otra parte, quizás algunas compañías ya se están preparando ante la posibilidad de que el BCE empiece poco a poco la estrategia de normalización monetaria. No obstante, en el mercado se prevé que los tipos sigan bajos durante bastante tiempo. “Los indicadores de la inflación subyacente han repuntado ligeramente en los últimos meses, pero en su conjunto permanecen en niveles moderados. En consecuencia, aún se necesita un grado de acomodación monetaria muy sustancial”, reza el boletín del BCE.

Otra posible razón de la caída de los tipos en las nuevas operaciones estriba en que con la recuperación está mejorando la calidad crediticia de las empresas y eso rebaja, por tanto, los intereses. Además, estas pueden disponer de más activos de calidad que ponen como garantías y que también rebajan el coste de financiación.

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Sobre la firma

Antonio Maqueda
Periodista de la sección de Economía. Graduado en Periodismo en la Universidad de Navarra y máster por la Universidad de Cardiff, ha trabajado en medios como Cádiz Información, New Statesman, The Independent, elEconomista y Vozpópuli.

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