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Vuelta al trabajo con menos cargas

El final de las vacaciones puede ser una oportunidad para reconsiderar inversiones y recortar gastos

María Fernández

Dice el refrán que no es más rico el que más tiene, sino el que menos necesita. La vuelta al trabajo es uno de esos momentos del año en que conviene replantearse los gastos para afrontar el fin de las vacaciones y ordenar los pagos que se avecinan. Estos son algunos consejos.

Jeffrey Coolidge (Getty)

1. Hacer un presupuesto

Es la recomendación más repetida para todo el año: la importancia de planificar. Las vacaciones son la oportunidad perfecta para gastar, pero normalmente se suele olvidar que a la vuelta empieza uno de los meses de mayor consumo del año, según recuerdan en la CNMV. De media, cada familia se gasta unos 884 euros por hijo en la vuelta al colegio, según datos de consumidores OCU y Fuci. Idealo calcula que, para primero de la ESO, este año el precio de los libros está entre los 237 euros y los 319, dependiendo de dónde se realice la compra, con lo que el ahorro puede ser considerable. En una encuesta entre 2.500 familias, el portal Privalia detectó que el 92% de las personas prefiere adelantarse a estos dispendios para "ganar en tranquilidad" (48%) o "ahorrar" (41%) y evitar encontrar agotados los mejores productos. Planear las compras, hacer una lista de desembolsos por orden de prioridad, contar con un fondo de reserva o comparar precios, tanto de tiendas físicas como en Internet, ayuda a llevar la cuesta de septiembre.

2. Poner coto a las deudas

Los préstamos rápidos pueden salir muy caros, así que lo mejor es priorizar su amortización. El interés medio de los personales ronda el 8% y el del aplazamiento del pago de la tarjeta puede llegar a superar el 20%. "Acudir a la financiación de las vacaciones es uno de los principales motivos que provocan que una persona pueda llegar a una situación de sobreendeudamiento", advierten en Repara tu deuda. Un estudio de la empresa calcula que el 58% de los españoles ha salido de vacaciones este verano y se ha gastado (per capita) 1.651 euros. De ellos, un 42% ha tirado de tarjeta de crédito y otro 22% recurrió al pago aplazado. De ese modo la vuelta al trabajo se complica. "¿Quién quiere tener que seguir pagando unas vacaciones dos años después de disfrutarlas?", se preguntan en la CNMV. En el portal Finanzas para Todos resumen que, si el mal está hecho, antes de endeudarse por una nueva adquisición es conveniente calcu­lar los gastos adicionales del reembolso del préstamo o crédito más los intereses.

3. Repasar facturas

Si en una negociación hay que estar dispuesto a perder plumas, en la planificación financiera hay que mentalizarse para renunciar a ciertos productos o servicios. Revise todas las domiciliaciones y pregúntese si hay alguna factura que podría modificar o cancelar. Esto también es válido para los gastos habituales, desde energía a los seguros. Una encuesta del comparador CrediMarket señala que las comisiones en la operativa bancaria son lo que más disgusta a los usuarios y el principal motivo de la "infidelidad" a un banco entre las personas de mediana edad. En telefonía, las compañías se han lanzado a una nueva guerra comercial a por los clientes a los que llaman no frills (sin aditivos), personas que necesitan un servicio básico de telecomunicaciones, tanto de conexión de banda ancha como de móvil, al precio más asequible.

4. Invertir con cabeza

La otra cara de la moneda, el rendimiento del ahorro, también puede mejorar. Conocer nuestra tolerancia al riesgo es básico para poder optar entre los distintos productos del mercado en función de nuestros objetivos, la rentabilidad y el plazo. Ojo con las comisiones de los fondos de inversión. La gestora Self Bank explica que hay que distinguir entre las que son obligatorias, como la de gestión y la de depósito (que hace referencia a la custodia del capital), frente a otras, como la de suscripción o la de reembolso. Ambas son optativas, al igual que lo es la "comisión de éxito". "Todas ellas reducen la rentabilidad del fondo, así que debemos tenerlas presentes".

5. Plantear reclamaciones

Puede ser el momento de poner freno a los abusos de las entidades que han dado lugar a fallos sonados en el Tribunal Supremo, como el de las cláusulas suelo o los gastos de la compra de vivienda. "La mayoría de las sentencias sobre la devolución de los gastos hipotecarios son favorables al consumidor", recuerdan en Sanahuja Abogados. Sin embargo, todavía hay una gran disparidad de criterios en los juzgados frente a las reclamaciones de la devolución del impuesto de actos jurídicos documentados. Entidades como BBVA o Sabadell, apuntan en el despacho, han abierto vías extrajudiciales para solucionar los conflictos. "Lo importante es saber qué se puede reclamar y qué no, porque la nulidad de los contratos puede reclamarse en cualquier momento, no prescribe", dice Estel Romero, abogada especializada en derecho bancario.

6. Elegir el canal

Para ahorrar, ¿Internet o el comercio tradicional? Depende. La clave es no dejarse llevar por la primera oferta. La Asociación de Internautas describe que los productos o bienes adquiridos online tienen las mismas garantías que los de las tiendas físicas. "Ante los precios increíblemente atractivos desconfiemos, puede tratarse de un error o un fraude. Ni que decir tiene que esa desconfianza debe aumentar ante las ofertas gratuitas. En cualquier caso, una garantía es escoger una tienda adherida al sistema arbitral de consumo". En este sentido, lo mejor es utilizar una tarjeta de crédito vinculada a una cuenta bancaria solo para pagos por Internet donde poder hacer imposiciones por el importe exacto de las compras.

7. Pequeños esfuerzos

Parece una verdad de Perogrullo, pero hay muchos pequeños gestos que, sumados, permiten obtener ventajas importantes. Una opción es empezar a replantearse los gastos en ocio y textil a la vuelta de vacaciones: ¿Puede evitar comer fuera de casa? ¿Es necesario renovar el vestuario o mejor esperar a rebajas? La diferencia entre el supermercado más caro y el más barato puede llegar a suponer, según la OCU, 3.000 euros de ahorro. También se puede evitar gastar comparando precios en gasolineras, o ajustando la compra para no tirar comida a la basura. Y, lo que es tan importante, mentalizarse de que alimentando un colchón financiero las cuestas de septiembre y enero se llevan mucho mejor.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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