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Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Seguros españoles en Europa

Al contrario que en el sector bancario español, el sector se ha reforzado por la generación orgánica de resultados

El rodaje del nuevo marco de Solvencia II para el sector asegurador europeo está siendo fuente de nueva información sectorial de gran interés, tanto por sus características y alcance como por el grado de homogeneidad de la que hasta ahora se carecía.

Uno de los aspectos llamativos es el posicionamiento relativo del sector español. Por el tamaño de su balance agregado, algo más de 300 millardos, está lejos de ser uno de los relevantes de la industria europea, cuyo balance total alcanza 11,5 billones de euros según datos proporcionados por EIOPA, el supervisor europeo. Por tanto, ese 3% que escasamente representa está muy por debajo del peso relativo de la economía española en la Unión Europea. De hecho, no sólo anteceden a España en la clasificación países como Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, por este orden, sino también otros como Holanda, Dinamarca, Irlanda y Bélgica, cuyas economías son de mucho menor tamaño que la española.

Parte de esa singularidad tiene que ver con el menor desarrollo en nuestro país del negocio de vida-ahorro. De hecho, si nos centramos exclusivamente en los ingresos por primas del ramo de no vida, España se sitúa en quinta posición, después de los grandes países (con la excepción singular de Holanda), e incluso por encima de Italia.

En cualquier caso, el comportamiento de los seguros españoles ha sido excepcionalmente bueno durante la última década de crisis. En este periodo, su balance agregado se ha expandido de manera sostenida, acumulando un crecimiento del 50%, en contraposición a la reducción del 20% del balance de la banca. En el mismo periodo se ha producido además un reforzamiento notable de su solvencia, doblando prácticamente sus fondos propios hasta superar los 40 millardos. Y al contrario que en el sector bancario español, este reforzamiento ha bebido casi exclusivamente de la propia generación orgánica de resultados. De hecho, y aun cuando se ha resentido su rentabilidad por la caída de la actividad y el contexto de tipos de interés extremadamente bajos, aquélla se mantiene globalmente por encima de los dos dígitos y casi triplica la de la banca. Las aseguradoras españolas también comparan favorablemente en solvencia frente a sus homólogas europeas. Definen una ratio del 225% frente al capital requerido, por encima de la media de la Unión Europea y de las de los principales países, con la excepción de Alemania.

No es menos cierto que existen grupos entidades, en general pequeñas-medianas, distantes de niveles de solvencia-rentabilidad razonables, y también por supuesto el sector enfrenta notables retos de digestión regulatoria, adaptación tecnológica y dinámica competitiva. La ventaja es que tiene un margen de recorrido mayor que en los países de nuestro entorno. En un ámbito además donde probablemente acabe siendo más necesaria su presencia; en la canalización del ahorro previsional a largo plazo.

(*) Daniel Manzano e Iratxe Galdeano son profesores de Afi, Escuela de Finanzas

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