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¿Quién será el jefe de Uber? Los nombres que más suenan en Silicon Valley

Comienza la búsqueda de un sustituto como consejero delegado de Uber mientras los cargos intermedios piden la vuelta de Travis Kalanick

Dos semanas después de la destitución de Travis Kalanick como consejero delegado de Uber, las quinielas por la sucesión están abiertas. De manera insólita, la empresa funciona sin director financiero, sin responsable de operaciones, con un mermado equipo de márketing y sin presidente. Todos han dimitido. Pero ya hay muchos nombres que suenan. Los perfiles son variados: destacan ejecutivos vinculados a Twitter y Ford. Y mientras, los mandos intermedios están moviendo hilos en las oficinas para pedir la vuelta del fundador.

Travis Kalanick, en un acto en diciembre.
Travis Kalanick, en un acto en diciembre.MONEY SHARMA (AFP)

Entre el amalgama de nombres que suenan para llevar las riendas de la startup más valiosa del mundo, cuya valoración supera los 60.000 millones de dólares, hay un nombre que destaca: Adam Bain, actualmente en Twitter, donde llegó hace seis años. Entre sus méritos está crear el sistema publicitario de la red social.

El candidato más veterano, con gran apoyo por parte del sector de inversores más críticos con Kalanick, sería Jeff Immelt, de 61 años, que está a punto de dejar la dirección de General Electric. A su favor está la experiencia en una gran compañía; en su contra, el escaso conocimiento del mundillo startup, donde las decisiones se toman rápido pero también se corrigen sobre la marcha.

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Mark Fields, recién destituido en Ford, firme impulsor del coche sin conductor, gusta por su visión de usar el vehículo como un servicio compartido que atenúe la presión del tráfico en las ciudades.

Meg Whitman, veterana (60 años) al frente de la división de empresas de HP, es una de las dos mujeres en la quiniela. Conoce bien el sector y lanzaría un mensaje poderoso contra los que acusan a Silicon Valley de falta de diversidad.

La otra mujer bien posicionada, aunque un fichaje prácticamente imposible, sería Sheryl Sandberg, la mano derecha de Mark Zuckerberg en Facebook. El consejo solo puede buscar seducir a esta candidata haciéndole ver que dejaría de ser la eterna número dos para tener todo el poder y protagonismo.

Mientras el consejo busca al candidato perfecto para sustituir al fundador, internamente un movimiento trata de restituir a Travis Kalanick. A finales de la semana pasada comenzó la distribución de una carta cuyo título desvela el sentido: Uber is TK and TK is Uber. Es decir Travis Kalanick y Uber son lo mismo.

TK —como se refieren a Kalanick internamente— "tiene sus aristas, como todos, pero es uno de los mejores líderes que hemos visto nunca”, arranca la misiva que los mandos intermedios están moviendo en las oficinas para pedir la vuelta del fundador. A pesar de su personalidad, destacan el empuje en la misión: “Su pasión, visión y dedicación con Uber no tienen comparación. Sin él no estaríamos aquí hoy. Pensamos que tiene el potencial para evolucionar y ser el líder que necesitamos. Travis es crítico para nuestro éxito futuro”, terminan. El documento ha superado las 1.000 firmas de apoyo. Una cifra notable, pero que solo representa el 10% de los empleados. Sin contar a los conductores, que no cuentan como tales.

En la carta se ponen directamente nombres a los que dirigirse y mostrar su malestar por la situación: Arianna Huffington y Garrett Camp, que dirigen la investigación por casos de abuso sexual y acoso en el trabajo que se ha llevado por delante a Kalanick.

¿Una vuelta tras un despido?

Esta posible vuelta del recién despedido fundador, inicialmente descabellada, tiene precedentes en Silicon Valley. El caso más reciente es el de Jack Dorsey, en Twitter, destituido en 2008 como consejero delegado de la empresa para que otro cofundador, Evan Williams, tomase las riendas. En 2015 volvió a ocupar el trono después de fundar Square, una startup de pagos móviles que también cotiza en Bolsa. Hace malabarismos para conservar el puesto en ambas empresas.

El más célebre, no obstante, fue el caso de Steve Jobs. Fundó Apple junto a Steve Wozniak en 1976. En 1985, con 30 años, vio cómo un ambicioso John Sculley, que él mismo fichó procedente de Pepsi, le despedía. Tras salir de apple, Jobs se entretuvo en la creación de Pixar, hoy propiedad de Disney, una firma que revolucionó el cine de animación con Toy Story. Y también creó Next, con un nuevo sistema operativo. Apple puso los ojos en esta última hasta adquirirla en 1997. Entonces, Jobs adoptó el rol de consejero delegado interino y fue ratificado pocos meses después. Ejerció el  cargo hasta pocos meses antes de morir, cuando cedió el testigo a Tim Cook.

No todos corren la misma suerte. Parker Conrad fundó Zenefits en 2013. El consejo le relevó en 2016 tras un escándalo legal. Ahora ha creado una compañía nueva, Rippling, pero no se tienen noticias de su vuelta.

La recién desaparecida Yahoo mantuvo a Jerry Yang al frente desde su fundación en 1994 hasta 2008, cuando era más que evidente su incapacidad para competir de tú a tú con Google. Las búsquedas ya tenían un rey y no empezaba por "Y". En 2012 salió por completo de la empresa que él mismo fundó. Pasó a la historia por rechazar la oferta de compra por parte de Microsoft a un precio de 45.000 millones de dólares. Consideró que infravaloraba su firma. Verizon la acaba de absorber por 4.450 millones de dólares.

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