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La actividad en el sector inmobiliario es una cuarta parte de la registrada en 2004

La caída en el número de visados de dirección de obra nueva ha sido del 90,8%, según Euroval

La actividad del sector inmobiliario español está todavía muy lejos de los niveles medios que tenía hace apenas una década.
La actividad del sector inmobiliario español está todavía muy lejos de los niveles medios que tenía hace apenas una década.

A pesar de que el sector inmobiliario español está levantando cabeza, la reciente crisis económica le sigue pasando factura. De acuerdo con una reciente simulación realizada por la tasadora Euroval, esta actividad, considerando diversos indicadores como las hipotecas constituidas, los ingresos y gastos de construcción o las transacciones efectuadas, se encuentra muy por debajo de los niveles que alcanzó en los años del boom residencial. “Es una cuarta parte de la alcanzada en los años del boom, muy lejos de los niveles medios que tenía hace apenas una década”, explica.

Los datos de Euroval llaman la atención sobre el hecho de que “no hay casos conocidos de sectores económicos” con un peso similar en el Producto Interior Bruto (PIB) de un país, como el que tuvo el inmobiliario en su momento de mayor auge, “que sufran en menos de una década pérdidas que superan el 80%”.

Un indicador clave, en opinión de Euroval, que refleja esta caída es el de las tasaciones sobre viviendas, que, a pesar de la significativa recuperación anotada en 2016, se encuentra todavía en niveles muy inferiores a los de 2006, de menos de la mitad: 1.399.200 tasaciones en aquel año frente a 625.000 en 2016. La comunidad con mayor número tasaciones en 2016 fue Andalucía, con 129.200, seguida de Cataluña, con 120.400, Comunidad de Madrid, 85.300, y Comunidad Valenciana, 76.700.

Otro indicador de referencia que explica esta situación es la oferta de viviendas, que también este periodo muestra una marcha paralela a las tasaciones. Además, en este caso las conclusiones de Euroval destacan el “comportamiento anómalo” de la demanda de vivienda en España, pues “se observa, pese al importante ajuste de precios, una débil demanda ante la incertidumbre de la economía y el empleo. La persistencia de este hecho lleva a un retraimiento importante y generalizado en la oferta de nueva vivienda”.

De esta manera, y mientras hasta 2010 las tasas anuales de crecimiento del parque de viviendas en nuestro país lo hacían a ritmos del 5%, para todo el período 2006-2016 este crecimiento ha sido únicamente del 8,9%. Los datos de la tasadora Euroval también señalan que este débil crecimiento se ha concentrado, sobre todo, en las viviendas principales, que han pasado de las 15.0429.540 unidades en 2004 a las 18.968.955 el pasado año. Los análisis de Euroval también constatan que la caída desde 2004 en el número de visados de dirección de obra nueva ha sido del 90,8%. Por comunidades, este retroceso oscila entre el 82 y el 93%.

El último indicador que analiza Euroval es la evolución de las viviendas iniciadas y terminadas en nuestro país, para concluir que la comparación de ambas magnitudes pone de manifiesto el fuerte contraste entre la situación pre crisis y la actual. Si en 2008 las viviendas terminadas estaban en torno a 536.600, casi el doble que el número de las iniciadas ese año, en 2016 estas cifras fueron, respectivamente, de 50.351 y 34.351 unidades. “Es de suponer que el flujo de entradas de viviendas en el mercado tenderá a aumentar al menos en los próximos dos años”, concluye.

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