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Los estibadores paran los puertos con un seguimiento de casi el 100% en la huelga

La primera jornada de paros de los trabajadores portuarios transcurre sin incidentes relevantes

Hugo Gutiérrez

La primera jornada de huelga de los estibadores portuarios consiguió este lunes parar los puertos españoles. Desde los más grandes, como Algeciras o Valencia, hasta los de menor peso en el transporte de mercancías en España. El seguimiento por parte de los trabajadores fue prácticamente del 100%, tal y como reconocieron al unísono los propios estibadores, las empresas y el Gobierno, excepto en el Puerto de Cartagena. La jornada se cerró sin incidentes y con el cumplimiento de los servicios mínimos, según reconoció Fomento.

Estibadores de huelga en la terminal de TTIA del Puerto de Algeciras
Estibadores de huelga en la terminal de TTIA del Puerto de AlgecirasMarcos Moreno

El miércoles y el viernes hay previstas otras dos jornadas de huelga. La de este lunes transcurrió con una tranquilidad en los puertos. Una calma inesperada para algunos trabajadores, que esperaban protestas de mayor intensidad. Sin embargo, el colectivo optó por unos paros que persiguen causar más impacto económico que mediático. La medida de presión es clara: que sufran los beneficios de las compañías para que se sienten a negociar y cedan terreno.

Los paros para exigir que se mantengan todos los puestos de trabajo tras la reforma de la estiba afectaban solo a las horas impares. El primer parón se inició a las nueve de la mañana. El panorama en todos los puertos de España era similar. Los estibadores secundaron la huelga de forma masiva, excepto en Cartagena, donde los trabajos ya están al cargo de empresas privadas y la plantilla es muy reducida.

En el puerto de Bilbao los trabajadores se concentraron a la entrada a primera hora con pancartas: “Estibadores de Bilbao en lucha”, anunciaban. En Algeciras no hubo ninguna concentración, pero el seguimiento fue total. La jornada, eso sí, transcurrió tranquila, y la carga de trabajo era muy baja. APM Terminals, del Grupo Maersk, había desviado buques a otros puertos.

A pesar de ello, los camiones que llegaban a Algeciras para cargar y descargar se acumularon a la entrada de su terminal. “Estamos esperando para ver si nos dan acceso. Si no trabajan durante todo el día, tendremos que esperar a mañana”, comentaba resignado un transportista. Desde la Autoridad Portuaria de Algeciras, su presidente, Manuel Morón, insistió en la necesidad de una solución: “No nos podemos permitir perder líneas de transporte internacional de mercancías”.

El seguimiento ha sido masivo excepto en Cartagena, y en Barcelona, por ser festivo

En Barcelona el día era festivo y eso mitigó el efecto de la huelga en el puerto. En Galicia, la primera jornada de paro se notó sobre todo en Vigo, donde trabajan 110 estibadores. La Autoridad Portuaria de Vigo agradeció la “conducta responsable” de los trabajadores, pero alertó del “enorme daño a la economía del país”.

Y es que la huelga, critican las empresas, llega precedida de semanas e incluso meses de baja productividad y huelga encubierta. Comenzó a notarse menos actividad, según denunció el Gobierno y la patronal, entre febrero y marzo, durante las negociaciones de la reforma que finalmente sacó adelante en mayo el Ejecutivo, con la que se liberalizó el sector y se permitió la libre contratación de estibadores.

Un comité interministerial siguió de cerca la huelga, para garantizar el cumplimiento de unos servicios mínimos fijados en el 100% de los productos perecederos y en el 50% del resto de mercancías. Los sindicatos consideraron los porcentajes abusivos. “Lo vamos a denunciar porque creemos que lo decretado para servicios mínimos es excesivo”, aseguró el representante sindical Antolín Goya. Pero, pese a las críticas, los trabajadores cumplieron, según confirmó Fomento. “Si no hay un acuerdo sobre la subrogación de los estibadores, la intensidad de las huelgas crecerá”, advirtió Antolín Goya, líder de Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar, sindicato mayoritario del sector.

Se han cumplido los servicios mínimos decretados por Fomento

La subrogación, el último escollo

Al Gobierno le costó dos intentos sacar adelante la reforma de la estiba. El primer decreto ley que preparó, lo tumbó la oposición en el Congreso. El segundo consiguió sacarlo adelante a mediados de mayo. Lo logró, en parte, pasando de puntillas por el punto laboral más delicado: qué pasa con los trabajadores que mantienen las anteriores condiciones más privilegiadas ahora que se rompe el monopolio en el acceso a la estiba y se liberalizan las condiciones de trabajo. Eso, decidió el Ministerio de Fomento, debían pactarlo los sindicatos con las empresas. Y la negociación parecía encaminada. Hasta el jueves.

Los sindicatos rompieron la negociación porque las empresas pedían más tiempo para dar la cifra de cuántos trabajadores quedarían subrogados en las empresas, al pasar del sistema antiguo al nuevo, según las necesidades de cada puerto. No se comprometen a absorber a todos los trabajadores que queden tras un ajuste a base de prejubilaciones (para las que el Gobierno ofreció hasta 120 millones de euros en un plan de reconversión). Y esto, pese a haber firmado el 23 de mayo un preacuerdo con el que parecían comprometidas a asumir al 100% de las plantillas, a cambio de una rebaja salarial del 10% que los sindicatos habían aceptado, junto a medidas de flexibilidad y cambios en los turnos del trabajo.

En España hay 46 puertos. Trabajan más de 6.000 estibadores. Sin embargo, el empleo de carga y descarga está muy concentrado en las instalaciones con mayor tráfico de mercancías. En Algeciras hay unos 1.500 estibadores; en Valencia, 1.300; les sigue Barcelona, con cerca de 1.000; y Las Palmas, con unos 450.

Con la falta de garantías sobre la subrogación total, los sindicatos, encabezados por el mayoritario del sector (la Coordinadora Estatal de Trabajadores del Mar), optaron por la huelga en las horas impares, que previsiblemente llevarán a cabo también el miércoles y el viernes. Entre el miércoles 14 y el viernes 16 de junio planean 48 horas de huelga. Y de nuevo volverán a los paros en horas impares el 19, 21 y 23 de junio.

Todo ello por la petición de las empresas del pasado jueves de 15 días para analizar las necesidades de mano de obra en cada puerto. Quieren un estudio para conocer los trabajadores que necesita el sector en cada lugar y hasta entonces no hablarían de la garantía del empleo de los estibadores. Este requerimiento, dicen los trabajadores, se repite desde el inicio de las negociaciones, aunque nunca han llegado a mostrar los resultados de dicho estudio.

Una reunión para negociar todavía en el aire

Tras la primera jornada de huelga y los nuevos preavisos de paro, la patronal y los sindicatos de la estiba siguen sin concretar un nuevo encuentro. Ambos aseguran que quieren negociar pero, por el momento, ninguno da su brazo a torcer. La próxima jornada de huelga será este miércoles y sigue sin haber el acercamiento necesario para impedirlo. “Todavía es demasiado pronto para que la patronal ceda con solo un día de paro”, ha argumentado Antolín Goya.

A pesar de ello, durante este lunes se ha abierto la posibilidad de que convocaran a un encuentro a las partes para este martes. Esta reunión sería por la mediación que se debe realizar tras el nuevo preaviso, pero quizá podría servir para acercar posturas. Sin embargo, los sindicatos han asegurado que no existe ninguna convocatoria oficial para verse con la patronal e insisten en que hay pocas opciones de evitar la próxima jornada de huelga.

Con información de Pedro Gorospe, Mikel Ormazabal, Cristina Vázquez y Cristina Huete.

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Sobre la firma

Hugo Gutiérrez
Es periodista de la sección de Economía, especializado en banca. Antes escribió sobre turismo, distribución y gran consumo. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS tras pasar por el diario gaditano Europa Sur. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, Máster de periodismo de EL PAÍS y Especialista en información económica de la UIMP.

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