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El negocio de adelantarse al futuro

El grupo Barrabés, de ropa de montaña, desarrolla una consultora tecnológica

Oficina del negocio ‘online’ de Barrabés, en Madrid. 
Oficina del negocio ‘online’ de Barrabés, en Madrid. Álvaro García

¿Le gustaría saber qué empresa está detrás de las tecnologías más revolucionarias de los bancos españoles? Pues una empresa que vende botas de montaña y que está en el Pirineo. Se llama Barrabés, por la familia que la fundó. Hace años se convirtió en un caso de estudio de las escuelas de negocio de todo el mundo porque empezó a vender material de montañismo por Internet en 1995, cuando muy pocos sabían qué era la Red. Al ser los pioneros del comercio online, se pusieron a vender también sus conocimientos a todo el mundo. El resultado es la consultora Barrabes.biz, un conglomerado de compañías especializadas en los avances tecnológicos más punteros en el que trabajan 185 personas.

Eso sí, ser la avanzadilla en el mundo de las nuevas tecnologías no les libra de uno de los mayores lastres de las empresas del siglo XX, la total falta de transparencia a la hora de facilitar la información financiera de sus negocios. Los datos oficiales del Registro Mercantil, sin embargo, dan cuenta de al menos una veintena de empresas con las que el Grupo Barrabés presta sus servicios sin encontrar una matriz en la que consoliden. Así se sabe que las empresas a través de las cuales prestan su consultoría, asesoría, formación y comunicación acumulan una facturación global que casi alcanzó los 10 millones de euros en 2015.

El punto de inflexión del negocio tradicional tuvo lugar con la llegada del nuevo siglo. “El gran público empezó a interesarse más por Internet. En aquella época Benasque (Huesca), donde se asentaba el negocio familiar, era un ir y venir de empresarios interesados en que Carlos Barrabés les contara el secreto de su exitoso negocio”, explica Luis Martín, actual consejero delegado de este grupo empresarial.

Fue entonces cuando Carlos Barrabés, uno de los herederos del negocio familiar, apostó por transformar sus consejos informales en una consultoría. “La consultora era la forma que teníamos de empaquetar todo nuestro conocimiento acumulado y ofrecerlo a las pymes de una forma digerida y aplicable a las necesidades de cada negocio”, cuenta Martín. ¿Y de dónde había nacido esa pasión por Internet? Entre otros sitios, del Centro de Ciencias de Benasque, en el que Barrabés pudo descubrir Internet a finales de los ochenta.

La historia conocida de Barrabés, la de una exitosa tienda de montaña, siguió su curso en manos de una parte de la familia. Mientras, Carlos Barrabés apostó a través de barrabés.biz por un modelo de consultoría tecnológica que desde entonces se ha convertido en referente en temas de innovación para pequeñas empresas y grandes corporaciones. En 2010, el Foro de Davos le eligió como Young Global Leader. Un reconocimiento que le identificaba como referente mundial en innovación social.

Diferenciación

¿Qué les diferencia de otras consultoras? “Trabajan con presupuestos muy ajustados y enfocan la transformación digital como una pyme. Eso les obliga a ser muy pragmáticos y austeros a la hora de decir en qué pueden invertir y en qué no”, asegura Ricardo Pérez, profesor de Innovación digital del Instituto de Empresa (IE).

Utilizan la fórmula de ensayo y error. Martín explica que, cuando se acercan a un cliente y le ofrecen soluciones, llevan bajo el brazo la experiencia de haberlo hecho ellos mismos. “En la mayoría de los casos creamos empresas especializadas en una tecnología concreta. Creemos que es la mejor forma de dedicar toda la atención necesaria a una innovación y también es una excelente tarjeta de presentación ante nuestros clientes”, asegura el responsable de barrabés.biz.

Este método de trabajo se consolidó en la segunda década del siglo XXI. La innovación ya no era hacer webs más o menos ingeniosas. Llegaron las redes sociales y la explosión de la imagen. Comenzó a gestarse el Internet industrial con cacharros tan extraños como las impresoras 3D. Pusieron las luces largas en las siete ubicaciones internacionales con las que cuenta la compañía e identificaron ocho tecnologías punteras. Eso les sirvió de hoja de ruta para configurar su nuevo entramado societario, formado por 12 compañías propias y la participación en más de 200 start-ups para la integración de sus productos.

Bajo esa máxima nació Barrabés Next, la consultora de innovación enfocada en la formación ampliada: ayuda a los clientes a implantar soluciones de digitalización, bien dentro de las propias compañías o creando nuevas start-ups ad hoc.

El tradicional asesoramiento en comercio electrónico funciona bajo el paraguas de Trackglobe. Barrabés Meaning lidera las tecnologías que desarrollan la realidad virtual. Todo lo que se conoce como Internet de las cosas se trabaja en Think Big Factory. Conchestra concentra el desarrollo en machine learning, big data e inteligencia artificial. Los secretos y posibilidades de blockchain (la tecnología sobre la que se creó la moneda digital bitcoin) se ofrecen bajo la marca Clluc. NapapiiriHub, con sede en Oulu (Finlandia), está enfocada en la internacionalización y el conocimiento de la tecnología 5G. El sector de la llamada Industria 4.0 se trabaja bajo la tutela de Barrabés Industry.

Pero no solo de tecnología vive Barrabés. “Detrás de toda esta innovación hay un gran reto: el de no ser naif”, asegura Martín. Y se explica: “Lo más importante es la ética que debe sustentar cualquier novedad. Nosotros también formamos en nuevos valores a través de Barrabés Earth”. Es decir, una parte de su negocio consiste en explicar a las empresas con las que trabajan cómo reac­cionar ante preguntas conflictivas que plantea la innovación.

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