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Los incidentes violentos de pasajeros en vuelo se disparan

La IATA denuncia que los sucesos de viajeros insubordinados crecieron un 16,5% por la falta de leyes para perseguir esta conducta

Un avión de Ryanair despega del aeropuerto de Toulouse-Blagnac. / Vídeo con imágenes de reyertas abordo.Vídeo: PASCAL PAVANI (AFP) / EL PAÍS VÍDEO
Ramón Muñoz

Los incidentes violentos de pasajeros durante los vuelos se disparan. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), que agrupa a más de 200 aerolíneas de todo el mundo, señala en su último informe que en 2015 se registraron 10.854 sucesos de pasajeros insubordinados, un 16,5% más que en el año anterior. De esta forma, según los datos reportados por las compañías aéreas de todo el globo la organización que las integra, hay un incidente por cada 1.205 vuelos. Esta tasa empeora mucho la media alcanzada en el periodo 2007-2015, cuando se producía un incidente por cada 1.613 vuelos.

La IATA, en su última convención anual celebrada el pasado diciembre, exigió a los Estados, y entre ellos a España, que suscriban el llamado Protocolo de Montreal, que define perfectamente cada una de las infracciones y permite a las aerolíneas llevar los casos graves a los tribunales, cubriendo las lagunas legales de la normativa vigente, que data de la Convención de Tokio de 1963.

La mayor parte de los incidentes de los que da cuenta la asociación internacional de aerolíneas se refieren a abusos verbales; a no seguir las instrucciones de la tripulación y otras formas de comportamiento antisocial. Pero una proporción significativa (11%) de los informes indica que los incidentes terminaron con una agresión física hacia los pasajeros o la tripulación o con daños a la aeronave.

El 60% de los delitos quedan sin castigo por la falta de leyes específicas

El alcohol o las drogas estaban presentes en el 23% de los casos, aunque en la gran mayoría de los mismos las sustancias se consumieron antes del embarque o fueron suministradas sin el conocimiento de la tripulación.

El informe señala que el 60% de los comportamientos incorrectos de los pasajeros no pudo ser denunciado debido a la falta de leyes específicas en las jurisdicciones nacionales a las que están sujetas las respectivas aerolíneas.

El principal escollo con el que se encuentran ahora las compañías aéreas es que, según la Convención de Tokio, sólo el Estado de matrícula de la aeronave tiene jurisdicción sobre los delitos y otros actos cometidos a bordo, mientras que el país donde se desembarca al pasajero carece de jurisdicción. Como resultado, muchos incidentes quedan impunes.

El Protocolo de Montreal corrige estas lagunas con instrumentos legales más eficaces pero solo lo han firmado 30 Estados y únicamente lo han ratificado ocho. La IATA, en su última convención anual celebrada en Ginebra el pasado mes de diciembre, instó a otros 22 Estados, entre ellos España, a que suscriban ese protocolo. Otros países pendientes de suscribirlo son China, Canadá, Francia, Kenia, Kuwait, India, Nigeria, México, Sudáfrica y Singapur.

“El comportamiento antisocial de una pequeña minoría de los clientes puede tener consecuencias desagradables para la seguridad y comodidad de todos a bordo. El aumento de los incidentes reportados nos dice que se necesitan elementos de disuasión más eficaces. Líneas aéreas y aeropuertos se guían según los principios básicos desarrollados en 2014 para ayudar a prevenir y controlar este tipo de incidentes. Pero no podemos hacerlo solos. Por eso estamos alentando a más Gobiernos a ratificar el Protocolo de Montreal 2014”, señaló Alexandre de Juniac, director general de IATA, en la convención de Ginebra.

Medidas preventivas

La IATA también es partidaria de articular medidas preventivas para hacer frente a los comportamientos irresponsables, en particular los que tienen como causa el exceso de consumo de alcohol. Las aerolíneas han recibido directrices para la formación de la tripulación en la distribución responsable de alcohol.

Además, se están apoyando iniciativas, tales como un código de buenas conductas que se ha ensayado por primera vez en el Reino Unido y que incluye un enfoque en la prevención de la intoxicación y el consumo excesivo de alcohol antes de embarcar. Por ejemplo, la compañía Monarch Airlines en el aeropuerto de Gatwick ha instruido a los empleados de los bares y restaurantes de la terminal en la que opera para que avisen si algún pasajero realiza un consumo excesivo de alcohol.

España es uno de los países que aún no ha suscrito el Protocolo de Montreal que permite perseguir los delitos en vuelo 

Otras aerolíneas apuestan por medidas más contundentes. Korean Airlines acaba de anunciar que permitirá a su tripulación el uso de pistolas paralizantes para reducir a los pasajeros violentos tras un incidente con un pasajero borracho que volaba desde Vietnam.

Cinco compañías chinas (Air China, China Eastern Airlines, China Southern Airlines, Hainan Airlines, Spring Airlines) han creado una lista negra para pasajeros que hayan protagonizado actos de indisciplina que interrumpan las operaciones aéreas.

“No hay una respuesta sencilla para frenar el aumento de los comportamientos irresponsables durante los viajes. Necesitamos una solución equilibrada en la que todos los interesados puedan colaborar. Y tiene que ser equilibrada con los esfuerzos de los Gobiernos y con los mecanismos de persuasión previstos por el Protocolo de Montreal de 2014”, abundó el directivo Juniac.

Menos beneficios pero más viajeros para las operadoras

El 2016 ha sido, en general, un buen año para las principales aerolíneas del mundo. Sin embargo, en su último informe del año, IATA destaca que el alza del precio del petróleo y los incrementos de los costes laborales en algunos continentes penalizarán el crecimiento y debilitarán la rentabilidad de las compañías en el corto plazo. El resultado de explotación de las 90 mayores empresas descendió un 14,5% en el tercer trimestre del año pasado, pese al alza en el número de viajeros. En los primeros nueve meses, el tráfico de pasajeros escaló un 5,6% y el de mercancías transportadas por avión un 6,8%. Sin embargo, el número de asientos disponibles se ha mantenido casi plano.

Para 2017, la organización augura que el transporte aéreo supondrá el 0,9% del PIB mundial y que los consumidores “se beneficiarán de menores costes reales de viaje y mayores rutas”. IATA recuerda que el precio de los vuelos se ha reducido a la mitad en los últimos 20 años y que el negocio del aire reportará a los Estados 123.000 millones de dólares (115.000 millones de euros) en impuestos este año que comienza. Según la proyección, el ROI (indicador que mide la rentabilidad) en el sector descenderá desde los niveles récord alcanzados en 2016, pero seguirá por encima del coste del capital. En cuanto al empleo, la industria estima que se alcanzarán 2,67 millones de puestos directos, y que el Valor Añadido Bruto por empleado superará los 100.000 dólares. El informe también llama la atención sobre la “ineficiencia” en el uso de las infraestructuras. En especial, destaca el caso de Europa, donde, señala, los costes por la utilización de terminales “son elevados”. American Airlines es la compañía que presenta un mejor desempeño entre las aéreas.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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