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El BCE niega una prórroga al banco italiano Monte dei Paschi y lo aboca a un rescate

El Consejo de Administración del banco asegura que el organismo europeo no le ha comunicado su decisión y que, por tanto, "sigue todos los preparativos para la realización de esta operación"

Una ventana del Monte dei Paschi di Siena en el centro de Milán, Italia.
Una ventana del Monte dei Paschi di Siena en el centro de Milán, Italia.STEFANO RELLANDINI (REUTERS)
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El Banco Central Europeo (BCE) ha negado este viernes al Monte dei Paschi di Siena, el tercer banco más importante de Italia, la prórroga para obtener los 5.000 millones de euros que necesita para evitar la quiebra, según informa Reuters. Horas más tarde, sin embargo, el Consejo de Administración de la entidad italiana emitía un comunicado negando que el organismo europeo le hubiera informado de esa decisión y asegurando que "el banco sigue todos los preparativos para la realización de esta operación". La ausencia de prórroga, como han adelantado fuentes del BCE a Reuters, podría abocar a la entidad a un rescate que podría suponer pérdidas para accionistas y tenedores de bonos. El banco tiene de plazo hasta el domingo para conseguir el dinero, pero la falta de interés de los inversores, temerosos por la inestabilidad política de Italia después de la dimisión de Matteo Renzi el pasado lunes, deja como única posibilidad el rescate estatal, que podría ocurrir a lo largo del fin de semana.

Monte dei Paschi había pedido al BCE una prórroga hasta el 20 de enero, que justificaba refiriéndose al “nuevo contexto” italiano. La reunión del pasado martes del director ejecutivo del banco, Marco Morelli, con la jefa de vigilancia del BCE, Danièle Nouy, para pedir más tiempo por la situación de inestabilidad política tampoco ha satisfecho la petición de la entidad que preside Mario Draghi.

Durante los días pasados, el Gobierno italiano ha buscado inversores —los medios italianos los sitúan en Qatar, Emiratos Árabes Unidos y Estados Unidos— para evitar tener que solicitar un rescate ya sea interno (utilizando a bonistas y accionistas) como en toda regla (procedente del Estado o del Mecanismo europeo de estabilidad, Mede, que esta semana aseguró que Italia no había pedido ayuda), pero la incertidumbre política del país no despertó la confianza de ninguno. El Monte dei Paschi solo logró 1.028 millones de los 5.000 requeridos, por la conversión de bonos a acciones, apenas un 20% de lo que había exigido el BCE.

Durante la mañana del viernes el ministro de Economía de Italia, Pier Carlo Padoan, se reunió tanto con el presidente del banco, Alessandro Falciai, como con el director ejecutivo, Marco Morelli, en la sede del Ministerio. Participaron también los responsables de JPMorgan y Mediobanca, asesores del Monte dei Paschi, pero no trascendió ningún detalle. 

El diario italiano Repubblica informa de que el decreto del rescate está ya preparado y advierte que el plan deberá estar en marcha el lunes para evitar así la desestabilización de los mercados, que se han mantenido en calma después del resultado del referéndum del pasado domingo y la consiguiente dimisión de Renzi.

La posibilidad de que el Monte dei Paschi fuera rescatado se plantea desde que el pasado mes de julio obtuviera la peor nota en los exámenes de resistencia de la Autoridad Bancaria Europea (EBA) de julio, una ratio de capital negativo del -2,44%. Entonces pactó un plan estratégico con el BCE, que exigía conseguir los 5.000 millones de euros que no ha logrado.

Durante el último año, la entidad, que es la más antigua del mundo, ha perdido un 80% de su valor. El riesgo está en el contagio al resto de entidades, teniendo en cuenta que, en total, la morosidad bancaria de Italia asciende a 360.000 millones, un equivalente al 22% del PIB del país. Los bancos del país valen hoy menos de la mitad de lo que valían a principios de año, una situación preocupante teniendo en cuenta que el sector supone un 30% en la Bolsa de Milán.

Además del resto de entidades, que sufrirían la agitación de los mercados, el peligro está en que los perjudicados de un colapso serían principalmente familias y pequeños ahorradores, porque el sistema bancario italiano es un caso inédito: el 12% de las obligaciones adquiridas por los bancos están en manos de pequeños ahorradores.

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