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Bruselas lanza su plan energético para cumplir con el Acuerdo de París

La Comisión propone aumentar los esfuerzos en eficiencia pero mantiene igual el objetivo de renovables para 2030

La Comisión Europea ha presentado este miércoles el plan energético para cumplir con las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero a las que se ha comprometido en el Acuerdo de París. En 2030, esas emisiones tendrán que haberse reducido un 40% respecto a las de 1990. El nuevo plan energético marcará la ruta para la próxima década. Como estaba ya acordado, el 27% del consumo total de energía en 2030 en la UE deberá proceder de fuentes renovables. Donde sí se aumenta la ambición es en eficiencia energética, que para finales de la próxima década deberá haber crecido un 30%, tres puntos más de lo previsto hasta ahora.

El comisario de Energía, Miguel Arias Cañete, y el vicepresidente de la Comisión Europea para Energía, Maros Sefcovic.
El comisario de Energía, Miguel Arias Cañete, y el vicepresidente de la Comisión Europea para Energía, Maros Sefcovic. EFE

El denominado "paquete de invierno" supone una reforma de la legislación europea para que la Unión se "mantenga en la vanguardia" de la "transición energética", ha afirmado Miguel Arias Cañete, comisario de Energía y Acción Climática. Según su interpretación, estos cambios permitirán que Europa cumpla con sus compromisos de reducción de emisiones del Acuerdo de París.

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La propuesta de reforma energética comienza ahora su recorrido y tendrá que ser aprobada por el Parlamento Europeo y los 28 miembros de la UE. Según los cálculos de la Comisión, la transformación del sistema energético europeo requerirá 379.000 millones de euros anuales de inversión a partir de 2021.

El comisario ha dicho estar "especialmente orgulloso" del objetivo sobre eficiencia energética, el único en el que Bruselas aumenta su ambición ahora. Se pasa del objetivo del 27% que se tenía hasta ahora al 30% en 2030. Esto supondrá aumentar los esfuerzos en la modernización de los edificios, que representan el 40% del consumo total de energía en Europa. Según los cálculos la Comisión, las medidas de eficiencia supondrán la creación de 400.000 puestos de trabajo y un ahorro de 70.000 millones de euros en la importación de combustibles fósiles.  

Sin mayores esfuerzos en renovables

El Parlamento europeo aprobó en junio una resolución en la que pedía que se aumentaran los esfuerzos en la implantación del uso de las energías renovables. El objetivo fijado para 2020 es que el 20% de toda la energía que se emplea en la UE proceda de fuentes limpias, una meta que ya está cerca de conseguirse. La meta fijada para 2030 es llegar al 27%. Pero el Parlamento comunitario solicitó que se incrementara hasta el 30%.

Sin embargo, la propuesta lanzada este miércoles por Bruselas se queda en el 27% para 2030. Climate Action Network, una asociación de la que forman parte 130 ONG europeas, ha criticado que no se aumente el objetivo y que tampoco se fijen objetivos por países.

Arias Cañete ha reconocido que las inversiones en energías renovables en Europa han disminuido desde 2011, mientras en el resto del mundo siguen creciendo. Ahora, ha resaltado el comisario, solo representan "el 18% de la inversión total mundial".

Europa tiene un problema en su sistema eléctrico. La considerable caída en los costes de las renovables de los últimos años hace que cada vez resulte menos rentable instalar nuevas centrales eléctricas basadas en combustibles fósiles. Pero el conflicto en Europa no está en las nuevas instalaciones, sino en las infraestructuras ya hechas. Y la cuestión central es qué tecnologías tendrán que salir del sistema eléctrico para que puedan entrar más renovables.

Uno de los asuntos más polémicos del paquete presentado este miércoles es el mantenimiento de los llamados "pagos por capacidad", unas ayudas que reciben las centrales de carbón, gas y nucleares por garantizar la estabilidad de sistema. "Alrededor del 95% de las centrales eléctricas de carbón podrían recibir pagos por capacidad hasta 2026 en virtud de las propuestas de la Comisión", ha lamentado Greenpeace. 

Arias Cañete ha respondido a estas críticas: "No apoyamos los combustibles fósiles ni directa ni indirectamente". Y se ha comprometido a que "no se utilizarán los pagos por capacidad como una puerta trasera para subsidiar los combustibles fósiles más contaminantes".

Dudas sobre los mecanismos de capacidad

Los servicios europeos de Competencia sospechan que los llamados mecanismos de capacidad, que retribuyen con dinero público a las eléctricas para que garanticen una capacidad de suministro extra en caso de necesidad, son, en muchos casos, ayudas de Estado encubiertas. Aun así, Bruselas renuncia a exigir su retirada en los 11 países a los que investigaba por este asunto (entre ellos España). En su lugar, continuará "trabajando con los Estados para adaptar esos esquemas a las leyes de ayudas de Estado", según un comunicado de la comisaria del ramo, Margrethe Vestager.

La Comisión advierte, eso sí, de que los mecanismos de capacidad que se apliquen en adelante requerirán reformas previas en el mercado. Es decir, que habrá que justificar mucho más la necesidad de habilitarlos.

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