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¿Qué es el techo de gasto y para qué sirve?

El Gobierno del PP y Ciudadanos mantienen un pulso a cuenta del límite de gasto no financiero que marca el inicio de la tramitación de los presupuestos

j. s. gonzález
LUIS TINOCO

El techo de gasto del que discuten los representantes de los partidos políticos durante estas semanas es un mecanismo que sirve para limitar el gasto de las Administraciones Públicas. Es uno de los instrumentos recogidos en la Ley de Estabilidad Presupuestaria (LOEPSF) para garantizar que las Administraciones Públicas no disparen sus compromisos no financieros en época de bonanzas y lo reduzcan en tiempos de estrecheces. De hecho, funciona como un freno para el gasto de las Administraciones Públicas y para protegerlas de los efectos cíclicos de la economía. 

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El Gobierno tiene que aprobar el techo de gasto para de 2017 junto con los objetivos presupuestarios de déficit y deuda pública del trienio 2017-2019 antes de comenzar a elaborar los Presupuestos Generales del Estado. El límite de gasto se calcula, con carácter general, en el segundo trimestre del año y, en cualquier caso antes de 1 de agosto. Pero como este año se ha dilatado la formación de Gobierno no se ha aprobará hasta la próxima semana. Y por eso, también se ha retrasado la asignación del déficit público a las comunidades autónomas. Esto ha provocado una demora en la elaboración de los Presupuestos de 2017. Algunos grupos de la oposición reclamaron al PP que aprobara el techo de gasto con independencia de que hubiera constituido Gobierno porque consideraban que el pleno del Congreso podría sacarlo adelante.

A partir de los ingresos

La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), el organismo encargado de velar por la sostenibilidad de las cuentas públicas, define el techo de gasto de la siguiente manera: "El límite de gasto no financiero es un instrumento de gestión presupuestaria a través del cual, una vez estimados los ingresos del ejercicio, se calcula el gasto presupuestario que permite el cumplimiento del objetivo de estabilidad". El ministerio de Hacienda abunda en esta idea: "Este límite de gasto no financiero constituye el techo máximo de recursos disponibles en el Estado para asignar entre todas las atenciones de gasto previstas inicialmente o que se puedan presentar durante el próximo ejercicio".

Por tanto, explica la Airef, "un nivel más alto de ingresos permitiría un límite de gasto mayor siempre que se cumpla el objetivo de estabilidad". En ese punto radica el debate entre el PP y los partidos de la oposición, sobre todo Ciudadanos, que exigen al Gobierno que eleve el techo de gasto para el próximo año porque esperan que la economía crecerá y con los nuevos impuestos (se incrementará el de sociedades y los especiales) se podrán cosechar más ingresos.

El techo de gasto de este año ascendió a 123.394 millones de euros, un 4,4% menos respecto al presupuestado en 2015. La cifra de 2016 partía de una previsión de ingresos tributarios de 193.520 millones de euros, un 4% más que el año anterior. Además, contempla un objetivo de déficit de 25.134 millones (2,2% del PIB), y una aportación al sistema de financiación de las administraciones territoriales de 33.797 millones de euros.

5.000 millones de ahorros

El Ejecutivo popular aduce, por su parte, que tendrá que reducir el techo de gasto de 2017 en unos 5.000 millones. Como el techo de gasto se calcula a raíz del presupuesto liquidado del año anterior, Hacienda explica que en 2016 se han conseguido unos ahorros de 5.000 millones que tendrán que trasladarse a las cuentas de 2017. De esta cantidad, unos 2.000 millones proceden del ahorro en intereses de la deuda, otros 2.000 millones del adelanto del cierre presupuestario de los ministerios del pasado julio y los 1.000 millones restantes del acuerdo de no disponibilidad de gasto, que impedía a las administraciones públicas gastar más de lo consignado.

En la práctica el techo de gasto es solo uno de los mecanismos para garantizar la estabilidad presupuestaria. El Gobierno lo toma como referencia para aprobar los Presupuestos pero su cuantía no marca que vaya a recortar. En realidad, el Ejecutivo puede dejar de ejecutar el presupuesto como ya ocurrió el año pasado o aumentar el gasto mediante ampliaciones de créditos presupuestarios.

El techo de gasto, que se expresa en términos presupuestarios, sólo excluye de su cálculo las transferencias a comunidades autónomas y a las corporaciones locales por los sistemas de financiación autonómico y local, precisa la Airef.

A menudo se confunde el techo de gasto con la regla de gasto. Esta regla vincula el crecimiento del gasto público al crecimiento de la economía. Su cálculo es complejo para las administraciones territoriales (comunidades autónomas y Ayuntamientos) porque se hace a través de un coeficiente que determina el Ministerio de Economía en función de la evolución de la economía española.

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Sobre la firma

j. s. gonzález
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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