_
_
_
_
_

La Reserva Federal de EEUU mantiene los tipos hasta después de las elecciones

El banco central indica que la nueva subida del precio del dinero en Estados Unidos llegará en diciembre si las condiciones acompañan

Janet Yellen, al inicio de la reunión de la Reserva Federal.Foto: cnbc

La cuenta atrás para la segunda subida de tipos en Estados Unidos bajo el mandato de Janet Yellen ha comenzado. La Reserva Federal ha decidido este miércoles de nuevo mantener intacto el precio del dinero en la banda de entre el 0,25% y el 0,5% que ordenó en diciembre de 2015. Sin embargo, el banco central estadounidense fue claro al hablar de la mejora en las condiciones económicas y financieras. Lanzó una señal de que el incremento llegará muy probablemente en seis semanas, tras las elecciones que darán la presidencia a Hillary Clinton o Donald Trump. La incertidumbre está generando ansiedad entre los inversores.

El encuentro de la Reserva Federal (Fed) de hoy se produjo a solo seis días de las elecciones presidenciales. Wall Street anticipa en principio la victoria de Hillary Clinton y que los republicanos mantendrán el control del Senado. Pero cualquier señal de incertidumbre agita las Bolsas. Y en medio de una batalla política tan reñida, lo razonable era que la Fed se mantuviera al margen. El temor es que el resultado de la cita con las urnas se convierta en la mayor amenaza para los mercados.

Más información
Estados Unidos registra la mejor tasa de crecimiento en dos años
La Reserva Federal empieza a preocuparse por su credibilidad
EE UU modera la creación de empleo en septiembre y eleva el paro
El alza de precios en EE UU refuerza los argumentos para subir tipos

La posibilidad del alza de tipos en la reunión de hoy era, dado el panorama electoral, remota. Pese a todo, el comunicado que publicó la Reserva Federal muestra el camino hacia la subida en diciembre. Afirma que “se refuerzan” los argumentos para el alza. Aun así, el equipo que preside Janet Yellen evitó ser concreto en el calendario y justificó que se mantienen a la espera de tener “alguna prueba más” para avanzar en el proceso de normalización. El mensaje es muy similar al que se lanzó en septiembre. Aunque esta vez hubo dos disidentes, en lugar de los tres del mes pasado, reflejo de que la presión interna en el organismo es enorme. 

A la atención que domina la campaña electoral se le sumó en las últimas semanas la ansiedad creciente por el proceso de abandono de Reino Unido de la Unión Europea. Pese a estos dos factores, la Reserva Federal indicó en su comunicado final que el alza de tipos está cerca y ajustó el lenguaje para apuntar que es algo que sucederá el próximo diciembre si las condiciones económicas lo permiten.

El Dow Jones encaró la reunión tratando de aguantar el nivel de los 18.000 puntos. Tras el anuncio, el rojo siguió dominando la sesión. La idea del alza de tipos preocupa a Wall Street, más bien por los factores de incertidumbre que la acompañan. Algunas señales que llegan de la economía todavía son mixtas, pero el banco central se está quedando sin argumentos para justificar el inmovilismo, porque el PIB y el paro avanzan en buena dirección. Y tras apuntar hace un año que se preveían incluso cuatro subidas de tipos en un año, si ahora no se decide su credibilidad está en juego.

En su análisis la Fed indica que el mercado laboral sigue generando empleo con solidez y afirma que el crecimiento de la actividad económica repuntó frente al ritmo modesto que se vio en la primera mitad del año. El viernes se conocerá el indicador del empleo de octubre, el último dato relevante antes del paso por las urnas. La inflación está bajo control y la presión de los salarios es baja.

El repunte de la economía en el tercer trimestre y los comentarios de los miembros cada vez más favorables a dar el paso provocaron que las expectativas para el alza de tipos en diciembre rebasen el 70%. Es el doble comparado con las posibilidades que se daban hace un año a la primera subida. La Fed, entonces, no tuvo que ser muy específica respecto a sus intenciones, porque el mercado lo daba por hecho.

Independientemente del momento en el que se dé el segundo paso, los miembros de la Fed dejan claro que el avance será “gradual” y el dinero barato seguirá siendo la norma “durante un tiempo”.

De cuatro subidas a una todavía incierta

Si la Reserva Federal finalmente sube tipos en diciembre, una vez hayan pasado las elecciones presidenciales, habrá pasado un año entero desde que Janet Yellen puso fin a una era y elevó el precio del dinero por primera vez en una década.

La idea cuando se inició el proceso de normalización de la política monetaria en diciembre de 2015 era haber realizado cuatro subidas de un cuarto de punto a lo largo de 2016. Esa posibilidad quedó pronto reducida a la mitad. Ahora solo queda tiempo para una revisión al alza, si se produce en diciembre. Y en este momento no está claro cuál será el camino a seguir a lo largo de 2017.

Yellen se ha mostrado incluso abierta a permitir lo que denominó como una "economía de alta presión". Implicaría que el banco central estaría abierto a que se rebasara el objetivo de inflación, fijado en el 2%, e incluso se permitiría que la tasa de paro cayera por debajo del 4,8%, nivel que se considera pleno empleo, antes de subir los tipos.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_