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Las inversiones chinas en la UE crecieron un 55% en 2015

El flujo de capitales hacia Europa asciende a 29.000 millones de euros, el doble que hacia EE UU, según Esade

El magnate chino Wang Jianlin, presidente del grupo Wanda.Vídeo: MARIO ANZUONI

Los ojos de China están puestos sobre Europa. Las inversiones del país asiático en la UE aumentaron en 2015 un 55% con respecto al año anterior y triplicaron las de 2013, según un estudio publicado este lunes por la escuela de negocios Esade. El flujo de capitales alcanzó los 31.380 millones de dólares (28.800 millones de euros), el doble de lo invertido por China en EE UU. La llegada de inversiones a España ha sido baja en comparación con los países de la región, aunque muestra señales de aceleración.

La operación china más importante de 2015 en Europa fue la compra por parte de Chemchina de la compañía italiana Pirelli, el quinto productor mundial de neumáticos, por 8.250 millones de euros. La adquisición responde al aumento de la demanda de automóviles de alta gama en el país asiático. La segunda inversión de 2015 fue la adquisición por NHA de la firma irlandesa de alquiler de aviones Avolon por 7.000 millones de euros. Entre ambas transacciones, sumaron el 53% del capital de aquel origen que recibieron los países comunitarios. 

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La Unión Europea es el principal socio comercial de China y el destino fuera de Asia que más capitales recibe de aquel país. El estudio pronostica que las inversiones batirán en 2016 un nuevo récord y alcanzarán los 33.000 millones de dólares (30.300 millones de euros) y el stock de capital chino en la Unión Europea acumulará 100.000 millones de dólares (91.800 millones de euros) en 2016. Los principales países receptores entre 2010 y 2015 fueron Reino Unido (20.000 millones de euros), Italia (13.800 millones), Francia (9.700 millones), Irlanda (7.000 millones) y Alemania (6.800 millones) y Portugal (6.600 millones).

El interés del capital chino en Reino Unido está fuertemente vinculado al sector inmobiliario. Uno de cada tres euros invertidos por empresas de aquel país en real estate tuvieron como destino la isla. Francia es otro país que capta inversiones en inmuebles, aunque la operación más destacada de 2015 fue la compra por parte del grupo chino Fosun de la empresa de turismo Club Mediterranee por 1.100 millones de euros. En Alemania, las compañías chinas invierten en la compra de participaciones minoritarias en firmas industriales, que ofrecen a China el acceso a nuevos conocimientos y tecnología y proporcionan financiamiento a las compañías alemanas.

Entre los países de sur de Europa, Italia se lleva el primer puesto. Las inversiones chinas en el país transalpino abarcan desde el sector financiero hasta el manufacturero, e incluyen marcas de lujo y compañías agroindustriales. Portugal ha sido otro de los países que han recibido una considerable inversión, la mayor parte durante la aplicación del programa de privatizaciones exigido por la troika tras el rescate. La inversión más importante fue realizada en 2011 y corresponde a la adquisición de la compañía pública Energías de Portugal por parte de China Three Georges por 2.700 millones de euros.

Interés creciente por España

El Edificio España, la compra del 85% del Espanyol de Barcelona y del 20% del Atlético de Madrid son algunas de las inversiones chinas que han tenido mayor resonancia. El país, sin embargo, ha captado apenas unos 1.900 millones de euros en los últimos seis años, en torno al 2,2% de la inversión de aquel origen en la UE. El ritmo de inversión muestra una aceleración en el último año: España recibió 1.000 millones de euros en 2015, más que la suma de las inversiones chinas en los cinco años anteriores.

La operación más importante del año pasado fue la adquisición de Madrileña Red de Gas por 670 millones de euros, la compra china más importante en el país hasta la fecha. Las firmas del país asiático también realizaron el año pasado inversiones en el sector agroindustrial, como la compra de la bodega Marqués de Atrio y la firma de distribución de productos de alimentación Miquel Alimentació.

La República Popular es el tercer mayor inversor del mundo, solo detrás de EE UU y Japón. Pero el ritmo de crecimiento de las inversiones de las empresas chinas en el exterior triplica la media mundial y, aunque el país aún es un receptor neto de capital, se espera que en los próximos años la cuenta de capital se invierta. El informe prevé que para 2023 China supere a EE UU y se convierta en el primer inversor a nivel global.

El estudio, aclara Esade, se basa en la sistematización de datos realizada por la escuela de negocios, que combina las fuentes de información privada Dealogic, Heritage Foundation y Mergemarkets y seguimiento de la presa de otras operaciones relevantes. Solo considera las operaciones que tienen origen en China continental y excluye las realizadas por empresas radicadas en Hong Kong. 

Conocimiento e infraestructura

La estrategia China en Europa y Estados Unidos es diferente de la que aplica en Latinoamérica y África, donde la prioridad es garantizar el abastecimiento de energía y materias primas. El interés del país asiático en las economías desarrolladas apunta a la adquisición de compañías para incorporar tecnología y conocimiento, explica el estudio. El 39,4% de las inversiones chinas en 2015 en la UE fueron destinadas al sector manufacturero, mientras un 25,9% fue al de logística y transporte. Las ramas económicas que siguieron en atractivo para los capitales chinos fueron la inmobiliaria (10,2%), financiera (10,2%) y energética (3%). El 82% del capital fue destinado a adquisiciones de firmas ya existentes y el 18% restante a nuevos proyectos.

China busca pasar de una economía fuertemente dependiente de la mano de obra barata hacia una basada en el conocimiento y la innovación, subraya el documento. En esta línea se inscribe la compra de la suiza Syngenta por parte de ChemChina. Aunque el país helvético no forma parte de la UE, la adquisición se destaca porque con 43.000 millones de dólares (39.500 millones de euros) es la mayor inversión china en el extranjero hasta la fecha.

El capítulo de logística y transporte marca una diferencia entre la estrategia inversora china en Europa y EE UU. La explicación: el proyecto One belt, one road, también conocido como la nueva ruta de la seda. Esta política se trata de un conjunto de megaproyectos de infraestructura que alcanza a más de 60 países y tiene un presupuesto de 4 billones de dólares, una suma que multiplica varias veces los valores del Plan Marshall, según el informe. 

En este punto se destaca la inversión en el puerto del Pireo. La naviera estatal china Cosco realizó una oferta por 1.500 millones de euros para adquirir el 51% de la empresa pública griega Pireus Port Company, gestora del puerto. Se prevé que la operación se cierre este año. El Pireo puede convertirse en la puerta de entrada de los productos chinos en el continente y ser un foco de captación de capitales para el país mediterráneo, que se había mantenido al margen del flujo de capitales chinos, señala el estudio del Esade.

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