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El secretario de Caja Madrid sobre las ‘black’: “La tarjeta no era una retribución”

Enrique de la Torre desmonta la tesis de los consejeros y afirma que no les dio indicaciones porque él era un empleado

Íñigo de Barrón
El exsecretario de Caja Madrid Enrique de la Torre en el juicio de las 'black'
El exsecretario de Caja Madrid Enrique de la Torre en el juicio de las 'black'Javier Lizón (EFE)

El exsecretario de Caja Madrid, Enrique de la Torre, hoy en el juicio de las tarjetas black que se celebra en la Audiencia Nacional, ha tratado de desmontar la tesis fundamental de todos los consejeros que afirmaron que la tarjeta era una retribución para gastos personales. "Las dietas de 1.300 euros por asistencia compensaban los gastos, las funciones consultivas y las responsabilidades que conlleva el cargo. Era la única retribución que recibían".

Durante su declaración como acusado en el juicio sobre el uso irregular de tarjetas "opacas" de Caja Madrid, Enrique de la Torre, secretario del consejo de administración entre 1996 y 2009, ha explicado que las black no eran retribuciones, que ningún artículo de los Estatutos de Caja Madrid justificaba que se usara para gastos personales o como sueldo y calificó de "desfachatez" alguna de las afirmaciones de los consejeros que le atribuían a él la obligación de avisarles de si los gastos eran adecuados o no a la tarjeta. "Ellos eran los administradores. Yo no daba instrucciones a nadie. En todo caso, ellos podían darme indicaciones a mí, yo era un empleado. Los directivos eran la cúpula", ha afirmado.

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Durante la instrucción, De la Torre negó que fuera suyo el correo de septiembre de 2009 en el que se habló de "tarjetas black a efectos fiscales". Esta mañana, sin embargo, sí ha admito que lo escribió el desde su casa, puesto que abandonó Caja Madrid en julio de 2009. Ha aclarado que las denominó así porque "como eran gastos de empresa, se cargaban contra la sociedad y no tenían repercusión alguna en la declaración de la renta de los consejeros ya que no era retribución. Esos gastos eran asumidos por la caja y se deducen del impuesto de sociedades", insistió una y otra vez.

Preguntado por si cree que los consejeros entendían para qué era la tarjeta, comentó: "No hay más que ver la composición del Consejo, secretarios de Estado de Hacienda, de Comercio, un presidente de la patronal", para ver que "todos ellos sabían mejor que yo lo que era una tarjeta de gastos de representación".

López Madrid: "He perdido 20 millones con Bankia"

De los 10 consejeros que declararon ayer (además de ocho directivos), el más contundente fue Francisco Javier López Madrid, consejero de OHL, quien afeó a Bankia que le acusara de beneficiarse “de 30.000 euros cuando mi grupo familiar perdió los 20 millones invertidos en la salida a Bolsa” de 2011.

Por otro lado, Rafael Spottorno, exdirector de la Fundación Caja Madrid, a preguntas sobre la situación fiscal de sus gastos, explicó que la caja le garantizó que se encargaría “de todo lo relativo a la tarjeta”, que creyó de libre disposición y gastó 223.900 euros. Dijo que pensó que los certificados de haberes eran correctos y no los revisó.

Reiteró que en sus 47 años de vida laboral, ha tributado "todos los rendimientos de mi trabajo. De estos años, 37 o 38 han sido como funcionario" en los que, añadió, "nunca he discutido ni he revisado si el certificado que me daban era correcto".

"Solo para comidas o libros"

La declaración de este directivo es clave en el juicio por su puesto en el consejo y porque ha sido el más citado por los consejeros como la persona que les entregó la tarjeta y les explicó las instrucciones de uso. En un momento de su declaración, De la Torre ha bajado a detalles para relatar su relación con los consejeros. "Al darles la tarjeta a la señora Rojo y a Rodolfo Benito, les dije que era para gastos de representación y de empresa. Ellos preguntaron qué se entendía por esto y les aclaré que se trataba de gastos para comidas, libros o locomoción, siempre relacionados con la actividad de la empresa y la de consejero". De la Torre ha negado haber dado la tarjeta a muchos de los que han afirmado que les entregó el plástico, como Arturo Fernández, "porque cuando él llegó a Caja Madrid yo ya no estaba en mi cargo".

A preguntas del fiscal Anticorrupción, Alejandro Luzón, explicó por qué no se le pedía justificantes. "A través de los boletos de Visa se podía saber el origen de cualquier factura, era mejor que con un recibo firmado. Ildefonso Sánchez Barcoj, director general, me dijo que no hacía falta pedir recibos". También apuntó que no le llamó la atención las inspecciones de Hacienda sobre estos gastos de los consejeros "porque la Agencia Tributaria solo rechazó el 6% de ellos, una cantidad muy pequeña".

Al darles la tarjeta a la señora Rojo y a Rodolfo Benito, les dije que era para gastos de representación y de empresa

El secretario del consejo tuvo que responder a varias cuestiones del fiscal para determinar si conocía las enormes cantidades de dinero que gastaban los consejeros e incluso que algunos usaban PIN para sacar dinero. Respondió que la primera vez que supo que algunos tenían PIN, lo comunicó al presidente Miguel Blesa para decirle que se necesitaría el recibo del gasto o, de lo contrario, no sería posible que Hacienda lo admitiera como gasto de empresa. La respuesta de Blesa fue, según De la Torre, que ya lo hablaría con Barcoj.

También ha aclarado a qué se refería cuando preguntó en un correo cómo iba a quedar la retribución de los consejeros "de a pie". Explicó que fue una forma coloquial de referirse a los consejeros que no eran vicepresidentes, ni jefes de filas, "que eran tres o cuatro", ni coordinadores de grupos de representación. "Estos eran con lo que Blesa tenía más relación", dijo, frente al resto, que eran los consejeros de a pie. Citó a Francisco Vaquero y a Bedia como algunos de esos consejeros con relación más estrecha con Blesa. Y añadió que Barcoj era el que tenía el control de los saldos de esas tarjetas.

"La tarjeta está en Estatuto de los Trabajadores"

En todo momento De la Torre ha defendido que se trataba de gastos de representación, y por eso "nunca se llevó el tema de las tarjetas a la comisión de retribución, porque eran gastos de representación y no retribuciones; de ahí que no aparezcan las tarjetas en las actas".

Por lo que respecta a su propia tarjeta, ha revelado que la recibió nada más llegar a la entidad, en 1996, aunque no recuerda quién se la dio, "seguramente Manuel Gutiérrez, entonces director de Recursos Humanos y de Medios", como un "instrumento de pago de parte de mi salario".

En el contrato de alta dirección que firmó al incorporarse a la entidad, en 1996, "no se hablaba del medio de pago de la nómina, lo que se dice es que recibiré una retribución fija y variable", ha dicho; la justificación de la tarjeta "está establecida en el Estatuto de los Trabajadores, en el artículo 29, que dispone que el salario se puede realizar en efectivo o cheques o cualquier otro procedimiento".

En cuanto al tratamiento fiscal de sus gastos, ha señalado que "siempre estuvo convencido, y lo sigo estando", de que se trataba de una retribución", por lo que nunca tuvo duda alguna de que estaba incluida en el certificado de retenciones.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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