John Malone, el ‘rey de la tele por cable’, toma el volante de la Fórmula 1
El nuevo dueño de la competición es un magnate estadounidense muy reconocido en la industria de las telecomunicaciones
La Fórmula 1 tiene nuevo patrón. El magnate estadounidense John Malone, conocido en la industria de las telecomunicaciones como el Rey de la Tele por Cable, acaba de protagonizar una operación valorada en total, entre capital y deuda, en 8.500 millones de dólares (7.550 millones de euros), por la que se hará con el control de la mayor competición en el mundo del motor. Bernie Ecclestone logra mantenerse al frente de la gestión, aunque estará bien vigilado.
La Formula 1 es una de las marcas más icónicas del deporte. Malone va a desembolsar el equivalente a 4.400 millones para tenerla entre las propiedades de Liberty Media. Pero el empresario es además conocido por ser un gran oportunista. Ecclestone no está siendo capaz de hacerle cuadrar las cuentas pese a las pasiones que generan sus bólidos y eso le convirtió en una presa fácil.
El negocio de la Fórmula Uno está controlado desde 2006 por un consorcio de inversores liderado por CVC Capital. El fondo, sin embargo, empezó a reducir posiciones seis años después tras fracasar su plan para sacar la compañía a Bolsa en Singapur. La colocación se vio frustrada por la inestabilidad en los mercados financieros y los problemas legales de Ecclestone.
El nombre de Malone lleva resonando por el circuito desde entonces. Liberty Media ya estuvo a punto hace dos años de hacerse con el 49% del capital. Después se especuló con que iba a arrebatar los derechos a SkyTV en Europa para poder elevar los ingresos publicitarios. El acuerdo, por tanto, le da un activo muy preciado en la carrera que tienen los medios por dotarse de contenido propio.
La fusión se hará en dos fases. Al principio, el grupo de medios de Malone controlará el 18,7% del capital tras desembolsar 1.100 millones. Para pagarlos se desprenderá de inversiones en Viacom y Live Nation Entertaiment. El segundo paso necesita el aprobado de los accionistas, porque requiere la emisión de nuevas acciones que utilizará su división de eventos en directo para culminar la toma de control, por valor de otros 3.300 millones de dólares. La operación se completará a comienzos de 2017. En ese momento asumiría también 4.100 millones de deuda.
Ecclestone se queda
Bernie Ecclestone se dedicará por su parte a la negociación con los circuitos y las televisiones. John Malone, sin embargo, quiere aportar sangre fresca para cambiar las fortunas del negocio. Para ello nombra a Chase Carey como presidente del consejo de administración de Formula One Group.
El también vicepresidente ejecutivo de 21st Century Fox es una de las figuras más respetadas en el mundo del entretenimiento y conoce los intereses que se mueven en el deporte. La Formula Uno tiene el reto de captar más audiencia joven, para lo que debe trabajar en los medios sociales.
John Malone podría utilizar la operación también para poner más peso en EE UU, en esa búsqueda por generar más efectivo. El gran premio volvió al calendario en 2012, tras varios años de ausencia. Ecclestone buscó expandir la serie en el continente, con una carrera en el área metropolitana de Nueva York adicional a la que se celebra en Austin. Al mismo tiempo, se centró en Asia para poder crecer.
