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Un "sí, quiero" cada vez más caro

La industria de las bodas en España se adapta a unos clientes sofisticados con un presupuesto en aumento

El negocio de las bodas mueve cerca de 6.000 millones de euros
El negocio de las bodas mueve cerca de 6.000 millones de eurosKATHRIN ZIEGLER (GETTY)

Los españoles puede que se casen menos, pero se casan mejor. Celebran su boda, el evento de su vida, de modo cada vez más sofisticado. Nada que ver las bodas que se celebran hoy con las de hace 20 años. Antes los novios y sus invitados se contentaban con ir a un salón de bodas, y se marchaban a casa tras el pastel y los licores. Hoy, tratan de emular a las celebrities y hacer que la fiesta, que a veces dura todo el fin de semana, provoque asombro en sus invitados. “Los novios quieren que este sea un día inolvidable”, dicen en WeddingPlanners, una empresa de planificación de bodas, “que la decoración sea sorprendente y la animación y la gastronomía, espectaculares”.

Este cambio de paradigma ha provocado la multiplicación de las cifras en el sector, que estaría facturando en torno a los 6.000 millones de euros. Tras sufrir un parón entre el 2007 y el 2013, por la crisis y la reducción de las bodas (de 205.000 a 156.000), vuelve a crecer, alentado por la nueva alegría económica y también porque las bodas han vuelto a repuntar hasta las 166.000 del año pasado. “Se están contratando más servicios y a mayor coste” explican de la española Zankyou, la actual líder de los servicios de bodas por Internet.

El que los novios gasten hoy día más en su boda deriva de otro cambio sociológico: la gente se casa más tarde, con una media de 37 años en los hombres y 34 en las mujeres. “Esto ha llevado a que tengan mayor capacidad económica para afrontar los gastos”, dicen en All Seasons Weddings, otra planificadora de bodas. Todo ello ha llevado a que el negocio de las bodas se haya convertido en un sector inmerso en un boom. De hecho, el maná está lloviendo sobre todos los segmentos, que se han puesto las pilas para seducir a esta nueva generación de novios exigentes.

Menos tacaños

Lo más importante es que los novios, estos días, parecen menos y menos tacaños. El gasto medio por boda se disparó el año pasado hasta los 16.500 euros, un 31% más que en 2014. Las novias, que antes se contentaban con un vestido prêt-à-porter, ahora los quieren a medida o semi-confeccionados, una tendencia que lanzó Pronovias y Rosa Clarà y fue seguida por una legión de costureros. ¿Precios? Lo habitual, según el estudio de IESE, Millennial Brides, entre 1.000 y 3.000 euros. Tampoco ya basta con ir a Marbella o Canarias de viaje. Buena parte de las lunas de miel son ahora en el extranjero.

El vestido global

Otra consecuencia de la nueva importancia que los novios le dan a su boda en España ha sido la transformación de la industria de trajes de novia: de básica, casi inexistente, hace dos o tres décadas, se ha convertido en puntera. “Actualmente somos el segundo país productor y exportador de vestidos de novia después de China, lo que se explica porque tenemos una larga tradición en el textil, una calidad reconocida a nivel internacional y unos precios muy ajustados” dicen en Rosa Clará, la segunda firma del segmento, con 140 tiendas propias y presencia en otros 3.500 puntos en 80 países.

La producción de este tipo de moda en España alcanzó el año pasado 1.300 millones de euros, de los que el 40% (510 millones) se exportaron. Una industria que cuenta con cerca de 700 empresas y 6.000 trabajadores. Pronovias y Rosa Clarà han sido, de hecho, las primeras responsables de haber puesto a España en el mapa, con su sistema de trajes a medida, algo inusual —y muy caro— hasta su aparición.

El almuerzo de bodas de hace años se ha convertido en un catering que dura todo un día, y mantiene a los invitados entretenidos, desde el cóctel de recepción a los aperitivos, el almuerzo, bebidas a lo largo de la tarde… y de la noche. Esto en escenarios de verdadero ensueño, en lugares paradisíacos y con encantos, viejos palacios o castillos, con miles de metros de césped y árboles. Empieza también a estar de moda contratar a un maestro de ceremonias, que cuenta chistes, músicos o disc jockeys, sin olvidar detalles —caros— como la limusina, las tarjetas de invitación o las composiciones florales.

Es el caso de las cadenas hoteleras. Riu Hoteles tiene su servicio específico, Weddings by RIU, con propuestas diversas, para distintos públicos “en un amplia variedad de destinos exóticos”. Se está sofisticando también lo de los viajes con luna de miel, a veces incluidos en los paquetes hoteleros, otras veces gestionados por agencias especializadas, que han aparecido últimamente.

Grandes almacenes e hipermercados se han sumado a la tendencia. En El Corte Inglés, que fue pionero hace 30 años con la creación de su servicio de listas de bodas, apuntan que “hemos creado BodaMás en el 2012, un departamento especializado en ceremonias que ofrece la lista de bodas, exclusivas ventas y descuentos especiales en nuestros centros: hasta un 10% de rebajas en compras durante 18 meses y un 15% de descuento en el viaje de novios, entre otras cosas”. Lo más importante es que las nuevas exigencias de los novios han hecho surgir nuevos negocios y empresas, por ejemplo “los fotógrafos y videógrafos son tan importantes” dicen en WeddingPlanners, “que hemos tenido parejas que cambiaron la fecha de su boda por tener el fotógrafo que querían”. Han surgido empresas de artes florales, con montajes florales cada vez más espectaculares, y decoradores de interiores, que se han especializado en la decoración efímera para bodas.

Esta creciente sofisticación ha traído consigo a los planificadores de bodas, una figura habitual en EE UU, que empieza a generalizarse aquí. En WeddingPlanners explican que su trabajo, crear bodas a medida, consiste en “localizar los espacios de celebración, realizar los trámites burocráticos, asesorar en el tema gastronómico, crear la identidad gráfica de su boda, decorar los espacios, atender a los invitados, buscar el vestido de novia, desarrollar la animación y acompañar a los novios el día de la boda, desde que comienza el montaje hasta que se va el último invitado”. Coordinan a todos los proveedores y supervisan todos los detalles.

Otro cambio decisivo es que ahora buena parte de toda esta actividad de diseño y planificación de las bodas pasa hoy por Internet. Estos últimos años han surgido multitud de sitios. La que prima en estos momentos es Zankyou, fundada en el 2007 y con presencia en 23 países, con más de 350.000 novios registrados al año y más de 50 millones de visitas anuales. Sin embargo, rivales como El Corte Inglés y Barceló también han entrado en esta guerra online.

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