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Los bajos tipos pegan bocado a las cuentas de los grandes bancos

Morgan Stanley descarta un encarecimiento en el precio del dinero en Estados Unidos hasta 2018

Sucursal de Bank of America en New York
Sucursal de Bank of America en New YorkMark Lennihan (AP)

La cautela de la Reserva Federal a la hora de subir los tipos de interés está pegando bocado a las cuentas de los grandes bancos de Estados Unidos ocho años después del estallido de la crisis financiera. El resultado trimestral de Bank of America es el mejor ejemplo. El segundo banco por activos del país redujo el beneficio a 4.230 millones de dólares, un 17% menos de lo que ganó hace un año.

La cifra de negocio de la entidad dirigida por Brian Moynihan cayó casi un 8% en el mismo periodo de referencia, hasta unos ingresos de 20.400 millones. Pese a este rendimiento, y a que arrastra una caída del 20% en su valor bursátil desde comienzos de año, el grupo financiero de Charlotte logró pasar sin problemas la última prueba de resistencia del banco central. Los dos años precedentes la suspendió.

Los bajos tipos de interés afectan a la rentabilidad de su negocio de préstamos y a las inversiones que realiza en activos inmobiliarios. Los ingresos de esa división cayeron un 12% en el año, hasta los 9.210 millones. Citigroup sufre la misma presión. El banco neoyorquino publicó el viernes una caída del 14% del beneficio, hasta los 4.000 millones. Los ingresos lo hicieron un 8%, a 17.550 millones.

La evolución de las cuentas de Bank of America y de Citigroup siguen un patrón similar al de JPMorgan Chase. El mayor banco por activos de EE UU redujo el beneficio trimestral a 6.200 millones aunque logró elevar los ingresos a 24.380 millones. Los tres registraron sólidos incrementos en los negocios de renta fija y variable, gracias a que los inversores volvieron al mercado tras la desbandada de inicios de año.

Wells Fargo, el tercer banco por activos, tiene una división de banca de inversión más pequeña que sus rivales y eso hace su actividad más dependiente de la economía real. Además, la entidad de San Francisco es el mayor prestamista del país. Los bajos tipos de interés siguen generando más demanda de hipotecas y crédito para la compra de coches, pero eso no le permite captar más dinero de sus clientes.

Goldman Sachs presentará resultados mañana. Morgan Stanley lo hará el miércoles. Sus analistas ya dan por hecho la situación de incertidumbre económica y geopolítica impedirá que la Reserva Federal pueda subir tipos este año y el que viene. Es una visión mucho más pesimistas que la de sus pares de Wall Street y que atribuyen a un debilitamiento del consumo durante los próximos 12 meses.

Los resultados publicados muestran, por tanto, que todos los grandes bancos necesitan que suban los tipos de interés para mejorar su rentabilidad. Moynihan, durante la conferencia de presentación de resultados, dejó claro que su banco puede seguir creciendo pese a la laxitud monetaria. Eso lo consigue por la vía del recorte de gastos, elevando las comisiones y gestionando el riesgo.

La Fed se reúne la semana próxima. Aunque Janet Yellen asegura que todos los encuentros cuentan, en el parqué se da por hecho que el precio del dinero se dejará intacto en la banda del 0,25% al 0,5%. Ahí están estancados desde diciembre. La siguiente cita está prevista para septiembre, pero está demasiado próxima a las presidenciales en EE UU. La salida de Reino Unido de la Unión Europa complica más las cosas.

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