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Brasil da un ultimátum a Abengoa

La empresa española se arriesga a perder varios proyectos por sus "fallos y transgresiones”

Trabajadores en una red de la compañía española Abengoa.
Trabajadores en una red de la compañía española Abengoa.Abengoa Brasil

La Agencia Nacional de Energía Eléctrica (Aneel), que regula el sistema eléctrico brasileño, ha dado un aviso a Abengoa después de que la compañía española, que atraviesa una crisis financiera, paralizase las obras en Brasil el año pasado. La denuncia se refiere a nueve proyectos en construcción adjudicados entre 2012 y 2014, entre ellos, unas de las líneas de alta tensión que unen la hidroeléctrica de Belo Monte, en el Río Xingu, al Nordeste del país.

Según Aneel, el objetivo de la denuncia es informar a las empresas del grupo español “de los fallos y transgresiones” que ha cometido. La medida puede significar la derogación de estos contratos. Según Aneel, aún existe la posibilidad de que Abengoa llegue a un acuerdo con otras empresas y se libre de la cancelación. La compañía estatal State Grid, por ejemplo, ha demostrado gran interés.

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Desde que Abengoa presentó a principios de año un concurso de acreedores, alegando una deuda de 3.000 millones de reales (más de 920 millones de dólares) con ellos, el Gobierno brasileño busca alternativas para retomar los proyectos y mejorar la distribución de energía.

Uno de los principales proyectos de los españoles es la línea de alta tensión de Belo Monte, de 1.854 kilómetros, que llevará a la región Nordeste la energía producida por esta megahidroelétrica, que será la tercera mayor del mundo. La inversión prevista para la obra es de cerca de 1.300 millones de reales. La empresa ganó la concesión en 2013 y la línea debería ser concluida este año, lo que no va a suceder. En su web, Abengoa dice tener cerca de 6.300 kilómetros de líneas de alta tensión en construcción en el Brasil, principalmente en el norte y noreste.

Para Carlos Ribeiro, presidente del Consejo de la Asociación Brasileña de Compañías de Energía Eléctrica, el problema de Abengoa es puntual y no representa una crisis en el sector eléctrico en Brasil. "Abengoa ganó un conjunto de obras importantes, pero atraviesa una crisis y no está consiguiendo honrar sus compromisos. El problema es que eso genera una dificultad para el país, pues son proyectos importantes", explica.

Abengoa se hizo con las líneas de alta tensión en años en que las condiciones no eran atractivas para las empresas brasileñas tradicionales, por lo que la empresa las adquirió a precio por debajo del mercado. 

Para reducir la deuda, Abengoa ha adoptado un plan de descapitalización. En abril, el grupo vendió cuatro plantas de energía fotovoltaica localizadas en Sevilla y Jaén, en España. Recientemente, también anunció la venta del parque eólico Campos Palomas, en Uruguay, de su participación en la planta termosolar Shams-1, en los Emiratos Árabes, y de la antigua sede de la compañía en Madrid. EL PAÍS no consiguió entrar en contacto con Abengoa.

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