_
_
_
_
_

Una compañía a todo gas

Gas Natural Fenosa se pone como reto crecer en los mercados emergentes y potenciar las energías renovables

Miguel Ángel Noceda
Parque Eólico de Gas Natural Fenosa de Canredondo.
Parque Eólico de Gas Natural Fenosa de Canredondo.David Campos

El 30 de julio de 2008, Gas Natural compraba Unión Eléctrica Fenosa. Era el tercer intento de la empresa catalana por entrar en el sector eléctrico después de los fracasados de Iberdrola, en marzo 2003, y Endesa, en septiembre de 2005. En ambos la polvareda fue inmensa, con implicaciones políticas y más de un ataque con tintes nacionalistas.

El tercer intento se enfocó con mejor tino hacia la tercera eléctrica, que entonces estaba controlada por la constructora ACS. La operación tuvo su morbo, ya que, cuando parecía que se iba a quedar con la compañía un grupo gallego liderado por José María Castellanos (ex Inditex), la operación dio un giro inesperado y ACS se la vendió al mejor postor.

Se daba lugar así a la primera compañía integrada de gas y electricidad de España que iniciaba su recorrido en pleno estallido de la crisis económica y con un incierto futuro. Le salió bien. Hoy transita con entusiasmo, pese a los quebraderos de cabeza que han originado al sector las continuas regulaciones.

De una compañía exclusivamente gasista se ha transformado en una empresa mixta (52% gas, 44% electricidad y 4% otros) con más de 15.000 megavatios de capacidad instalada en siete países, con presencia en energías renovables, una amplia cartera eólica y solar, además de las tradicionales energías térmica, nuclear y ciclo combinado, y un continuo crecimiento en los mercados internacionales.

A la tercera compró Fenosa, tras fracasar las opas sobre Iberdrola y Endesa

18.000 millones de valor en Bolsa

En la actualidad, es el octavo valor del Ibex 35 con una capitalización superior a los 18.000 millones y la primera gasista del mundo, según el índice Platts, con más de 158.000 kilómetros (cuatro veces la vuelta a la Tierra). Emplea a 20.000 personas en más de 30 países y supera los 23 millones de clientes, fundamentalmente en Europa y Latinoamérica. Del beneficio neto de 2015 (1.592 millones), el 52% correspondió al exterior.

La rentabilidad le ha permitido remunerar a sus accionistas, con un pay out (beneficio que se destina a dividendo) entre los que CaixaBank y Repsol destacan con el 36% y el 30%, respectivamente, y competir con Iberdrola y Endesa, las dos compañías que pretendió controlar. También figura la compañía estatal argelina Sonatrach, suministradora de la materia prima, con el 4%.

GNF se convirtió en la primera firma integrada de gas y electricidad

Para afrontar los retos de los próximos años, en los que las piedras de toque principales son el crecimiento en los mercados emergentes, la evolución del mix energético hacia las renovables y el gas y la aparición de nuevos modelos de negocio, la compañía acaba de aprobar un ambicioso plan de inversiones de 14.000 millones hasta 2020 con el que pretende consolidarse en Latinoamérica, potenciarse en Europa y asentarse en mercados de otras áreas, como Asia y África.

La apuesta por Latinoamérica tiene mucho sentido, es la región en la que más crece la demanda energética y ya representa más del 30% del ebitda (resultado bruto) de GNF, que tiene fijada su posición tanto en gas como en electricidad para explotar el potencial que presenta.

El plan, además, contempla una remuneración al accionista de 7.000 millones (un 70% sobre los beneficios) en el citado periodo, lo que de una forma u otra hace muy atractiva la permanencia de los dos accionistas principales en su capital y en la torre de control, donde de un momento a otro se espera el relevo de Salvador Gabarró, que ya ha cumplido 80 años, seguramente por el presidente de CaixaBank, Isidro Fainé, o en quien este decida. La línea ejecutiva, en cualquier caso, parece asegurada en Rafael Villaseca, vicepresidente y consejero delegado de la empresa desde enero de 2005.

La historia de Gas Natural se remonta a 1843, cuando se creó la Sociedad Catalana para el Alumbrado por Gas, que se encargó de llevar la luz a las calles y espacios públicos de Barcelona. La empresa evolucionó con esa actividad hasta que en 1896 entró en el sector eléctrico con la construcción de la Central Térmica Vilanova en Barcelona. En 1912 cambió su denominación por la de Catalana de Gas y Electricidad. Y como Catalana de Gas crea la filial Gas Natural en 1965 para importar gas natural de Libia y Argelia por barco. La empresa construye una planta de regasificación en el puerto de Barcelona, una red de comercialización y el primer barco metanero español.

El gasoducto del Magreb

En esos años, la empresa está gestionada por Pere Duran Farell, un visionario en el sector. Ya en democracia, en 1991, y con Duran Farell al frente se fusiona con Gas Madrid, la compañía que distribuía el gas en la capital, y activos de gas canalizado de Repsol Butano, integrando así el sector de gas en España. La fusión dio lugar a un nuevo cambio de nombre, que en 1992 pasó a llamarse Gas Natural SDG, SA, a partir de la filial creada en los sesenta.

La vuelta al mundo de la primera gasista

M. Á. N.

En la actualidad, GNF es el octavo valor del Ibex 35 con una capitalización superior a los 18.000 millones y la primera gasista del mundo, según el índice Platts, con más de 158.000 kilómetros (cuatro veces la vuelta a la Tierra). Emplea a 20.000 personas en más de 30 países y supera los 23 millones de clientes, fundamentalmente en Europa y Latinoamérica. Del beneficio neto de 2015 (1.592 millones), el 52% correspondió al exterior. Sus principales accionistas con CaixaBank y Repsol con el 36% y el 30%, respectivamente, y, a distancia, la compañía estatal argelina Sonatrach, suministradora de la materia prima, con el 4%.

Desde ese mismo año comienza la internacionalización con la adquisición de activos en Buenos Aires. A esta operación seguirían otras en Brasil, Colombia y México. Y en noviembre de 1996 se produce otro de los grandes saltos del grupo con la puesta en marcha del gasoducto Magreb-Europa, la primera conexión por tubo entre España y el norte de África. Esta infraestructura permitió el incremento de la gasificación de España y la consolidación del viejo sueño de Duran Farell. Posteriormente, se construiría el segundo brazo del gasoducto que suministra España de gas africano y que conecta con la red española que por aquellos fue extendiéndose por la península hasta el hito de la conexión francesa.

Mientras tanto, GN continuó su camino. En 2002, coincidiendo con el intento de adquirir Iberdrola, vendió el 65% de Enagas (antigua Empresa Nacional del Gas que recibió como activo tras la reestructuración del sector público y de la que acabaría saliendo definitivamente en 2009). Por esos años, y antes de la frustrada opa a Endesa, creó la comercializadora Gas Natural Europa, que empezó en Francia y ya opera también en Alemania, Bélgica, Holanda y Luxemburgo.

La absorción de Unión Fenosa en 2008 supone el impulso definitivo, cumpliendo el objetivo de entrar en el sector eléctrico. Coinciden esos años de crisis con las regulaciones socialistas, que primaban las inversiones en renovables de forma desmesurada, y posteriormente del PP, que dictó una reforma de caballo para acabar con el déficit de tarifa que se arrastraba desde los primeros dosmil y que ya superaba los 20.000 millones.

Mientras, la empresa fusionada traza el camino de expansión y, entre otros episodios, alcanza un acuerdo con Cheniere para adquirir gas natural de Estados Unidos a partir de 2016, que transportará con cuatro gaseros, dos de los cuales recibirá este año y dos el año que viene. Además, logra sus primeros contratos en Asia para comercializar gas licuado en Japón, India y Corea del Sur; entra en Perú, compra la firma chilena CGE, la primera distribuidora del país de electricidad y gas natural y se adjudica contratos en el estado mexicano de Sinaloa; crea global Power Generation (GPG), que agrupa activos de generación de GNF fuera de Europa en la que posteriormente se incorpora Kuwait Investment Authority (KIA) con un 25%, y, por último, adquiere la empresa eólica Gecalsa. Es decir, queda todo preparado para lanzar el grupo al nuevo plan de inversión.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_