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Los mil caminos del telepeaje

El sistema crece en las autopistas y se extiende a más servicios para los conductores

Una fila de coches hacen cola para pagar en un peaje de Cataluña
Una fila de coches hacen cola para pagar en un peaje de Cataluña

Olvídese de las cabinas de peaje para el pago manual o con tarjeta: desaparecerán en pocos años. Estamos en el albor de las autopistas sin barreras, en las que todos los conductores, provistos de su dispositivo de telepeaje en el parabrisas del coche, pasarán el área de cobro sin aminorar la marcha. Adiós a esas barreras que suponen un alto coste operativo para las concesionarias de autopistas y a los atascos. “No es de recibo que en la actualidad, con las tecnologías disponibles, nuestras autopistas sigan teniendo esas barreras que reducen su fluidez”, dice Josep Lluís Giménez Sevilla, director general de Desarrollo Industrial de Abertis y presidente de Bip & Drive

Pero para que este proyecto de circulación más fluida pueda convertirse en realidad ha habido que dar una vuelta de tuerca al sistema mediante el que operaba el telepeaje en España, el famoso Via-T, utilizable en toda la red. Desde sus inicios, hace unos 10 años, hasta hace muy poco, el Via-T ha sido gestionado por los bancos, que vendían los dispositivos en su red. El problema es que lo hacían a un precio muy caro. “Lo normal”, explica Marcelo Levit, director general de Bip&Drive, “es que los usuarios tuvieran que pagar el dispositivo además de una cuota anual de 35 a 50 euros”.

El uso del aparato ya comenzó en aparcamientos y se espera en breve en gasolineras

No extraña que el modelo solo haya funcionado a medias. A estos precios solo le podía interesar a los viajeros frecuentes: los esporádicos preferían pararse en la barrera y aguantar los atascos. “La sensación que tenían las concesionarias es que, con aquellas tarifas, iba ser muy difícil hacer crecer el mercado del telepeaje”, explica Levit. La consecuencia de ese modelo es que España vaya muy rezagada frente a Europa en el uso de estos dispositivos. “Actualmente”, apunta Giménez Sevilla, “solo el 43,7% de las transacciones en autopistas son por telepeaje, y el 38% si exceptuamos a los camiones, que sí lo utilizan en un 90%”. “Mientras que en Italia”, señala Levit, “hay ocho millones de dispositivos de telepeaje, en España son solo 2,1 millones. Incluso en Portugal está más extendido”. También en Francia es más habitual, ya que allí fueron las concesionarias, y no los bancos quienes se dedicaron a expandir el Vía-T local, llamado Liber-T.

Pese a que existe desde hace años una empresa emisora de dispositivos de Vía T, Pagatelia, y que algunos emisores de tarjetas como Solred o Ressa también los emiten (básicamente para camiones), eso tampoco sirvió para popularizar el uso. Así que en marzo del 2014 las tres principales concesionarias, Abertis, Cintra e Itinere; decidieron crear su propia empresa emisora de dispositivos, Bip&Drive, que empezó a funcionar en octubre de ese mismo año. “Se trataba de buscar medios para abaratar y facilitar que los conductores no frecuentes pudieran tener también su dispositivo”, explica Levit.

Un servicio más barato

Lo primero que hizo Bip&Drive fue abaratar el servicio. La empresa no cobra el dispositivo y carga 12 euros al año por su uso. Esto, unido a que los usuarios del Via-T tienen derecho a rebajas y descuentos promocionales muy interesantes, hace prever que se acelere la implantación definitiva del telepeaje en nuestro país. El proyecto recibió un fuerte impulso este año con la entrada de Caixabank en su capital con el 25% (Abertis tiene el 35% y Cintra e Itinere el 20% cada una). El acuerdo incluyó la cesión de 320.000 dispositivos de la entidad, lo que elevó el total de ‘tarjetas’ de Bip&Drive a 435.000, el 25% del mercado. Además, los potenciales usuarios de esta empresa, que acceden a la contratación del dispositivo a través de Internet y un call center, pueden también adquirirlos en la red de Caixabank.

En Portugal el dispositivo Vía-T ya se puede utilizar para pagar en el McAuto

Giménez Sevilla cree que Bip&Drive superará el millón de abonados en el 2020. No todo será por crecimiento orgánico. La empresa está en negociaciones con otros emisores para incorporar sus dispositivos a la cartera de Bip&Drive. “Dado que hay todavía muchas entidades emitiendo dispositivos de Vía-T”, explica el ejecutivo de Abertis, “esperamos cerrar otros acuerdos similar al firmado con Caixabank. Seguirían beneficiándose del mercado y poniendo su marca junto a Bip&Drive, pero dejarán de encargarse de temas como la logística o la facturación”. El dispositivo está ligado a una tarjeta, de modo que el pago de los servicios se carga en conjunto en la cuenta o tarjeta del usuario una vez al mes.

Otro dato clave es que el Vía-T tiene muchos más usos fuera de las autopistas de peaje. Estos dispositivos portan un software que permite el llamado ‘pago dinámico’ (pagar sin detenerse), que está siendo utilizado en muchos otros servicios relacionados con el automóvil. Dado que el modelo de negocio de Bip&Drive consiste en cobrar la cuota anual por cada dispositivo a los conductores y luego una comisión por cada operación, el adentrarse en otras actividades como el aparcamiento, el lavado de coches e incluso la venta de gasolina le permitirá en el futuro multiplicar sus ingresos. “Para esos sectores”, dice Levit, “es interesante porque mejoran y agilizan el servicio, ahorran costes y, además, nosotros asumimos el riesgo financiero: saben que siempre van a cobrar”. El ejecutivo cree que “sería lógico que un conductor pudiera pagar la gasolina con su dispositivo Bip & Drive”. En Portugal, donde han desarrollado ya varios usos alternativos, se puede pagar en los McAutos.

Al margen de las autopistas, el segmento que está ahora expandiéndose es el de los aparcamientos. Este emisor de Vía-T firmó un acuerdo con El Corte Inglés, que ya ha empezado a implantar este servicio en algunos de sus aparcamientos, sobre todo en Madrid y Barcelona. El Vía T de Bip&Drive también está presente en más de 50 aparcamientos, entre ellos algunos de Renfe y de Aena.

Bip&Drive, que opera en Portugal, tiene proyectos internacionales. “Una de las primeras iniciativas será integrar Bip&Drive con nuestra filial francesa Bip&Go para que los dispositivos se pueda utilizar en los dos países”, dice Gimenez Sevilla. Abertis tiene en Francia una concesionaria de autopistas, Sanef. Este será un primer paso ya que los socios de Bip&Drive pretenden que esta se convierta en un operador integrado a escala europea, lo que implicará la adquisición de empresas locales de dispositivos. Esto, además de que los demás socios, principalmente Cintra, tienen autopistas de peaje en Europa. Esta empresa, filial de Ferrovial, está presente en el Reino Unido, Irlanda y Grecia. Y Abertis acaba de comprar dos autopistas en Italia. Luego vendrá Latinoamérica, donde el telepeaje está muy extendido.

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